El crecimiento de la ganadería dentro de la economía mendocina

La actividad ganadera primaria es el 6% del producto bruto de Mendoza. Al analizar toda la cadena, industrial y comercial, la actividad toma otra relevancia dentro de la economía mendocina.

Cuando se analiza toda la cadena, la ganadería aporta el 16% del PBG de Mendoza. Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes
Cuando se analiza toda la cadena, la ganadería aporta el 16% del PBG de Mendoza. Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes

Entre los puntos que se abordaron en el tercer Foro de Actualización del Plan Ganadero Bovino, hubo un detallado análisis sobre los costos que enfrenta en la actualidad la actividad y el peso que tiene la ganadería dentro de la economía provincial.

Los números duros indican que la actividad pecuaria representa el 6% del producto bruto mendocino, detrás de la vitivinicultura. Sin embargo Sergio Moralejo, subsecretario de Agricultura y Ganadería, aseguró que “eso es falso” y desglosó las razones para formular tamaña afirmación.

“La discriminación dentro del producto dice que la ganadería está entre un 6% y un 7%, eso es falso, porque en realidad Mendoza tiene un encadenamiento productivo, es decir que está el sector primario y también el industrial”, comenzó explicando.

En la ganadería tenemos nuestros rodeos y tenemos nuestro frigoríficos, nuestro comercializadores y demás, cuando uno suma todo, el sector primario y el encadenamiento más el valor agregado, lo que sería la cadena agropecuaria, industrial y comercial, el aporte de toda la actividad al producto bruto de Mendoza está en el orden 16% o 17%. Ese es el verdadero peso que tiene el campo mendocino dentro de nuestra economía”, remarcó.

En lo que hace a precios y costos de la actividad, el clúster realizó un amplio análisis tomando como punto de partida enero de 2017 a abril de 2023.

Al medirlo en pesos la curva siempre fue ascendente y se estaciona en derredor de los $500, pero al contrastar la evolución de los precios del kilo de ternero en dólares (cotización oficial), la realidad es totalmente diferente.

En enero de 2017 el valor del kilo de ternero se ubicaba entre los 2 y 2,5 dólares, tuvo una leve suba ese año y luego entró en picada hasta octubre de 2019 que se estacionó en 1,5 dólares.

Nuevamente comenzó a repuntar y en abril de 2022 rozó los 3 dólares. A partir de ese momento, y en consonancia con lo que manifiestan a diario los productores ganaderos sobre los “precios planchados”, el estudio del clúster refleja que los valores que se paga por el kilo de ternero no solo se amesetaron sino que iniciaron un declive que posicionó el precio en los 2 dólares, en abril de este año, o incluso menos de 1,5 dólares si se toma como parámetro la cotización del MEP.

Así es que en el acumulado desde 2017 a este año, mientras el valor del ternero creció un 1.192%, insumos como el maíz o un rollo de alfalfa acumulan un incremento del 2.047% y 1.678%, respectivamente.

“Hay cuestiones que limitan el crecimiento del sector, para ser claros, a nuestra actividad ganadera por un lado se le pisa el precio de la venta, con esto de los precios justos, pero no se le pisa el aumento de los costos, entonces simplemente lo que nosotros siempre pedimos, es que la economía de costos y de precios finales tiene que ser simétrica, sino vamos claramente a problemas estructurales”, sostuvo Moralejo.

Para darle una mirada positiva, el funcionario también puso de manifiesto que pese a todas las adversidades que han golpeado al sector ganadero más los problemas que se padecen por la situación económica nacional, es una actividad que creció de forma continua en los últimos tres años.

“Hay un marco muy complicado sobre todo Nacional con dos componentes, uno económico y otro climático. Desde el punto de vista económico está el tipo de cambio atrasado, en su momento se frenaron las exportaciones de la vaca de refugo, que era nuestra exportación tradicional, adicionalmente a esto, cada vez que nosotros vendemos para exportar se nos paga a tipo de cambio oficial menos retenciones, esto también nos genera un daño y además tuvimos un daño climático complicado con una sequía que no se veía en los últimos 50 años”, explicó Moralejo.

“Aun así, continuó el subsecretario, hay en un esfuerzo muy grande y una luz realmente auspiciosa, si tomamos en cuenta el 2020 hasta la fecha, hemos crecido un 20% en la cantidad de cabezas de ganado en la provincia. Estos son datos ciertos porque surgen de la campaña de vacunación”, aseguró.

Desde la Dirección provincial de Ganadería, indicaron que “a pesar de todas las dificultades, económicas y climáticas, pasamos de 405.000 cabezas a 476.000 en tres años”, dijo Damián Carbó, titular del área.

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