Mucho ruido, pocos anuncios en la Vendimia

El puñado de funcionarios nacionales que asistió no trajo anuncios rimbombantes, sólo 900 millones para combatir lobesia, una cifra muy inferior a la necesaria para mantener a raya la plaga.

Desayuno de la COVIAR en el hotel Hyatt de Ciudad Vendimia 2022.
Dalmiro Garay, Natalio Mema y Sergio Marinelli.
Foto: José Gutierrez / Los Andes
Desayuno de la COVIAR en el hotel Hyatt de Ciudad Vendimia 2022. Dalmiro Garay, Natalio Mema y Sergio Marinelli. Foto: José Gutierrez / Los Andes

El desayuno de Coviar no tuvo el “efecto revancha” que, en la post pandemia, se registró en otros sectores. No hubo visitas de gobernadores de otras provincias vitivinícolas, sólo estuvo Gerardo Morales de Jujuy. El puñado de funcionarios nacionales que asistió no trajo anuncios rimbombantes, sólo 900 millones para combatir lobesia, una cifra muy inferior a la necesaria para mantener a raya la plaga. La “alegría” por conseguir el financiamiento para Proviar II por 50 millones de dólares se esfumó en San Juan hace unas semanas cuando el ministro Julián Domínguez anunció que el INV manejaría el dinero del BID.

En la previa del discurso de José Zuccardi, en el patio del Park Hyatt no se paraba de escuchar dirigentes enojados con la decisión de Domínguez. Si bien se firmó un acta preliminar de “administración conjunta”, que fuentes de Coviar admitieron que se logró sobre el último minuto, lo cierto es que quedaron con gusto a poco.

La vitivinicultura viene repitiendo desde hace años la queja por las retenciones pero, por ahora, no ha conseguido más que beneficios para quienes exportan hasta 500 mil dólares. De hecho, durante el almuerzo de Bodegas de Argentina, el reclamo en ese sentido fue similar.

No obstante, poco se escuchó sobre la pérdida de rentabilidad sistemática de los pequeños y medianos productores, que no ha tenido una solución de fondo en los últimos 20 años.

Suárez fue claro y durante su discurso sostuvo que “si no aseguramos la rentabilidad de todos los que participan de la cadena de valor, no habrá futuro”. Pero ese tema no estuvo en la agenda profunda y más bien se coló en los discursos dentro de otro mar de pedidos.

El hecho de que el gobierno de la provincia sistemáticamente tenga que salir a intervenir en el mercado de uvas, con diferentes herramientas a lo largo de las últimas dos décadas, hace pensar que las soluciones estratégicas de largo plazo y de fondo no han llegado.

Mientras la grieta entre los vitivinícolas se agrandan, hay quienes quedan en el medio. Vale recordar que 2021 cerró con récord de exportaciones, alcanzando los 817 millones de dólares para los vinos fraccionados pero poco se ha derramado.

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