El Zonda: el huésped menos deseado

Es casi una marca registrada de Mendoza y San Juan, nos guste o no la definición. Cada vez que baja de la cordillera nos volvemos irritables y una sensación de agobio nos invade. Sólo queda ser paciente y precavido.

El Zonda: el huésped menos deseado
El Zonda: el huésped menos deseado

Entre los meses de mayo y noviembre, Mendoza, cada tanto, recibe la visita de un huésped un tanto cálido pero seco a la vez. El recio visitante proviene del otro lado de la cordillera, la atraviesa en toda su inmensidad hasta llegar a la llanura de nuestra provincia. Será un viaje fugaz pero se lo recordará por largo tiempo.

El viento Zonda, con su paso, se transforma en un visitante molesto e indeseable para todos los mendocinos y al mismo tiempo en un ícono de la región, que pese a los "dolores de cabeza" que provoca, también dejará consecuencias positivas.

Este viento nace en un anticiclón del Pacífico Sur; por lo tanto, comienza siendo un viento frío y húmedo. Luego es desviado por un centro ciclónico de la precordillera, ingresa en la zona de las altas cumbres y choca con ellas generando lluvias y nevadas en las cimas (recurso necesario en una zona en crisis hídrica crónica como los Andes del sur).

Después ingresa al territorio argentino (Mendoza) en forma seca, baja rozando la cordillera y su temperatura aumenta hasta alcanzar los 40 grados centígrados en muchas ocasiones.

Este fenómeno, que también se da en ciudades europeas con el nombre de viento Foehn y que en nuestro caso recibe su nombre de una quebrada sanjuanina, en algunos casos puede extenderse en el tiempo durante más de 24 horas.

Al soplar, sus intensas ráfagas arrasan con lo que encuentren en su camino, provocando así la caída de ramas y de árboles completos... y el fastidio de las amas de casa por el polvo que les dejará de regalo. Para algunos la preocupación va más allá de la suciedad, ya que verán cómo sus precarias casas se quedan sin techos. En los peores casos, las consecuencias llegan a accidentes fatales y graves incendios forestales.

Las sirenas de los bomberos se confunden con el silbido de la ventolera y nos señalan a todos el auxilio que necesitan algunos, en ocasiones la ardua tarea de apagar llamas provocadas en los cerros del pedemonte.

Los más pequeños se alegran por quedarse en sus casas, ya que por precaución las autoridades escolares suspenden todas sus actividades hasta que el viento cese. Dolores de cabeza, lesiones en la piel y en las mucosas, irritación en los ojos, sarpullidos en la piel, cansancio, languidez, angustia, irritabilidad, falta de coordinación e hiperactividad (que conduce a un rápido agotamiento) forman parte de los síntomas que una jornada de viento Zonda nos hace padecer a los mendocinos.

No apto para cardíacos, aquellas personas que sufren del corazón deben resguardarse para evitar que les suba o baje la presión. El Zonda puede llegar a triplicar los accidentes cardíacos ya que el aparato cardiovascular es uno de los más sensibles a los cambios de clima

Agosto es tradicionalmente el mes en que más "visitas" recibe la provincia. No en vano los viejos mendocinos acuñaron la expresión "hay que pasar agosto", disponiéndose a tomar las precauciones necesarias para que así fuera.

Las amas de casa intentan que su vivienda sea un recinto hermético para evitar la entrada del aire seco, caliente y polvoriento. En tanto que sus esposos evitan estacionar su vehículo cerca de algún frondoso árbol. Se reduce la actividad física y se protegen los ojos para no sufrir por la incómoda arenilla en suspensión.

Los especialistas aconsejan no realizar fogatas al aire libre y apagar bien los cigarrillos para evitar incendios.

El día siguiente nos muestra una postal distinta, una jornada quizás lluviosa y fría, con "Doña Rosa" barriendo la vereda, los chicos volviendo al colegio y las tapas de los diarios reflejando la jornada, con un recuento de los daños provocados por este molesto visitante.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA