Vendimia: la Nación no llega con el esperado anuncio de baja en las retenciones

El ministro de Agricultura admitió ayer en su visita que el contexto económico impide extender ese beneficio a grandes exportadores.

Martin Hinojosa presidente del INV y Julián Domínguez Ministro de Agricultura
Martin Hinojosa presidente del INV y Julián Domínguez Ministro de Agricultura

La vitivinicultura espera que el Gobierno nacional baje retenciones a las exportaciones como parte del plan para impulsar a las economías regionales, pero la “pelota” está del lado del Ministerio de Economía de la Nación, y no parece haber mucha predisposición para anunciar mejoras. La obligación de bajar el déficit fiscal, que se firmará con el FMI, impide prescindir de ingresos por ahora.

Así lo dio a entender ayer el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, quien encabezó la Reunión del Consejo Federal Agropecuario (CFA) en Maipú.

“Ustedes saben que las exportaciones de vino inferiores a los 500 mil dólares tienen el beneficio de la baja de las retenciones y, además, tienen un reintegro del derecho de exportación del 7%”.

Agregó: “El resto lo estamos analizando: ustedes conocen el contexto del país. Entendemos el reclamo que tienen aquellos que exportan más de 500 mil dólares, pero en esta etapa es un tema que el Ministerio de Economía está recalculando en función del contexto que todos conocen”.

El reclamo de la industria es histórico, pero ya han logrado beneficios y avances. El año pasado se eliminaron los derechos de exportación a las bodegas pymes que exportan en hasta 500 mil dólares al año. Con ello, el 64% de las bodegas dejaron de pagar tributos. Ese mismo decreto, también incluyó una reducción del 50% para quienes exporten entre 500 mil y 1 millón de dólares, dejando la alícuota en el 2,25%. En tanto, para el resto de las bodegas las retenciones se ubican en el 4,5%.

De hecho, durante una conferencia de prensa, el ministro aprovechó para tirar un “palito” a la industria, teniendo en cuenta el resultado de las exportaciones de 2021.

“En 2001, sin retenciones, estaban todos los productores quebrados y fundidos”, sostuvo Domínguez, en clara referencia a que en 2021 con retenciones, la industria marcó récord de envíos al exterior y logró colocar vinos fraccionados por más de U$S 817 millones.

“La vitivinicultura ha sido un sector privilegiado por la administración. En 2010 se entregaron 50 millones de dólares para mejorar la capacidad productiva de pequeños y medianos productores y ahora se va a financiar con 40 millones de dólares más”, sumó.

Cerró: “El reintegro del 7% de las exportaciones da un saldo positivo. Estamos haciendo un esfuerzo entre todos y la Nación necesita del esfuerzo de todos”.

El evento de ayer, en el que se reconoció a diferentes protagonistas de la industria vitivinícola y que tuvo como anfitrión al presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Martín Hinojosa, parece haber puesto en agenda una nueva reunión con personalidades de la política y del mundo del vino. Allí se reunieron todos los intendentes de la oposición, legisladores del PJ y también los representantes del Gobierno nacional.

La puja bodeguera

El destino y manejo de los fondos del Programa de Apoyo a Pequeños Productores Vitivinícolas, conocido como Proviar II, sigue dando que hablar. Tal como se anunció hace unos días, el Instituto Nacional de Vitivinicultura será la unidad ejecutora del programa que contará con el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo por un monto total de 40 millones de dólares. La primera parte de este programa (Proviar I) fue ejecutada por la Coviar (Corporación Vitivinícola Argentina), pero ahora el destino de los fondos será manejado por el organismo nacional, algo que cuestiona la entidad bodeguera.

Domínguez afirmó que “el Proviar II es una respuesta a la demanda de los productores, de financiamiento e impulso para aumentar la productividad”. Continuó: “Si un mensaje podemos dar a nuestros empresarios, a nuestros inversores, a la dirigencia política, es que Argentina puede vender al mundo todo lo que produce”.

Una párrafo de la charla fue destinada a la puja bodeguera y aseguró que el endeudamiento es del Estado y lo tiene que manejar el sector público.

“Son fondos y endeudamiento que asume el Estado. El sector público tiene que planificar y no se pueden asignar al libre arbitrio. Existen normativas y procedimientos que cumplir y que también exigen los organismos internacionales”, señaló Domínguez.

Advirtió: “Dejen al Estado cumplir el rol que le corresponde, sin pedir cosas que no se pueden hacer. Los recursos del Estado los tienen que manejar los organismos estatales, con la participación de los sectores privados, pero con la transparencia que se exige”.

Domínguez aprovechó la ocasión para llamar a la unidad del sector, principalmente de Coviar y Bodegas de Argentina, que tienen en marcha una disputa que ha terminado por quebrar la confianza entre ambos.

Hinojosa, quien finalmente ejecutará el dinero del BID, reconoció que es la vitivinicultura la única economía regional que va a recibir un desembolso de esta magnitud.

“Es una gran oportunidad para cambiar aquello que entendemos que debe mejorar en la vitivinicultura y para que productores, bodegas y entidades representativas del sector podamos trabajar en conjunto”, comentó.

Además, destacó la necesidad de trabajar en productos de innovación que atraigan a nuevos consumidores. “El sector necesita vender más, necesita poder festejar grandes cosechas y para ello es fundamental la innovación en procesos, productos, envases y canales de venta. El vino, como Bebida Nacional, tiene que volver a ser una bebida de consumo general, y esto implica tener nuevas y accesibles propuestas para consumidores de distintas edades que permitan recuperar momentos de consumo perdidos frente a otras bebidas”.

Cabe recordar que, tras el récord de ventas en el mercado interno durante 2020, en el último año se tomó menos vino en Argentina. Entre enero y diciembre de 2021, los argentinos consumieron alrededor de 100 millones de litros menos que el año anterior, cuando una mayor parte de los consumidores se volcaron a la bebida nacional.

Impacto de la guerra

Argentina exporta a Rusia 10 millones de dólares FOB. Varias bodegas se mostraron preocupadas básicamente porque necesitan cobrar lo enviado a ese país y las restricciones impuestas no lo permiten mientras que otras tienen vinos en camino.

“Lo primero es que estamos trabajando con todas las embarcaciones que están en tránsito. Nuestros agregados a la embajada más el servicio exterior están trabajando en tratar de resolver esta situación”, sostuvo Domínguez.

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