Sexo tántrico: el culto a la mujer y el orgasmo en todo el cuerpo

La expansión en occidente de prácticas meditativas y yoga trajo consigo el aprendizaje de una nueva forma de tener sexo, que involucra la conciencia de tiempo, espacio, respiración y enegía. El sexo tántrico no excluye la genitalidad por completo, pero resalta otros modos de abordar el cuerpo, dando especial atención al goce femenino

Como tantas prácticas vinculadas a la meditación, el yoga y el mindfullness, el sexo tántrico busca, sobre todo, una conexión profunda con la otra persona, a través del movimiento de energías que pasan por el cuerpo y pueden producir sensaciones de gran intensidad. No se busca el orgasmo como resultado de la fricción de los genitales, sino que forma parte de la conexión con la otra persona en el presente.

En realidad, el sexo tántrico en sí no existe, sino que existe el Tantra, una “experiencia holística” con origen budista. Según el sistema de creencias propuesto por esta filosofía o religión, esta práctica ayuda a las personas a ser conscientes de lo que les rodea y de lo que ocurre en su propia energía interna. En occidente, se lo vinculó con prácticas sexuales.

Cada centímetro de piel cuenta
Cada centímetro de piel cuenta

Por ello se considera que es una forma de practicar sexo más allá de lo de tradicional. “Alude a una serie de prácticas y técnicas ancestrales que enseñan a mover la energía sexual por todo el cuerpo”, describe María Lucía Banker, mentora en Transformación y Maestra tántrica, en la publicación CuidatePlus.com.

Quien practica sexo tántrico “aprende a circular esa energía con su pareja, formando un circuito que los recarga a ambos”. Es una práctica que va más allá de lo físico. “Se considera una forma meditativa”, señala. De hecho, según ella, “quien practica sexo tántrico deja de tener orgasmos genitales para convertirse en un ser orgásmico, es decir, experimenta un orgasmo de cuerpo completo”.

El sexo tántrico se parece a experiencias desarrolladas recientemente desde el ámbito de la psicología y que a la vez se inspiran en la meditación, como el Mindfulness. El Tantra intensifica la experiencia sexual porque pone toda la atención en la práctica sexual. La mente y el cuerpo se fusionan e intensifican las sensaciones y la experiencia.

“En muchas ocasiones las personas no experimentan nuevas cosas, ya sea por el prejuicio o por mitos”, indica Banker. “Para abrir la mente, es clave aceptar que nos queda mucho por aprender”. Investigar, leer sobre el sexo tántrico o permitirse vivir la experiencia de un taller, una clase o mentoría de esta clase “es algo que da la experiencia para verificar lo que se siente”. Pero si bien es conocido por su nombre, quizá no resulta tan familiar en la práctica pese a ser relativamente simple.

PAREJAS. La pandemia complicó los encuentros y el disfrute sexual en las parejas (AP / Archivo)
PAREJAS. La pandemia complicó los encuentros y el disfrute sexual en las parejas (AP / Archivo)

Cómo se practica

Una de las claves del éxito del sexo tántrico está en la relajación. Esto es así porque “la energía no puede circular en un cuerpo tenso o estresado”. Es fundamental “aprender a relajar el cuerpo, pero sobre todo, a deshacerse de nudos o tensiones musculares”, señala la experta.

La idea, por tanto, no es realizar sexo para relajarse sino relajarse para realizar sexo. “El sexo tradicional relaja por el solo hecho de producir hormonas que son muy beneficiosas para la salud como la oxitocina o la dopamina, químicos potentes producidos de manera natural por nuestro sistema endocrino y que sirve para la relajación”, afirma Banker.

Para ello es necesario crear una atmósfera relajante, que se encuentren “limpios de energías negativas”. Para limpiar los sitios, su recomendación es “quemar salvia blanca, con incienso y usar sonidos de cuencos tibetanos o con mantras”. Según la experta “la música produce frecuencias que armonizan o desarmonizan los ambientes”.

Una vez armonizado el espacio, “podemos hacerlo más agradable con velas, aceites esenciales, flores, con el sonido del agua o con una música erótica o relajante, según el estado de ánimo de la persona”. Para finalizar, si se quiere involucrar a todos los sentidos, también se puede llevar vino, fresas o frutas y alimentos afrodisíacos que invitan al deleite sensorial”.

Imagen ilustrativa
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Requiere hábitos saludables

Tener unos buenos hábitos como una alimentación sana y equilibrada y practicar ejercicio físico con regularidad son muy importantes en el sexo tántrico.

“Más allá de estar relajados para poder circular energía, se requiere un proceso de desintoxicación previo porque la energía tampoco puede circular en un cuerpo que está lleno de residuos tóxicos que provienen de malos hábitos alimenticios y de una vida sedentaria”. Por eso, otro de los consejos para su práctica es “cambiar el estilo de vida y los hábitos para que puedan experimentar el flujo de energía y alcanzar estados de gozo, placer y éxtasis”.

La respiración es clave

La manera en que se circula la energía sexual en el cuerpo “es por medio de técnicas de respiración” asegura la especialista. Con solo respirar de “manera lenta y profunda se involucran otras partes del cuerpo como el estómago y el diafragma, por lo que pueden alcanzar estados de relajación mayores que permiten una expansión de la energía orgásmica”, define. Por eso, los expertos en sexo tántrico hablan de orgasmos de cuerpo completo, que se consiguen gracias a las técnicas de respiración que producen “una descarga prolongada de oxitocina”.

