Un espía ruso ingresó a la Argentina bajo la fachada de traductor

El agente ruso se encuentra registrado como Alexander Verner, una identidad que se presume falsa. Hay varias direcciones que figuran como domicilio del espía, inclusive una plaza de la Ciudad de Buenos Aires.

Alexander Verner vive en el país al menos desde 2016. Foto: Infobae
Alexander Verner vive en el país al menos desde 2016. Foto: Infobae

Un ciudadano ruso ingresó a la Argentina con pasaporte de aquel país y con el supuesto oficio de “traductor”, pero en realidad trabaja para el servicio de inteligencia militar del Kremlin, conocido internacionalmente bajo las siglas GRU. Según informó el equipo de investigaciones de Infobae, el extranjero ya lleva años instalado en la Ciudad de Buenos Aires, hasta logró hacerse de documentación nacional.

Se trata de Alexander Verner, de 32 años, nacido el 3 de enero de 1991. El hombre figura registrado como monotributista Categoría B, desde octubre de 2016, por lo que se presume que está en la Argentina desde entonces, aunque su CUIT figura actualmente como inactiva. Cabe mencionar que desde aquel año, Verner presenta pocos aportes a la Obra Social de los Empleados de Comercio.

Alexander Verner, miembro del servicio de inteligencia militar ruso, ya posee documentación argentina. Foto: Infobae
Alexander Verner, miembro del servicio de inteligencia militar ruso, ya posee documentación argentina. Foto: Infobae

De manera inadvertida, Verner no estaba inscripto como empleado de la Embajada de Rusia en Buenos Aires, aunque sí consiguió un trabajo lógico: traductor de ruso. Son varios los domicilios que se registran bajo el nombre de Verner en dicha Ciudad: en Santiago del Estero al 600, en Carlos Calvo al 2200, en Avenida del Libertador al 700 e inclusive en una plaza sobre la avenida Córdoba al 2100. Desde Infobae llamaron a todas las direcciones mencionadas pero en ninguna lograron una respuesta.

Alexander Verner declaró como domicilio un edificio de la calle Santiago del Estero en la Ciudad de Buenos Aires. Foto: Infobae
Alexander Verner declaró como domicilio un edificio de la calle Santiago del Estero en la Ciudad de Buenos Aires. Foto: Infobae

El último ingreso del ciudadano ruso a la Argentina data del pasado 27 de marzo. El hombre aterrizó alrededor de las 7 y media de la tarde en Ezeiza, en el vuelo TK15 de Turkish Airlines proveniente de Estambul, con escala en el Aeropuerto de Guarulhos en San Pablo. Debido a esto, Turquía quizás refuerce sus controles si no quiere convertirse en una escala para los miembros del GRU.

Una particularidad de Verner es que utiliza el mismo tipo de pasaporte que poseen otros miembros del servicio de inteligencia no oficiales del Kremlin, su numeración comienza con los números 643258017 ó 653453865. Según Infobae, gracias a los años que estuvo el funcionario ruso en la Argentina, el hombre consiguió que el Estado le proporcionara un documento nacional de identidad (19081836) y un pasaporte (AAG623927) emitidos “legalmente”.

El pasaporte de Alexander Verner. Foto: Infobae
El pasaporte de Alexander Verner. Foto: Infobae

Acorde a la investigación del mencionado portal de noticias, Verner no sólo mintió sobre su verdadera profesión, sino que incluso fraguó su documentación de origen para obtener el pasaporte y DNI argentino. El procedimiento para realizar estos operativos consta de que los rusos ingresen a cada país con pasaportes especiales emitidos por el GRU, una vez dentro, se presentan ante los registros estatales para conseguir documentos apócrifos.

Cabe destacar que Verner les indicó a las autoridades locales que había nacido en Alemania, cuando en realidad lo hizo en Rusia, hace 32 años. Los representantes alemanes en la Argentina ya deben estar averiguando cómo fue que el “traductor” fraguó una partida de nacimiento.

El ruso Alexander Verner en el estadio del Corinthians, en San Pablo. Foto: Infobae
El ruso Alexander Verner en el estadio del Corinthians, en San Pablo. Foto: Infobae

Desde Infobae accedieron al currículum de Verner, donde presenta su título como bachiller en Periodismo, otorgado por la Facultad de Periodismo de la Universidad Estatal Rusa de Humanidades, fundada en 1991. También cursó una maestría de esa actividad profesional en la Universidad de Buenos Aires y detalla ser corresponsal y traductor para diversas agencias de noticias. Sin embargo, su identidad no está muy extendida.

