Opinión
Racismo argento
No estuvo mal sugerir que Messi, como capitán de la Selección, pidiera las disculpas del caso.
No estuvo mal sugerir que Messi, como capitán de la Selección, pidiera las disculpas del caso.
Si predominan y se imponen convicciones dogmáticas y mesiánicas se pasará de la esperanza a una nueva decepción.
La actitud de Macri con respecto al posicionamiento político de su partido, Pro, define un posicionamiento con respecto al gobierno libertario.
Las relaciones internacionales del nuevo gobierno parecen, por el momento, guiadas por cuestiones emocionales del Presidente.
¿Cómo reaccionaría la sociedad argentina si el presidente español Pedro Sánchez viniera reiteradamente al país a participar de actos de la oposición más acérrima? Lo tomaría como lo que es: un activismo invasor, agravado por la premeditación y la reiteración. Pues bien, es lo que está haciendo ahora Milei recibiendo una condecoración de una de sus opositoras más acérrimas.
Algo está mal en un gobierno si nadie le dice al presidente algo tan obvio como que no está allí para liberar sus furias y fobias, sino para irradiar lo que debe irradiar un mandatario: serenidad y respeto.
Milei se proclamó el jihadista que se introdujo en el Estado para dinamitarlo, sin que pierda la calma un país que ha naturalizado el insulto, el desvarío y la egolatría mesiánica.
Mientras hay éxito económico o, en su defecto, esperanzas (en realidad ilusión) de que pronto ocurrirá un “milagro” de crecimiento y bienestar, los argentinos normalizan los desvaríos presidenciales que debieran preocupar. Esa es una opacidad de la cultura política nacional.
La incontinencia egolátrica de Javier Milei, azuzada por las jugarretas políticas de Pedro Sánchez, ha provocado un choque entre dos países de histórica buena relación. La causa de ese choque es estrictamente personal.
Que acribillaran al líder eslovaco Robert Fico, despertó la memoria histórica europea, por la larga lista de magnicidios y atentados fallidos que anunciaron grandes tragedias
Mientras esta tensión casi sin precedentes agrieta el histórico vínculo entre Washington y Tel Aviv, el paso de Xi Jinping por Serbia y su reunión con el presidente ultranacionalista de ese país balcánico, Aleksandar Vucic, agrega preocupación a las potencias occidentales.
Hay que distinguir entre la empatía con el sufrimiento y el antisemitismo que está creciendo en el mundo. Como el sionismo es el nacionalismo judío que impulsó la creación y defiende la existencia de Israel, proclamarse anti-sionista como están haciendo tantos, implica promover la desaparición de Israel.
Las palabras de Lacalle Pou aportan racionalidad a una Argentina siempre embriagada de ideologismos. Un antídoto contra la sobredosis de dogmatismo. Pero sobre todo una bocanada de sentido común para que los argentinos recuerden que no es lo mismo el liberalismo que el libertarismo, mucho menos el de vertiente ultraconservadora.
Una guerra directa irano-israelí es lo que necesita Vladimir Putin para que Ucrania termine de perder el apoyo en armamentos y municiones que le impida combatir al ejército invasor.
Las aperturas y flexibilidades de Francisco llegan hasta la suavización del trato a los divorciados y a los homosexuales. Ahora bien, en cuestiones como eutanasia y gestación subrogada, sorprende la negativa a una posición más generosa y compasiva.
A las voces críticas, el kirchnerismo las rotulaba “derecha neoliberal” mientras que el actual oficialismo las descalifica como “casta”, “zurdos” y “los que no la ven”.
Colombia es un país demasiado importante como para generar crisis sin sentido ni justificación. El vínculo comercial entre ambos países debe ser protegido y fortalecido,
Desde las guerras de conquista que multiplicó Japón desde finales del siglo 19 hasta mediados del 20, jamás hubo tanto peligro de múltiples conflictos incendiando Asia.. El mundo está en el umbral de una nueva Confrontación Este-Oeste, incluso más peligrosa que la del siglo 20 porque merodea el abismo de una guerra global.
¿Es posible el diálogo con quienes construyen poder desde la confrontación y son intolerantes a la crítica y al disenso?
Es la primera vez que el líder de una potencia con arsenales atiborrados de ojivas y misiles intercontinentales y de mediano alcance, incluye en una amenaza la posibilidad destruir “la civilización” entera.
La violencia verbal es un rasgo autoritario y procura intimidar para silenciar críticas y denuncias. Además, la violencia política siempre comienza siendo violencia verbal. Y Javier Milei es el ejemplo argentino de ese recurso autoritario.
La muerte de Navalny se suma a la lista de presuntas víctimas de un presidente que es mirado por el mundo como un asesino serial.
Milei alteró lo que era, de hecho, una política de Estado: la neutralidad en toda temática que deba ser resuelta en una mesa de negociación entre israelíes y palestinos.