Justo antes del encuentro sexual, es necesario colocarse frente a la pareja, desnudos, el uno delante del otro. La respiración tántrica se emplea para aquietar el propio y controlar la inspiración y la expiración, de forma que la atención se centre en la entrada y salida de aire por la nariz. Hay que tener los ojos cerrados y hacerlo durante cinco minutos. Cuando uno ha controlado su respiración, es el momento de conectar con la respiración del otro y fusionar ambas respiraciones. Entonces, nuestra pareja comienza a ser alguien con quien conectamos y disfrutamos de la experiencia como una sola entidad.

Posturas

“No se debe caer en la creencia falsa de que la cantidad de posturas es lo que hace un buen sexo”, asegura Banker, ya que no es la cantidad de técnicas ni posturas lo que asegura un orgasmo memorable.

En cuanto a la duración en este tipo de práctica sexual, también advierte de que “es un cliché pensar que el sexo tántrico consiste en cuánto puedes durar en una relación sexual”. En su opinión, “la duración es lo de menos”.

Side view of nude sensual woman in bed
Side view of nude sensual woman in bed

Evitar la eyaculación

La característica que diferencia al sexo tántrico del resto de practicas sexuales está en la eyaculación. “Algo clave en el sexo tántrico es que los hombres que aprenden a practicar tantra llegan a evitar la eyaculación”, añade Banker.

Esto, según la experta, “es una técnica (denominada inyaculación) que se practica y que consiste en reparar la eyaculación del orgasmo”. Tal y como indica “esto es posible hacerlo porque la eyaculación es un acto reflejo que no está ligado al clímax. Por medio de ella, los hombres aprenden, de alguna forma a reabsorber el semen y experimentar orgasmos más intensos que por medio de la eyaculación”.

Gracias a esta práctica de inyaculación Banker asegura que “los hombres se vuelven multiorgásmicos, ya que no tienen que esperar al ‘periodo refractario’ para recuperar la erección”.

Fundamentos del sexo tántrico

1. El presente es sagrado: Poner el foco de atención en el aquí y el ahora hace que nuestra mente no esté rumiando, por lo que nos podemos entregar más a fondo. Para el Tantra, el único tiempo que existe es el presente. Para poder experimentar el presente sagrado, es necesario abrirse a la persona y tomar conciencia sobre el lugar, la situación, la piel de la pareja, su pelo, su olor

2. Contacto visual: Desnudos el uno frente al otro, es posible aumentar la conexión simplemente manteniendo el contacto visual. Nuestro cerebro está preparado para detectar y reconocer matices muy pequeños en el movimiento de los músculos de la zona de los ojos del otro, de modo que buena parte del lenguaje no verbal reposa sobre el acto de entrelazar miradas.

3. Control de los chakras: Esta práctica favorece el intercambio energético entre los miembros de las relaciones íntimas. Para poder trabajar los chakras, según este conjunto de creencias religiosas, uno debe ponerse boca a abajo y la pareja, entonces, puede realizar un masaje por todo el cuerpo, desde los pies hasta el primer chakra, pasando por los 7 principales. Después, el miembro de la pareja que estaba boca abajo se da la vuelta y el otro realiza un masaje desde la coronilla hacia los pies. Una vez que se ha masajeado todo el cuerpo de uno de los miembros de la pareja, los dos cambian de roles. Una vez los hayan experimentado este masaje, están listos para el encuentro sexual.

4. Exploración del valle: El Tantra también se conoce como el culto a lo femenino. Lo femenino hace referencia a las características arquetípicas respecto a la experiencia vital de las mujeres, en el sentido de la ternura, la escucha, la suavidad y sensibilidad. Para trabajarlo, el hombre debe mostrar una actitud de atención plena y atención receptiva hacia el cuerpo de su pareja: Escucharlo, percibirlo, sentirlo con sutileza y en su totalidad. El aumento de excitación de la mujer también proporcionará un inmenso placer al hombre.

5. Descubrir el universo nuevo: Para hacerlo, los miembros de la pareja deben buscar un papel en blanco y dibujar, cada uno, el cuerpo del otro tanto por delante como por detrás . Cada uno colorea con un color distinto las partes del cuerpo de su pareja que considera que son zonas erógenas. Luego llevan a cabo la comparación de sus ideas. En el próximo encuentro sexual, llevan a cabo sus descubrimientos.

6. Los distintos ritmos: Es necesario ir cambiando los ritmos en el encuentro íntimo con la pareja. Así es posible emplear la variedad sin necesidad de cambiar de compañero. El cambio de intensidades y ritmos incrementa la energía de excitación y ayuda a tener orgasmos más intensos. Un ejercicio tántrico que se puede practicar es el siguiente: Cuando los miembros de la pareja están en un encuentro íntimo, deben ir variando el ritmo y la intensidad de las caricias, especialmente en las zonas erógenas. Esto no solo debe hacerse en los preliminares, sino también durante el coito.

7. Dominio del orgasmo valle: La eyaculación es el resultado de lo que se entiende como orgasmo pico, aquel de corta duración y que termina en una explosión de energía. Pero el dominio de la eyaculación nos lleva al orgasmo valle, que consiste en el orgasmo de todo el cuerpo, que no adelanta el fin del coito porque la erección no cede y el clítoris puede seguir siendo estimulado sin molestia.

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