A pesar de los pronósticos, las lluvias de invierno no llegan al llano

De acuerdo con las previsiones de los especialistas, entre junio y agosto se esperaba una etapa más húmeda de lo normal debido a la influencia de El Niño

Día frío y con lloviznas aisladas en Mendoza. / Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Día frío y con lloviznas aisladas en Mendoza. / Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

“A las puertas del invierno, los pronósticos meteorológicos indicaban que esta estación traería consigo una novedad para la región de Cuyo: lluvias y temperaturas cálidas, una situación afectada por el fenómeno de El Niño. Sin embargo, en Mendoza, los chaparrones se han hecho esperar y no ha precipitado sobre el llano desde el 11 de julio, cuando se esperaba un día mayormente nublado y frío, con lloviznas aisladas.

Recordemos que la última gran tormenta en el Gran Mendoza y parte del Valle de Uco se registró entre las diez de la noche del miércoles y las 2 de la madrugada del jueves 16 de marzo, acumulando 49 milímetros de agua de lluvia (equivalente a un tercio de los 120 mm promedio anual). Esta tormenta provocó la caída de árboles, afectó casas y anegó calles. Cabe destacar que un milímetro de lluvia equivale a un litro de agua por metro cuadrado.

Se preveían más lluvias

Mendoza se encuentra en una región árida y semiárida, lo que significa que la cantidad de lluvia durante el invierno suele ser escasa en comparación con otras zonas del país. Sin embargo, en 2023, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en su Pronóstico Climático Trimestral (junio-julio-agosto) pronosticaba un invierno con precipitaciones “por encima de lo normal” para la región Cuyo.

Por su parte, el meteorólogo Carlos Bustos, de la Dirección de Contingencias Climáticas, había adelantado en junio que “Se prevé que en los próximos meses se instale el Fenómeno del Niño y aumenten las precipitaciones”. El informe elaborado por el meteorólogo se basa en el reporte de mayo de la National Oceanic and Atmopheric Administration (NOAA), que estima en 87% la posibilidad de que este fenómeno domine el clima.

El “Fenómeno del Niño es el incremento de la ocurrencia de precipitaciones. Esta situación se hizo presente en la temporada agrícola 2015-16, en la cual se registró aumento de las lluvias en la región y mayor superficie afectada por granizo”, explicó.

El doctor Raúl César Pérez, en declaraciones a Los Andes le atribuyó los cambios atmosféricos a la llegada de El Niño a la región. “Como la materia prima para la generación de lluvia es el vapor de agua que aporta el Pacífico por encima de la cordillera, al establecerse un Niño se calienta el agua del océano Pacífico en la superficie, se evapora más agua y los vientos del Oeste tiran esa humedad por encima de la cordillera”, comenzó explicando el físico especializado en atmósferas y nubes.

El especialista en atmósferas y nubes había aclarado que “no sabemos con qué intensidad” llegará el fenómeno de El Niño, que cuenta con cinco categorías (del 1 al 5); “pero significa aumento de la temperatura superficial del océano Pacífico, aumento del vapor de agua en atmósfera en el Cono Sur, produciendo más precipitaciones, nevadas y granizo”.

Una proyección “Normal”

En el último Pronóstico Climático Trimestral, publicado el 28 de julio, para los meses de agosto-septiembre-octubre, se señala en que en Cuyo el nivel de precipitaciones será “Normal”. Situación que también afectará a la zona oeste de Buenos Aires y el sector Atlántico de la Patagonia. De acuerdo al documento se prevé una mayor probabilidad de ocurrencia de temperatura media, con precipitaciones menores al 40%.

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