Se esperaba mucho, dieron poco

Estaba claro que tanto Huracán como Rodeo del Medio se jugaban mucho en el partido de ayer, por eso tampoco extrañó que el partido termine empatado sin goles.

De esta manera el Globo le descontó un punto a Pacífico y mantuvo la diferencia de seis puntos con el "Toponero", que el miércoles enfrenta al CEC por el partido pendiente y con la chance de quedar a tres unidades de Huracán, con nueve en juego.

Los primeros 45 minutos fueron fueron un monólogo del Huracán de Gonzalo Torres y el “Tanque” Giménez ya que, al igual que ante Luján, generó mucho pero no convirtió, un mal que lo viene persiguiendo en los últimos partidos.

Es que la idea que la dupla técnica le implementó el equipo se cumple a rajatabla, ya que se intenta jugar por abajo. Pero se sabe que la gente en el General San Martín empuja y por momentos los jugadores pierden paciencia y la pelota comienza a volar por los aires, sobre todo cuando la noticia de la derrota de Pacífico se expandió como un reguero de pólvora y eso hacía que pocos pudieran domar los nervios.

En la primera parte el local iba y la visita esperaba y trataba de sorprender como lo hizo el “Chori” Mortes por la derecha en una jugada que le sacaron el gol en la línea. Pero a los pocos minutos llegó un claro penal sobre Gabriel Moyano que Javier Videla se encargó de atajar y amargar a la “Número 1”.

Después llegó otra clarísima para Huracán, pero el “Torito” Lucero definió mal ante la salida del arquero del "Toponero".

Muchas ocasiones, pocos goles. La ecuación no cerraba.

En el segundo tiempo no cambió mucho el partido, salvo que los dirigidos por Juan Bermegui equilibraron el dominio del balón, aunque el empate era cada vez más negocio para la visita.

Sólo se contabilizó una situación clara de gol en el segundo tiempo y fue otra vez para Cristian Lucero.

Se viene una recta final no apta para cardíacos, ya que Huracán se jugará mucho en su visita a San Martín, mientras que Rodeo tiene que enfrentar el miércoles al CEC y el fin de semana a Luján para tratar de soñar con una recta final de novela.