Luciano Theiler: un pibe de pueblo que recorrió el mundo

Cuenta que vivió en el campo hasta los 11 años, que los únicos momentos que podía jugar al fútbol con otros chicos era en el recreo cuando iba a la escuela. Después jugaba solo. No tuvo potrero y  aún no sabe de dónde le vino la gran pasión por el futbol a Luciano Theiler, hoy el entrenador de Independiente Rivadavia. Este cordobés de 38 años nacido en Justiniano Posse, un pueblo ubicado a 230 kms de la ciudad cordobesa.

"En mi pueblo teníamos un solo grado, grande, y la hora que teníamos de recreo me juntaba con los chicos de distantes edades, ese era el único momento para jugar en equipo. Después me iba a mi casa y jugaba solito", recuerda mientras posa para las fotos. 

Hace un mes que vive en el club del Parque debajo de las tribunas el flamante DT, que llegó desde Brown de Puerto Madryn y que, la temporada pasada fue ayudante de campo de Gabriel Gómez, ex DT de la Lepra. Hoy se pone el buzo de número uno.

"No hay problema con eso, estoy acostumbrado viví mucho tiempo debajo de la tribuna de Lanús y también de Belgrano. No hay problema con, de todas maneras creo que será por poco tiempo", desliza el delgado y joven DT, quien empezó a jugar a los 12 años más o menos a futbol: "Era grande y me fui al pueblo a jugar y a los 15 años me fui a Renato Cesarini en Rosario", por lo cual muchos confunden que es rosarino, dado que no tiene tonada cordobesa. 

Es todo un trotamundo. Jugó en más de 30 clubes en un total de 7 países, por lo que atravesó diversas situaciones. Todas grandes experiencias de vida. En abril de 2012 jugó su último partido como profesional: "Fui central o lateral. Igual cumplí todos mis sueño ser jugador y ahora ser entrenador", desliza mientras camina por la cancha de los Azules.

Sostiene que Renato Cesari lo marcó: "Siempre supe que no era un gran jugador, por eso era de entrenar mucho, pero desde los 15 años más o menos sabía que iba ser entrenador. Porque desde ese entonces anotaba, todo lo táctico, todo sobre el juego", nos cuenta y se distiende Theiler.

Se nota que es tipo meticuloso, un estudioso de lo táctico y lo estratégico: “Vivo en mi mundo, dentro de una computadora. Cuando no entreno estoy leyendo y estudiando”, sostiene.

-Tu acento no parece cordobés.

-No tengo mucha tonada cordobesa y no te das cuenta que soy de allá (sonríe), en esa zona tenemos más tonada rosarina.

-No sos de dar muchas nota.

-Sí, no tengo problemas con eso, pero cuando llegué no podía hablar por todo lo que había pasado con Brown de Madryn y quien nos asesoraban en el tema nos pidieron que no habláramos hasta  que  no estuviese todo solucionado. Digamo que no era porque no quería sino porque no se podía …

-¿Cuál es el fútbol que te gusta o que quisieras que juegue este Independiente?

-Uno tiene una idea, después  te tenés que adaptar a los jugadores que hay o al plantel,  el día a día te va dando un análisis de que hay que hacer y donde hay que ajustar o cuáles son los matices que hay que tocar. A mí, me gusta un fútbol más dinámico, agresivo, muy vertical, no tanto de posesión de pelota sino buscar rápido la profundidad y la verticalidad a través de movimientos y de desmarques de los jugadores. Y después,  cuando no tenés la pelota, un equipo que presione rápido, que defienda con los 11 jugadores y que se agrupe e intente presionar. Y manejar transiciones rápidas. Un equipo que le dé mucho valor a lo colectivo por encima de lo individual.

- ¿Tenés plantel y jugadores para ese objetivo?

- Si analizamos, no llegaron jugadores de grandes trayectoria,  en casos puntuales nada más, porque buscamos que lo colectivo esté por encima de la individual y un equipo que se brinde al máximo dentro de la cancha como lo demanda este club, que es muy pasional y le gusta que el jugador entregue el ciento por ciento. Bueno, esa es la idea a partir de ahí tener un fútbol muy vertical y dinámino con pocos pases y que pueda crear opciones de gol. Ser fuerte defensivamente con los 11 jugadores, porque todos tienen responsabilidades ofensivas y defensivas, nadie va a descansar cuando el equipo no tiene la pelota. Todos tienen que colaborar para recuperarla, porque es la única manera de correr menos y que el esfuerzo sea equitativo para todos.

