Opinión
Encuentros de izquierda y de derecha en la región
Se está dando en la región el fenómeno que representa Trump en EE.UU., que implica que el centroderecha es sustituido por la ultraderecha o populismo de derecha.
Se está dando en la región el fenómeno que representa Trump en EE.UU., que implica que el centroderecha es sustituido por la ultraderecha o populismo de derecha.
El encuentro Biden-Lula fue la acción que cerró la estrategia estadounidense para retomar la iniciativa en la región, perdida frente a la reunión de la Celac en Buenos Aires.
Tras la advertencia del Pentágono sobre otro globo “de vigilancia” que sobrevuela América Latina, la Fuerza Aérea colombiana comunicó el pasaje del objeto sobre su territorio.
Este segundo dispositivo fue detectado el viernes por la noche. Continúa la investigación, pero desde Estados Unidos apuntan a otro elemento chino, en medio de las tensiones entre ambas naciones.
Por suerte estaban Lacalle Pou, Benitez, Boric y Petro, señalando lo que es tan obvio y elemental como que en todos los países lo que debe haber son elecciones libres y no presos políticos.
En la Cumbre de la CELAC los tres co-presidentes argentinos no se cansaron de hacer papelones. Menos mal que la política en serio apareció de la mano de un conductor como Lula y la institucionalidad republicana fue defendida por los uruguayos en particular.
Las sudamericanas son democracias jóvenes que no acaban de estabilizarse ni de dar respuestas a quienes los esperaban todo de ellas. Y en esa fragilidad radica justamente el peligro que las jaquea desde izquierda y desde derecha, peligros simétricos en su clara intención de establecer democracias tuteladas.
Muchos jefes de Estado se valen de la democracia para llegar al poder y luego se dedican a desmoronar el sistema que los cobijó. Algunos desembocan en virtuales dictaduras y otros en autoritarismos. Ejemplos sobran en el mundo, lamentablemente.
Es de esperar que la euforia que en el oficialismo argentino ha potenciado la nueva llegada de Lula da Silva al poder sirva, especialmente, para asimilar y adoptar modos de gestión y respeto a las instituciones que no siempre se suelen tener en cuenta por estos lados.
En 2021, la inseguridad alimentaria afectó a 40,6 % de personas en la región, según un reporte de tres organizaciones de la ONU, “el aumento de la inflación en alimentos y de la pobreza extrema es uno de los factores”.
El MERCOSUR tiene múltiples posibilidades de negociación, pero ninguna de ellas parece que pueda concretarse en el corto plazo.
Castillo deambuló errático por el poder hasta caer tras un patético intento de golpe en el que no lo acompañó nadie.
Perú necesita seguir consolidando su economía, que llamativamente viene superando las desventuras de su política logrando una estabilidad saludable pese a la inestabilidad de su dirigencia.
No pocos se preguntarán a esta altura si el Mercosur, a lo largo de su existencia, fue fiel a su espíritu fundacional de integración. Es posible que queden abundantes interrogantes sin respuestas.
Es de esperar que los avances logrados con la promesa de diálogo, fundamentalmente por parte de los representantes del régimen venezolano, se concreten en una apertura política que le devuelva institucionalidad y vida republicana a un país cuya sociedad, mayoritariamente, ha tenido que soportar décadas de declinación social y económica por el uso abusivo del poder, con prepotencia y corrupción.
Nuestra región es la menos ha crecido en el mundo durante la última década. Sufrió mucho por la pandemia, con más de la cuarta parte de los muertos que originó ésta, a pesar de tener sólo el 8,4% de la población mundial.
El proceso encabezado por el presidente Petro ahora tiene a Francia como mediador que suma a Noruega y a Venezuela, Colombia y Argentina.
El progresismo ha consolidado su regreso al poder en América Latina, pero su desafío central es demostrar ahora que puede tener gobernabilidad.
Es obvio que Bolsonaro intenta generar un levantamiento militar para destruir el proceso electoral que perdió.
Respecto a la Argentina, el triunfo de Lula favorece al Frente de Todos, que se muestra como la expresión en el país de la misma corriente política que ha ganado en Bolivia, Perú, Chile, Colombia y ahora Brasil.
Las claves para entender los desafíos que tienen políticos y empresarios. Cómo se puede avanzar en los problemas que complican a la sociedad.