El spa en casa es posible: claves para lograrlo

Sal marina, valeriana en el agua de la bañadera, rosas, madera de cedro, lavanda y hasta yogurt. Claves para relajarse todas las noches.

El spa en casa es posible: claves para lograrlo
El spa en casa es posible: claves para lograrlo

Para hacer algo bueno por el cuerpo y la mente, no necesariamente hay que ir a un centro. Una sensación de relajación total también se puede encontrar en la bañera de casa con aditivos elaborados por uno mismo. No es ni caro ni complicado.

Trátese de hierbas disecadas, pétalos, sal marina o aceites etéreos: no hay fronteras que limiten la fantasía a la hora de preparar mezclas para el agua de baño.

Un ejemplo entre un sinnúmero de variantes: mezclar en un pequeño recipiente una taza de yogur natural, dos cucharadas de miel, así como cinco gotas de aceite esencial de naranja y limón. A continuación hay que abrir con un cuchillo una vaina de vainilla, vaciar el contenido con una cuchara y añadirlo a la mezcla.

"Un aditivo para el baño debe añadirse al agua que va llenando la bañera, poco antes de que uno se meta en ella", dice la experta en aromaterapia Maria Hoch.

La temperatura ideal del agua es de unos 37 o 38 grados. Las temperaturas más altas no son adecuadas porque causan estrés a la circulación sanguínea. "Para evitar que la piel se reseque, no se debe usar la bañera más de dos veces a la semana, cada vez durante no más de 20 minutos", recomienda la médica homeopática Ursula Hilpert-Mühlig.

En la cocina o en el frigorífico se pueden encontrar muchos ingredientes básicos para preparar aditivos para la bañera. Eventualmente se pueden añadir algunas sustancias activas especiales. Por ejemplo, si usted quiere desacidificar el cuerpo, puede preparar un aditivo alcalino.

"Un baño así de cuerpo entero es muy estimulante para la salud", afirma la esteticista Renate Donath. Un aditivo alcalino para la bañera está compuesto por unas dos o tres cucharadas de sal marina o sal alcalina.

Un baño con valeriana ayuda a reducir el nerviosismo, dice Hilpert-Mühlig. Para preparar este aditivo hay que hervir en un litro de agua 100 gramos de raíces de valeriana. Si usted padece de trastornos circulatorios, conviene tomar un baño de ortiga. A tal efecto hay que llenar una cubeta de diez litros con ortigas no germinadas, que se pueden conseguir en las herbolarias, por ejemplo.

El contenido de la cubeta debe verterse a la bañera vacía. Después hay que echar la cantidad de agua suficiente para cubrir las hierbas. Todo esto se deja reposar durante unas ocho horas y después se agrega el agua de la bañera. Al término de un baño de unos 15 minutos no hay que secarse con la toalla sino ponerse un manto de lino y dejar descansar la piel, explica Hilpert-Mühlig.

Añadir al agua aceites etéreos hace que la estancia en la bañera se convierta en un auténtico placer. El aroma entra por la nariz y el aceite penetra en los poros de la piel. "Los aceites etéreos en el agua de baño le hacen mucho bien al cuerpo y son un bálsamo para la mente", dice Hoch. Esos aceites pueden aprovecharse de muchas maneras distintas porque actúan como acondicionador de la piel, tranquilizante, relajante, antiinflamatorio, estimulante o como un afrodisíaco.

Al comprar aceites etéreos hay que asegurarse de que sean puros y no estén diluidos con sustancias sintéticas, advierte Donath. Los aceites deben usarse moderadamente porque un exceso produce una intensidad aromática demasiado fuerte y puede generar reacciones alérgicas.

Dependiendo de su aplicación existen aceites etéreos con notas aromáticas muy diferentes, desde rosa hasta bergamota pasando por madera de cedro. "Estos aceites son de por sí insolubles", explica Hoch. Por esto, siempre hay que combinarlos con un aglutinante, por ejemplo con yogur, nata o leche, sal marina, miel o vinagre, o con un aceite vegetal como el aceite de almendra o el aceite de hueso de albaricoque. Tales aditivos para el agua de baño siempre deben prepararse frescos o no guardarse durante más de 24 horas. Como teóricamente el aditivo puede generar alergias, es necesario hacer una prueba aplicándolo a un pequeño lugar de la piel.

Hoch recomienda el siguiente aditivo para el agua de baño en casos de resfriado con tos e inflamación de la mucosa nasal: mezclar muy bien cuatro gotas de lavanda, tres gotas de pino carrasco y tres gotas de cayeputi con tres cucharadas de miel de abeto o miel de acacia y meter esta mezcla en el agua de baño removiéndola. Si usted quiere hacer algo buena para su piel y cuidarla, debe mezclar tres gotas de resina de benjui, tres gotas de aceite esencial de geranio, así como cuatro gotas de bergamota con una taza de nata y agregar esta mezcla al agua de baño.

"Después del baño hay que descansar al menos 20 minutos", dice Hilpert-Mühlig. Lo ideal es tomar el baño en la noche inmediatamente antes de acostarse, porque entonces el cuerpo está relajado y nada impide un sueño reparador y una noche placentera.

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