Aun así, no se conoce todavía cuáles eran las actividades oficiales de Verner en la Argentina, más allá de haber participado como traductor en papers en un importante think tank del país. Quizás su reciente visita con Turquía como último destino haya servido para recibir nuevas órdenes.

Otro de los domicilios que están vinculados a Alexander Verner en la Ciudad de Buenos Aires. Foto: Infobae
Otro de los domicilios que están vinculados a Alexander Verner en la Ciudad de Buenos Aires. Foto: Infobae

CASOS SIMILARES

La historia de Verner recuerda el más reciente caso de los espías rusos detenidos en Eslovenia, en diciembre pasado, también con pasaportes argentinos. En aquel país europeo, Maria Rosa Mayer Munos y Ludwig Gisch fueron detenidos bajo cargos de espionaje, ya que pertenecían al GRU y se presumía que tenían como misión contactar a otros agentes en aquel continente.

El matrimonio detenido tenía dos hijos y habían llegado a la capital eslovena en 2017, un año después de que el traductor llegara a Buenos Aires. Aquella familia había adoptado otra fachada como profesión: una galería de arte y una start up de soluciones tecnológicas en todo Europa.

Maria Rosa Mayer Munos y Ludwig Gisch, los espías rusos con documentación argentina que fueron capturados en Eslovenia. Foto: Infobae
Maria Rosa Mayer Munos y Ludwig Gisch, los espías rusos con documentación argentina que fueron capturados en Eslovenia. Foto: Infobae

Otro caso es el de Mayer Munos y Gisch, quienes vivían en la calle O’Higgins 2191 de Buenos Aires, a tan solo 28 minutos de la dirección principal de Verner. Se desconoce si entre ellos tenían algún tipo de lazo o si pertenecían al mismo grupo de operaciones en la región. Apenas convivieron un año en el país.

Como sucedió con Verner, Gisch también mintió sobre su país de origen para emitir su pasaporte apócrifo argentino. Este último, en lugar de indicar que había nacido en Alemania como el traductor, el “emprendedor” dijo que lo había hecho en Namibia.

AMÉRICA LATINA: ¿CUNA DE LOS ESPÍAS RUSOS?

Todo parece indicar que América Latina es un buen lugar para instalar a varios miembros de inteligencia de Vladimir Putin. Además de los falsos curadores de arte, emprendedores tech y traductores que se refugiaban en la Argentina, Rusia también envió a sus agentes no oficiales a otros países de la región: Perú y Brasil.

A mediados de noviembre de 2022, el reconocido sitio de noticias Bellingcat, dedicado al periodismo de investigación y a incomodar al Kremlin, dio a conocer la noticia de una supuesta joyera ecuatoriana que utilizaba esa profesión para ingresar a un círculo muy importante en Europa. Se trata de las oficinas de la OTAN y la base naval de los Estados Unidos en Nápoles, Italia.

María Adela Kuhfeldt Rivera había nacido supuestamente en Lima, Perú, hacía 30 años. Sin embargo, su partida de nacimiento era falsa y, a diferencia de los “argentinos”, nunca había estado en el país latinoamericano. Aunque su cobertura fue descubierta, la mujer consiguió retornar a Rusia.

María Adela Kuhfeldt Rivera, la espía rusa que falsificó documentación peruana. Foto: Infobae
María Adela Kuhfeldt Rivera, la espía rusa que falsificó documentación peruana. Foto: Infobae

El pasaporte de María Adela resultaba algo familiar: tenía el número 643258050, un código recurrente entre los miembros del GRU. La misión de la agente era conseguir información sensible de aquellas unidades militares antes de que Rusia invadiera Ucrania.

Otro caso en la región es el del “brasileño” Victor Muller Ferrerira, pero cuyo verdadero nombre es Sergey Cherkasov. El agente de inteligencia ruso fue descubierto cuando intentaba infiltrarse como becario en el Tribunal de La Haya, en Holanda. La misión del hombre era obtener datos sobre los delitos de guerra y contra la humanidad que se le imputan a Putin, desde el corazón mismo del proceso de investigación.

Sergey Cherkasov adulteró documentos para hacerse pasar por brasileño. Foto: Infobae
Sergey Cherkasov adulteró documentos para hacerse pasar por brasileño. Foto: Infobae

El espía Cherkasov está en prisión, en Brasilia, desde diciembre del año pasado. Moscú, primero ante el gobierno de Jair Bolsonaro y luego con el de Lula da Silva, ha solicitado su extradición alegando, como es habitual en estos casos, una causa penal en Rusia contra el acusado.

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