Gori, a punto de estallar

El ex Fun People repasa parte de su biografía musical y adelanta los planes de Fantasmagoria.

Gori, a punto de estallar
Gori, a punto de estallar

Compositor, guitarrista y cantante al que muchos catalogan como “de culto”, Gori se acercó a la música de niño y en la adolescencia formó Catarsis, una banda a la que define como de “post hardcore pasado por ácido”. Después estuvo unos años en Fun People, prestando su guitarra para canciones perfectas como “Masticar”.

Hoy se divide entre la psicodelia de Fantasmagoria, banda con la que tocó de soporte de  Morrisey y Blondie, y el folk a guitarra alzada de Hermanos de distinto Padre y Madre, dúo que forma con Pil del Villar y es frecuentemente invitado para tocar en otros grupos.

-¿Cuáles son los planes con Fantasmagoria para este año?

-Estamos tocando en distintos lugares de Capital y el Gran Buenos Aires hace un par de meses y tenemos varias fechas más, programadas. Por otro lado, estamos por grabar. A mitad del año pasado empecé a retocar unas canciones viejas y compuse unas nuevas que van a formar parte del disco.

También hay una que es el primer tema de Fantasmagoria no compuesto por mí sino por mi hermano, Gustavo Loncharich, que fue el primer bajista de la banda cuando se formó. Es una canción que se llama Araucaria.

-Fantasmagoria fue elegida mejor banda revelación por Gustavo Cerati; ganó un premio Clarín, tocó en otros países. ¿Te enorgullecen esas cosas?

-Sí pero no las tengo muy presentes. Me concentro más en lo que pasa ahora, como los shows que estamos dando o el hecho de grabar un disco.

-Un CD que vas a producir vos. Tenés vocación de productor.

-Sí, pero más que nada te diría que soy un baterista frustrado. Las baterías de los temas de Fantasmagoria las compongo yo con un programa que se llama Fruity Loops.

-Antes de Fantasmagoria y Hermanos... formaste parte de bandas, como Fun People, con un sonido completamente distinto a los que tenés ahora…

-Sí, a los 13 años más o menos tuve mi primera banda con compañeros del colegio. En esa época me gustaba el punk rock, aunque después conocí otros estilos de música. Por un lado estaba a pleno la movida de Manchester. Amaba a los Pixies, a Birthday Party, y por otro, me gustaba el hardcore más neoyorkino. En esos años armé y desarmé varios proyectos y tocaba en muchas bandas a la vez.

-¿Y en qué momento empezaste a dispersarte menos?

-Cuando mi hermano llevó a mi casa una portaestudio y una caja de ritmos, cambió todo: me di cuenta de que me podía clonar y grabar yo solo. En ese tiempo yo ya conocía cierta nueva psicodelia tipo My Bloody Valentine y la antigua psicodelia de Syd Barrett. Mi banda de ese momento se llamaba Catarsis y era como un post hardcore pasado por ácido.

-Después, ¿qué vino?

-Justamente en un show de catarsis nos vio el Chuli, bajista de Fun People y cuando se quedaron sin guitarrista me invitó a sumarme a la banda.

-¿Cómo recordás los años de Fun People?

-Fueron tres años muy intensos de grabar, girar, viajar, conocer gente, lugares, equiparme, una experiencia muy buena, hasta que en 2001, cuando volvimos de una gira por Estado Unidos, decidí bajarme y armé Fantasmagoria.

-Hace poco tocaste con Nekro para su cumpleaños y había buena química entre ustedes…

-Sí, tenemos una buena relación y me gustó mucho que toquemos de nuevo juntos. El público estaba entusiasmado y se subían al escenario varios fans que me abrazaban, lástima que fueran todos hombres… (Risas)

-¿Fantasmagoria se venía gestando antes que te fueras de Fun People?

-Sí, antes de irnos a tocar a Estados Unidos le había pasado un cassette a mi hermano con unas canciones que no tenían nada que ver con lo que hacía en Fun People. El cassette tenía una tapita que decía Fantasmagoria.

Cuando terminé de tocar con Fun yo, que soy bruto y descuidado con los instrumentos porque creo que son para curtirlos y no para adorarlos, tenía las dos violas eléctricas rotas y compuse forzado con la electro acústica que pensaba remplazar por la eléctrica. Pero en el primer ensayo me pareció genial cómo sonaba y no remplacé la guitarra acústica nunca más. Así que como con Fun había juntado guita, decidí invertirla en una nueva banda y grabamos el primer disco.

-¿Cuándo supiste que ibas a ser músico?

-De nene. M i papá tocaba la guitarra y tenía una en el departamento donde vivíamos. Un día descubrí que podía tocar las tres primeras notas de la canción de “El Hombre Nuclear”.

Paralelamente le sacaba los tupper a mi vieja para tocar la batería arriba de un disco de Kiss. Mi papá me orientaba un poco. Es gracioso porque casi se puede decir que de los 8 a los 12 años sólo escuché Kiss. Menos mal que tenían muchos discos. (Risas) Mi papá me ponía de ejemplo al batero de The Police pero yo jamás hubiese acreditado a una banda con ese nombre.

-¿A Michael Jackson no lo escuchabas?

-Sí, pero no le decía a nadie. Lo mismo que con Los Parchís, cuando era todavía más chiquito. (Risas)

-De los Parchís y Kiss al punk rock ¿Cómo fue eso?

Gracias a Feliz Domingo donde vi a Los Violadores con remeras de los Pistols que yo no sabía quiénes eran. Me fui a los negocios roqueros que en ese tiempo había en la calle Lavalle y me compré Never Mind the Bollocks en cassette y llegué a casa. Lo puse muy ansioso. Al escucharlo, pensé: “Esto es como Kiss pero enojados”.

-¿Tenés ganas de tocar en Mendoza?

-Obvio. Y lo podría hacer tanto con Hermanos como con Fantasmagoria o con las dos.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA