Política en Off: una foto desatinada, calle de la furia en Godoy Cruz y fiebre de figuritas en el PJ

Lo que se dice y lo que no, lo que se habla y lo que no. Y todo lo que pasa en el detrás de escena de la política mendocina.

La foto desatinada

El aumento de flujo turístico sigue siendo un problema en la frontera con Chile. Las demoras en la aduana se hicieron sentir este fin de semana extra largo, ya que muchos que fueron hacia ese destino perdieron varias horas en el trámite y dieron sus testimonios.

Uno muy particular fue el de una periodista mendocina que viajó al país vecino con amigos. La comunicadora dio testimonio de lo vivido e incluso se publicó una foto del grupo durante su incómoda parada en alta montaña.

El dato llamativo que develó la foto fue que entre los viajeros había un funcionario nacional. Se trata del mendocino Lucas Martínez Navarro, quien tiene un cargo en el propio Ministerio de Transporte de la Nación.

Martín Di Lorenzo, Mariana Lira, Marina Cafaro y Lucas Martínez.
Martín Di Lorenzo, Mariana Lira, Marina Cafaro y Lucas Martínez.

Martínez Navarro, quien milita en el massismo, aparece sonriente en la selfie de los viajeros, a pesar de que padeció, precisamente, uno de los problemas del transporte. Algunos compañeros peronistas señalaron que la foto fue un desatino.

La calle de la furia en Godoy Cruz

El martes pasado, Cambia Mendoza sacó con sus números una media sanción para cambiarle el nombre a una calle Juan Domingo Perón (corredor del Oeste) por Marciano Cantero. A poco de votarse los cambios en el funcionamiento de la Suprema Corte, el radical Diego Costarelli presentó su iniciativa.

Antes de que llegara al recinto, el tema se había debatido en la comisión de Obras Públicas, Urbanismo y Vivienda que preside el peronista Edgardo González. La discusión fue tan acalorada ente González y Costarelli que alertó a las personas que frecuentan el Anexo de calle Espejo.

Es más, tan caliente está el debate, que este fin de semana, diario La Nación le dedicó espacio a la polémica.

Ahí también salió el número oficialista que terminó aprobado el despacho por 5 a 2. A favor votaron el nombrado Costarelli, Cecilia Rodríguez, Mauricio Di Césare, Enrique Thomas y Gisela Valdés. En contra lo hicieron González y tunuyanino Julio Villafañe. Ya se advertía el clima caliente en una semana clave por la reforma del máximo tribunal.

Por eso no sorprendió que en el recinto el peronismo montara en cólera y rechazara el proyecto argumentando que tenía intencionalidad política. Si bien la idea era contar con amplio apoyo, el oficialismo terminó imponiendo los números. El enojo que se vio en el recinto, es el mismo que hay en los pasillos de la Legislatura.

Un detalle: en el mismo departamento y a pocos metros hay otra calle Juan Domingó Perón. Ese fue el argumento que esgrimió Costarelli para impulsar el homenaje al cantante y bajista de Los Enanitos Verdes, recientemente fallecido.

“Hay mucho enojo, pero mucho”, contó alguien que conoce de estos movimientos. Los dardos no solo apuntan a Costarelli, sino al oficialismo en general. Para algunos, resulta inoportuno el proyecto cuando se está negociando el presupuesto y es necesario tener votos peronistas para aprobar deuda para obras. Además porque “no hay apuro, salvo que quieran salir en las fotos, pero lo tiene que aprobar el Senado todavía”.

¿Afectará al presupuesto? Nadie lo quiere asegurar, pero no esconden que hay mala predisposición porque “fue un capricho, no es otra cosa que eso”.

Fiebre peronista por las figuritas

A puro trueque, decenas de mendocinos se congregaron -y congregan- todos los fines de semana en la plaza Independencia para intercambiar figuritas, en momentos en los que la falta de los sobrecitos de Panini ha sido no solo tema de conversación de los chicos en las escuelas, sino que, insólitamente, también ha sido tema de Estado por parte de la secretaría de Comercio de Matías Tombolini.

Lo cierto es que la pasión reúne a chicos, pero también a grandes, en los que en muchos casos los moviliza acompañar a los peques a cambiar las figuritas repetidas con el objetivo de llenar el álbum del Mundial.

Pues bien, las escalinatas de la plaza curiosamente reunió a dos dirigentes del peronismo: por un lado, el síndico del Banco Nación, Marcelo Costa; y por otro lado, el secretario gremial del SUTE, Gustavo Correa.

El secretario general de la CTA y secretario gremial del SUTE, Gustavo Correa, y el síndico del Banco Nación y ex ministro de Hacienda, Marcelo Costa, intercambian figuritas en Plaza Independencia.
El secretario general de la CTA y secretario gremial del SUTE, Gustavo Correa, y el síndico del Banco Nación y ex ministro de Hacienda, Marcelo Costa, intercambian figuritas en Plaza Independencia.

Ambos, rodeados de sus ¿familiares? analizaban atentamente un “toquito” de figuritas, para luego dar rienda suelta a los trueques. ¿Llegaron a un acuerdo? ¿Qué dicen? ¿Uno de ellos salió ganando, o fue un win-win para los dos? Esperemos que alguno de ellos, al menos, tenga al 10 de la selección.

Las “Alinas” del peronismo

Hace un tiempo comentábamos en este mismo espacio que el senador más duro del Frente de Todos-PJ, Lucas Ilardo, sería papá y que muchos esperaban que el legislador camporista se ablandara por la paternidad. En ese momento informábamos que la nueva personita era una nena que recibió el nombre de Alina.

Hay que decir que la paternidad no ablandó el duro corazón del senador, al menos no en sus manifestaciones públicas y sus posturas políticas. Ilardo sigue siendo el feroz crítico de la administración que encabeza Rodolfo Suárez.

La semana pasada, otro hombre del Frente de Todos-PJ fue papá. Se trata del intendente de La Paz Fernando Ubieta. También tuvo una nena. Ya tenía un varón de 13 años, por lo que no es primerizo como Ilardo.

La curiosidad es que la nueva integrante de la familia de Ubieta se llama Alina Paz. No faltan quienes adviertan una tendencia peronista de llamar Alina a sus hijas. En los mentideros de la política también remarcan el segundo nombre de la niña de Ubieta y ahí señalan la diferencia con Ilardo.

Algunos suponen que el intendente le puso Paz por el departamento que le toca gobernar, otros porque Ubieta si es más proclive a ablandar su corazón.

Hipocampo y los memoriosos

Una de las cosas que caracterízan a la política es la memoria. Sin esta característica, sería imposible poder responder las mismas cosas ante similares acciones y también inspirar similares medidas que rara vez van hacia algún lugar.

El problema es que la memoria, suele traer comparaciones que suelen ser odiosas. Una de las medidas conocidas ultimamente que ha traído reminiscencias del pasado fue Plan Director de Optimización y Expansión de la Provisión de Agua Potable, que Rodolfo Suárez ha incluido en el presupuesto 2023 y para el que necesita el aval del Frente de Todos-PJ para que le den los dos tercios de los votos en ambas cámaras.

El plan de Suárez incluye tomar 1 metro cúbico por segundo de agua del río Mendoza a la altura de la central Alvarez Condarco (unos kilómetros más arriba de Blanco Encalada), hacer una planta de potabilización y tender una extensa red de acueductos, uno de esas redes irá por el piedemonte, para llevar agua a los barrios ubicados al oeste de la Panamericana y de la Ciudad de Mendoza.

Como se dijo, los memoriosos no faltan en la política. Y hubo quien rescató el olvido un proyecto de fines de los ‘90, durante la gestión de Arturo Lafalla, conocido como “Proyecto Hipocampo”, que era una propuesta de privados, que pedían la concesión de 2 metros cúbicos por segundo de agua, potabilizarla y llevarla por el pedemonte para permitir el “crecimiento de la ciudad hacia el oeste”.

Aquel proyecto quedó varado en la Legislatura, tras la resistencia de muchos especialistas, que temían que el desarrollo hacia el oeste implicara un sinnúmero de barrios y tierras impermeabilizadas con asfaltos y techos, que transformaran la vida aguas abajo en un peligro latente de aluvión ante una lluvia fuerte.

La gran diferencia es que ahora no habrá concesión a privados y que los acueductos y la potabilización la hará Aysam. La otra diferencia es que hace pocos días se sancionó la ley de Piedemonte, que permite regular ese crecimiento hacia el oeste.

La otra diferencia es que en 25 años, la ciudad ya ha crecido caóticamente hacia el oeste, aún sin que los barrios hayan tenido factibilidad de agua. Algo que ahora el Estado deberá resolver de prepo.

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