Sequedad de la piel consejos prácticos para combatirla

La dermis es una de las partes del cuerpo que más sufre ante el clima, la exposición solar y el estrés. Una guía práctica para cuidarla.

Sequedad de la piel consejos prácticos para combatirla
Sequedad de la piel consejos prácticos para combatirla

La sequedad de la piel se debe a múltiples motivos, entre ellos la predisposición genética y la edad. Con el paso del tiempo la piel se reseca y sus sistemas de humectación de se van perdiendo. Algunas enfermedades concomitantes como la diabetes, el hipotiroidismo, la malnutrición, la deshidratación, las alergias, los estados de estrés, el clima y los ambientes secos (sobre todo en invierno) son parte de los factores más comunes.

¿Pero cómo combatir la sequedad de la piel y mantener una dermis sana? Con hábitos cotidianos podemos lograr un cutis saludable y no llegar a situaciones extremas de resequedad.

"Lo que uno tiene que hacer es evitar que la piel se reseque y ayudar a retener la humectación natural de la piel que tenemos. Por otro lado restaurar esa humedad que se perdió implica varios pasos. Uno de ellos es el baño. El agua excesiva reseca la piel y más de una vez al día no es bueno. Lo ideal es un baño corto y que el agua sea templada", apunta la dermatóloga Valeria García Llaver entre uno de los cuidados requeridos.

Jabones y cremas para la humectación

No todo depende de usar una crema cara y específica para cuidar la piel. El uso del jabón adecuado a la hora del baño es fundamental para mantener la humectación natural.

“Los jabones comunes tiene mucho detergente y lo que hacen es sacar la grasa natural de la piel. Por eso hay que elegir jabones neutros y suaves. Evitar detergentes y  el uso de jabones antibacteriales por ejemplo. Hoy están de moda, pero no son buenos para la piel. También hay jabones específicos sin detergente (syndet) que son jabones neutros”.

¿Y el famoso y ponderado pan de jabón blanco? Por creencias populares o recomendación, varias personas lo utilizan en su baño diario, como un método de fácil acceso para el cuidado de la piel. "El jabón blanco lo que tiene de bueno es que no tiene agregantes, como perfumes ni colorantes. Pero no es un jabón que tiene un PH neutro y no ayuda a mantener la humectación de la piel. Pero es mejor que los jabones perfumados".

Buenas costumbres

Otro de los hábitos innegociables que debemos realizar diariamente para evitar la resequedad de la piel es la humectación. La falta de tiempo y ganas son las excusas perfectas para no hacerlo.

"La hidratación externa es fundamental. Se tiene que humectar todos los días y después del baño es mejor. Diariamente uno tiene que usar crema para evitar esa resequedad y según el tipo de piel elegir la crema. Hay cremas neutras que son menos rechazadas por la piel y sobre todo por quienes tienen alergias. Pero una persona que no tenga alergia puede usar una crema común. Seguro que las más caras son mejores por sus componentes, pero no necesariamente tenemos que elegirlas", sostiene la doctora.

El costo del producto no es un pretexto. Sólo hace falta buscar en la góndola del supermercado o la farmacia la correcta. 

“Para el común de la gente y el uso diario se puede usar una crema que esté a nuestro alcance. Entre dos opciones de la misma categoría hay que elegir las blancas y sin perfumes, porque son más sanas para nuestra piel, dado que no tienen aditivos como el perfume y conservantes. Siempre el perfume es un aditivo que te puede resultar atractivo, pero si querés cuidar un poco más la piel tener que dejar estas cuestiones de lado”, aconseja la especialista.

Tipos de piel

Otro de los puntos básicos es saber elegir la crema de acuerdo según el tipo de piel, siempre y cuando no tengas algún diagnóstico o enfermedad que requiere un tratamiento específico recomendado por el dermatólogo.

“Lo que sí es importante saber elegir según el tipo de piel, si vamos a usar una crema o una emulsión. La crema es una sustancia más espesa y compacta, más difícil de esparcir en la piel. Pero humecta más y absorbe más lentamente. Estas se usan para pieles más secas o pieles adultas que se resecan más. Una piel joven y no tan seca puede elegir una emulsión, que es más liviana y líquida, pero humecta un poco menos.  En invierno, como la piel está más seca y el clima favorece ese fenómeno, es mejor elegir una crema. En cambio en verano se puede elegir una emulsión por comodidad, porque es de fácil absorción”.

Cremas de rostro y cuerpo ¿da lo mismo?

En la industria podemos encontrar distintas marcas y categorías crema, todo depende de sus componentes.

“No necesariamente hay que usar una crema diferente. Las cremas para la cara tienen otros componentes, como un protector solar agregado, una textura más liviana y para las personas con piel grasa es más cómoda. Algunas tienen componentes específicas hechas exclusivamente para la cara. Pero una crema del cuerpo se puede usar para la cara, siempre y cuando tenga las condiciones que uno busca para la piel”, aclara la especialista, rompiendo algunos mitos.

Pero agrega: “Si tenés la piel grasa, no podés usar la crema espesa que usás para el cuerpo, porque te va a engrasar la piel y favorece la presencia de acné. En cambio quizás si tenés una emulsión liviana para el cuerpo, te sienta bien usarla también en el rostro. No necesariamente es tan tajante. Como todo en la industria se fueron cambiando las fórmulas para que elijamos, pero la persona que no puede elegir entre varias opciones, no es necesario que use dos cremas distintas”.

Hábitos saludables

Consumir dos litros de agua diariamente.

Mantener una dieta equilibrada con el consumo de frutas y verduras.

Hidratar a diario la piel, con cremas neutras en lo posible. También pueden usarse cremas blancas y sin perfumes.

Elegir la crema adecuada de acuerdo al tipo de piel.

Usar jabones sin aditivos como detergente, perfume y colorante.

Evitar jabones antibacteriales.

Usar protección solar todo el año. El sol ayuda a la resequedad y envejecimiento de la piel.

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