Los datos, publicados por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de la provincia (DEIE), muestran que la evolución de los precios en Mendoza ha estado apenas por arriba de la de Nación.
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Esta aceleración de la inflación ya había sido anticipada por varios analistas y por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que empeoró sus pronósticos para la Argentina, al estimar un menor crecimiento económico para este año, del 4,5%, y una mayor inflación anual, del 41,3%.
Esto, después de que el organismo hubiera previsto, en su último reporte, de abril, que esperaba que la actividad económica (el PBI) creciera un 5,5% en 2025 y que la inflación cerrara el año en 35,9%.
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Rubros con mayores y menores incrementos
La DEIE reveló que los rubros que subieron por encima del IPC general en septiembre en Mendoza fueron: Vivienda y servicios básicos (4%); Otros bienes y servicios (3,8%); Transporte y comunicaciones (3,1%); y Atención médica y gastos para la salud (2,3%).
En cambio, Educación (2,1%); Alimentos y bebidas (1,9%); Indumentaria (1,8%); Equipamiento y mantenimiento del hogar (1%); y Esparcimiento (0,6%) evolucionaron por debajo de la inflación promedio de la provincia.
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Mirada puesta en el dólar
El economista José Vargas, de la consultora mendocina Evaluecon, mencionó que esta suba del IPC en Mendoza, después de que la inflación oficial de agosto fuera del 2% -el relevamiento propio que realizan arrojó 2,4%- responde a aumentos en alimentos, en combustibles (más de uno), en las tarifas de servicios públicos, en medicamentos, en medicina prepaga y en todos los insumos importados.
Sumó que el dólar tuvo un impacto en la inflación del mes pasado, pero que no se trasladó de manera directa a precios, por la sostenida caída en el consumo minorista, lo que representa un obstáculo para que la suba de la divisa estadounidense o de los costos en general pueda trasladarse a los valores que pagan los consumidores finales.
Sobre las perspectivas para los próximos meses, Vargas analizó que la evolución de la inflación va a depender mucho de cómo siga la economía después de las elecciones, y de qué tipo de reformas haga -o no- el Gobierno. Consideró que, hasta fin de año, la actividad económica seguirá amesetada, con un nivel de ventas bastante bajo.
“También dependerá la evolución del dólar: si se devalúa, no se devalúa, si sigue con bandas o no, lo que pueda llegar a ocurrir en cuanto a la inflación para los últimos meses de 2025”, planteó.
Se supo cuál será el precio del dólar este jueves 7 de agosto, cuando abran los bancos
Por debajo de lo previsto por las consultoras
Nicolás Aroma, director del Cefim (Centro de Economía y Finanzas de Mendoza), mencionó que habían estimado una inflación nacional más alta; como casi todas las consultoras. Pero que está por encima del 2%, cuando el Gobierno esperaba que, para esta altura del año, estuviera en torno al 1%.
También señaló que va en alza, aunque sea por unas pocas décimas, lo que evidencia que se rompió la tendencia hacia la baja y que al Gobierno le está costando mucho superar el límite del 1,5% mensual. Analizó que en los valores de septiembre influyeron las variaciones del dólar, que empiezan a impactar en rubros como el de servicios.
“Por supuesto, que cuando uno lo compara con la inflación interanual de años anteriores, está en un nivel mucho más bajo. Eso es positivo”, resaltó el economista.
Aroma coincidió en señalar que las perspectivas futuras dependerán de lo que suceda después de las elecciones y con el régimen cambiario. Sumó que el Ejecutivo nacional sigue manteniendo dos anclas fuertes para evitar la aceleración de la suba de precios: el ancla fiscal y el ancla cambiaria, y que le está costando mucho sostener la segunda, lo que explica el “ruido” en los precios.
Añadió que habrá que ver, en caso de que se produzca una devaluación, cuál es el impacto en precios, que seguramente habrá, pero en una economía tan recesiva y con precios tan disciplinados por el bajo consumo, quizás no sea un traslado de la misma magnitud que en otros momentos.
consumo, inflación, supermercados
Una revisión pendiente del IPC
Aroma planteó que se debe considerar la sensación que tiene la gente del índice (IPC), que es que no está contemplando realmente los consumos de las canastas familiares.
Recordó que el Indec anunció que va a modificar la metodología de cálculo, porque reconoce que los patrones de consumo de 2004, que son los que se utilizan para medir la evolución de los precios hoy, están desactualizados.
Y consideró que eso hace que, algunos meses, los consumidores perciben subas en el supermercado y, en general, en los bienes, por encima de lo que termina informando el organismo nacional y es lo que está impactando en la credibilidad del índice.
“No me parece un dato menor que en este mes está bastante por debajo de lo que muchas consultoras habían estimado, que era el 2,3%, 2,6% y hasta 2,9%”, resaltó.