La falta de repuestos de autos impacta en el valor de las pólizas de seguros

Por las dificultades para importar, es difícil conseguir autopartes y su precio ha aumentado por la falta de oferta. Esto hace que los seguros tengan un costo mayor, para poder afrontar reparaciones.

La reducción de la oferta de repuestos de autos, por las trabas a las importaciones, hace que se eleve su precio y también el de las pólizas de seguros.
La reducción de la oferta de repuestos de autos, por las trabas a las importaciones, hace que se eleve su precio y también el de las pólizas de seguros.

Las trabas para importar todo tipo de bienes han provocado demoras en el acceso a autopartes, como también un aumento en los precios. Esto hace que se haya elevado la cantidad de siniestros que se califican de destrucción total, porque reparar el vehículo es más costoso que el valor de mercado de la unidad. Y ambas situaciones se traducen en un incremento en el valor de las pólizas de seguros de automotor.

Un informe elaborado por Cesvi (un centro de experimentación dedicado a la investigación y análisis de la seguridad vial y automotriz) muestra que la disponibilidad de repuestos que se conseguían en uno a tres días cayó 10 puntos porcentuales en comparación con 2019, al pasar del 35% al 25%. Por otra parte, el precio de una canasta de 25 autopartes trepó 292,6% respecto de los valores de diciembre de 2021, con una variación superior a la que mostró el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec en el mismo periodo.

Un productor de seguros local manifestó que cuesta conseguir ciertos repuestos y que tuvo un Renault Clio detenido durante un mes y medio porque había que cambiarle el guardabarros. Y resaltó que es uno de los vehículos más comunes, al igual que el Volkswagen Gol. “A veces estamos cuatro meses para reparar un auto, porque no hay autopartes”, planteó.

Sumó que intervino en otro caso en el que el propietario de una camioneta Toyota 2020 chocó a finales de noviembre. Después de ver un par de talleres, como había dañado un eje, optó por acudir al concesionario oficial en Buenos Aires, que demoró un mes y medio para darle turno, y otros dos meses y medio para conseguir los repuestos. Recién en estos días, el dueño está por recuperar su vehículo.

Añadió que en estos últimos meses ha tenido que liquidar tres destrucciones totales, porque cuando el vehículo recibe un golpe fuerte, por el elevado precio de los repuestos, a veces es más costoso repararlo. A modo de ejemplo, detalló que al arreglo de un Peugeot 208 2020, que había chocado de frente, costaba $5,5 millones, mientras el vehículo tiene un valor de mercado de $3 millones. Pero reconoció que, unos años atrás, era más conveniente arreglarlo.

El productor de seguros Edgardo Juchniuk indicó que la falta de repuestos ha generado una demora en las reparaciones de los vehículos, ya que, si bien los talleres están disponibles, no tienen los elementos necesarios para trabajar. Explicó que hay una página web en la que están inscriptos la mayoría de los repuesteros de todo el país y, cuando una aseguradora carga un siniestro para pedir autopartes, ha habido casos en los que han tenido que retirar el pedido; pese a que es una plataforma de alcance nacional.

Coincidió en que, en los vehículos de mayor antigüedad es más fácil que, cuando se produce un choque y hay que repararlo, se llegue al valor de la destrucción total, que es cuando la reparación supera el 80% de la suma asegurada. Fundamentalmente, por el precio de los repuestos.

Aumento de las pólizas

Por supuesto, todo esto se traduce en un incremento en el costo de los seguros. En los tres primeros meses de 2023, las subas eran relativamente bajas, pero en junio comenzaron a ajustar, de modo significativo, todas las compañías. Así, un auto que a principios de año estaba pagando unos $11 mil mensuales, ahora está en los $13 mil. De todos modos, el valor depende del vehículo, porque, por ejemplo, el paragolpes de un Chevrolet Corsa puede costar $25 mil y el de un Peugeot 208, $250 mil.

Juchniuk reconoció que muchos clientes se quejan por el valor de las cuotas, pero que no tienen en cuenta que todos los meses está aumentado el precio de los vehículos y que el arreglo de un rayón que afecte dos puertas puede costar unos $300 mil.

De todos modos, subrayó como positivo que, pese a la inflación y ciertas dificultades, como las demoras en conseguir autopartes, las aseguradoras están respondiendo. Y recordó que, a principios de los ‘90, con las privatizaciones, se eliminó el reaseguro estatal, lo que llevó a que 120 compañías quebraran y dejó desprotegidas a las personas que tenían siniestros en curso.

Talleres de chapería

Las aseguradoras no son las únicas que tienen inconvenientes ligados a la falta de repuestos. También se ven afectados los talleres de chapería y pintura, que son los que realizan las reparaciones. Darío Vicari, quien ha continuado con el emprendimiento que su padre inició hace unos 50 años, indicó que, por un lado, está el tema de las importaciones, pero que también influye que los comercios no quieren vender autopartes.

Esto, por temor a que, cuando tengan que reponer la mercadería vendida, el precio de venta no les alcance para comprarla nuevamente. Peso a eso, se quejó porque justifican las subas por el aumento del dólar o de los combustibles, pero cuando la divisa norteamericana baja, no se produce un descenso del valor de los productos.

Vicari explicó que la demora para conseguir repuestos es mucho mayor y, si pide cinco o seis cosas, le envían dos o tres y tiene que reclamar las faltantes. Y esto les genera algunos roces con los clientes, porque quedarse sin un vehículo altera toda la dinámica familiar. Como respuesta a esto, en el taller intenta salvar las partes originales, lo que les ha dado buenos resultados. E incluso, disponen de autos reciclados para que la persona pueda movilizarse mientras le reparan el propio. “Siempre hay que cuidar al cliente. Darle una solución”, plantea.

Robos y fraudes

El mismo informe de Cesvi señala que, como consecuencia de la escasez de autopartes, desde el año pasado se ha incrementado los robos de ruedas de vehículos estacionados en la vía pública y también el reporte de robos de autos, camionetas y motos de alta gama. Esto, debido a que se destinan al desguace para vender los repuestos.

Juchniuk comentó que hace poco le tocó atender un caso de un Mini Cooper al que le habían robado la toma del aire del capó, lo que no deja margen a dudas de que fue un robo a pedido. En cuanto a la sustracción total de los vehículos de alta fama, indicó que no es frecuente, porque los propietarios cuidan mucho dónde los dejan.

En cambio, señaló que uno de los mayores problemas que están teniendo es el de los intentos de fraude. Quienes no pueden pagar neumáticos nuevos, se lo pasan al seguro como robados. Los datos de Cesvi indican que el 21% de los siniestros analizados entre junio de 2022 y mayo de 2023 se cerraron con indicios de fraude: el 44,5% de las investigaciones apuntan a robo de ruedas, que tuvo un crecimiento exponencial a raíz de las dificultades con las importaciones.

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