-Conocés varios de los jugadores en el equipo, ¿es una ventaja?

-Sí, pero a raíz de la gran campaña que hicieron muchos jugadores se fueron a otros clubes porque llegaron otros ofrecimientos a los cuáles conocía y los que se quedaron los conozco y los que han llegado estamos en el día a día trabajando la idea, ejercitándola en los entrenamientos. Los jugadores entienden lo que desde el cuerpo técnico le pedimos y lo que queremos llevar a cabo en el dia de la competencia.

-¿Objetivos personales o cuáles te han planteado la dirigencia?

-El primer objetivo es tener todos los jugadores disponibles y ser un equipo competitivo, a partir de lo que nos entregue la realidad del torneo fecha tras tras fecha, allí vamos a ir determinando para qué estamos. Sabemos que será un torneo complejo y mucho más difícil que el anterior, por los grandes rivales que habrá y de jerarquía, eso potencia el torneo y le da otro nivel. Por eso tenemos que tener muy buen rendimiento para tener resultados,  porque todos los equipos se han armado muy bien. Hay rivales de mucha historia, pero después en la cancha se verá cuáles son los resultados que sacamos y a partir ahí ver para qué estamos.

-En los grupos uno tiene referentes, ¿Vos en el equipo tenés algunos o alguno?

-Hay jugadores que hace mucho que están en el club y últimamente han jugado de titular, pero nosotros le damos mucho valor a lo colectivo no tanto  al apellido  o la trayectoria. Cuando llamamos a los refuerzos les dijimos que acá juega el que está mejor, no hay ningún misterio ni nada raro. El que uno considera que está mejor es el que va a iniciar el día de competencia, después hay una dinámica que hace que todo vaya variando.

-Que te sedujo, para volver.

-Tomé la decisión de dirigir en Mendoza, porque conozco al club. S qué clase de dirigentes voy a encontrar, buen tente que hace las cosas bien y que quiere progresar , que quiere llevar al club lo más alto posible. Conozco parte  del plantel, sé cómo es la hinchada. Sabía todo con lo que me voy a encontrar y vi que estaba todo dado para venir y buscar hacer un gran trabajo. Para nosotros, saltar de Brown a Independiente es un gran paso. Es una gran motivación y lo tomamos como un gran desafío.

-Cuándo dejaste de jugar

-En abril de  2012, enseguida empecé a dirigir una Liga de campo en mi pueblo y después me llegó la posibilidad de ser ayudante de campo en el Federal A en Sportivo Belgrano, con Carlos Mazol y a  los 6 meses tuvimos  la suerte de ascender al Nacional B. Seguí en el club con diferentes entrenadores; Ramazotti, Sialle, Trullet, Sosa y Zacanti y después me fui a Mitre, a Brown de Madryn, luego  a instituto y de ahí a  Independiente

- Sos un trotamundo en futbol

-En mi etapa como jugador  he tenido la suerte de jugar en muchos clubes del país, en Bolívia , en Maldivas, Siria,  Líbano, Indonesia y Bangladesh.

-¿Esa experiencia te permite tener otra mirada en lo deportivo?.

-Son experiencias muy enriquecedoras, porque uno tiene que afrontar situaciones que son fuera de lo normal, una cultural deferente, un idioma hasta al comida. Adaptarse a diferente lugares y uno conoce a nadie. Eso te hacen crecer muchísimo y  te dan dominio propio. Siempre digo cuando uno llega a esos lugares hay muchas cosas desconocidas y es ahí donde uno crece más rápidamente. No tanto en lo futbolístico sino como jugador y  como persona.

Perfil

Nombre y apellido: Luciano Theiler

Edad: 38 años

Lugar de nacimiento: Justiniano Posse, Córdoba.

Esposa: Carolina

Trayectoria como jugador: Renato Cesarini, Lanús, Belgrano, Alumni de Villa María, Independiente La Rioja, San José de Oruro, Patronato, Islas Maldivas, Siria, Libano, Bangladesh, Indonesia, Talleres de Perico, General Paz Junior de Córdoba