Política en Off: la carta fallida de Anabel y el enojo de algunos con Suárez

Lo que se dice y lo que no, lo que se habla y lo que no. Y todo lo demás que pasa en el detrás de escena de la política mendocina.

La carta que no fue de Anabel y Alberto

La llegada de Alberto Fernández a Mendoza, prevista para hoy, había puesto en alerta al kirchnerismo local. En el sector se lanzaron a la búsqueda de una estrategia para quitarle al gobernador Rodolfo Suárez la chance de llevarse el rédito político de una foto que pudiera demostrar que era posible tender puentes sobre la grieta.

Las encuestas no favorecen al Frente de Todos en Mendoza. Dicen que nuestra provincia se ha vuelto el paraíso “chetoslovaco” de la Argentina: dicen que Alberto y Cristina no gozan del beneplácito de los mendocinos y que Mendoza es la provincia mas antikirchnerista del país. Una noticia que se interpone en las aspiraciones de llegar a la gobernación que tiene la mimada de la vicepresidenta de la Nación, la senadora Anabel Fernández Sagasti.

En la política nunca faltan los que cuentan cosas. Alguien cuenta que rápidamente encargaron la impresión de un número no determinado de cartas dirigidas a los mendocinos, con las firmas de Anabel y Alberto estampadas al pie. A dos colores dirían los conocedores de la industria gráfica, con lo que el costo de la impresión es un poco más caro que un simple papel obra A4 sólo con la tinta negra del texto. En la carta hay detalles en celeste, que juegan con el blanco del papel.

La carta hace alusión a la difícil situación que desató la pandemia. A las dificultades económicas que desató, pero que “no te vamos a dejar solo”. Además, trae recomendaciones para prevenir la dispersión del Covid-19. Supuestamente, la idea era sacar a toda la militancia y repartir los ejemplares impresos en las casas de los mendocinos del Gran Mendoza.

Desde otro lado, cuentan que la carta se repartió la semana pasada, a modo de prueba, en un barrio de Las Heras. Dicen que testearon después de la distribución y que el resultado fue bueno. Sin embargo, aún hay dudas acerca de la viabilidad del papel. Aseguran que no está descartada la carta y que la llegada de Alberto, si alguna vez llega, puede usarse para fortalecer el posicionamiento de Fernández Sagasti.

Un detalle que parece avalar esta última versión: los ejemplares no tienen fecha. Tal vez las cartas habían sido impresas mucho antes y nunca se usaron; pero todavía pueden usarse, cuando el Presidente venga, si viene en contexto de pandemia. Si no, el gasto de la impresión habrá sido inútil.

Simón dice, y otros lo desdicen

El caso Teresa Day sigue dando mucha tela para cortar en la política. Y en la Justicia. El dictamen del Fiscal de Estado que se conoció la semana pasada no causó mucha sorpresa en el Gobierno, donde ven a Fernando Simón como un brazo del peronismo en ese organismo de control. Claro, antes de llegar a ese cargo de la mano del ex gobernador Francisco Pérez, fue senador del PJ. Igual en esta novela nadie está libre de pecado: Dalmiro Garay, el presidente de la Corte, fue ministro de Alfredo Cornejo, por medio de quien llegó al máximo tribunal.

Pero volvamos a Simón: dos abogados radicales de larga tradición en el partido, Fernando Armagnague y Miguel Mathus Escorihuela, hicieron una presentación para que la Sala II de la Corte, que conduce el filoperonista Omar Palermo y donde se tramita la impugnación a Day, ignore el dictamen del Fiscal de Estado. Ambos letrados sostienen que Simón se “extralimitó” en sus funciones al opinar sobre este conflicto judicial.

El pedido de “desglose” del escrito del Fiscal de Estado sostiene que Simón solo puede actuar cuando se trata de intereses patrimoniales de la provincia. “Se ha metido en un terreno que no le corresponde, porque el objeto del plenario es determinar abstractamente qué debe entenderse sobre el ejercicio de la profesion de abogado. Pero él va más alla y dice que la doctora Day no tiene las condiciones”, argumenta Armagnague, para quien esta discusión jurídica (y política) carece de razón porque “la doctora Day ya es jueza, ha tomado juramento y ha dictado sentencias”.

De paso: el plenario convocado por Palermo para resolver este entuerto, mal que le pese a Armagnague, se hará y ya está designada quien reemplazará a Day (que se apartó de la causa) en la votación. No será Aída Kemelmajer (como sugirió con picardía el ala peronista de la Corte) sino la camarista Alejandra Orbelli.

A Ramón no le cree (casi) nadie

Las encuestas en tiempos de pandemia no abundan y se entiende: no se puede andar por la calle tocando timbres para preguntarle a la gente qué opina de determinado político o funcionario. Por eso, una alternativa que encontraron muchos consultores fue sondear a través de las redes sociales o por teléfono. De allí han salido todas las que se han difundido en los últimos meses.

En Mendoza, la última encuesta que trascendió la hizo Reale Dalla Torre y, curiosamente, está hecha de manera presencial, lo que revela que puede haber detrás un cliente muy poderoso (el Gobierno, dicen algunos mal pensados) interesado en que las respuestas sean bien fidedignas.

Este sondeo, realizado entre el 21 y 25 de agosto, abunda en la opinión de los mendocinos sobre la Reforma Constitucional y por cierto muestra un amplio apoyo a la propuesta del gobernador Suárez. Sin embargo, lo más jugoso de la encuesta está al principio, cuando se consulta a los encuestados sobre la “credibilidad” de los dirigentes. El ranking lo lidera el Gobernador (63%) y segundo está el presidente Alberto Fernández (52%), curiosamente por encima de Alfredo Cornejo (49%).

Abajo de todos aparecen dos dirigentes mendocinos con mucho protagonismo político y muy vinculados al gobierno nacional por estos días. Una es Anabel Fernández Sagasti (29%), a quien su cercanía con Cristina Kirchner le sigue jugando para atrás. Pero el otro es el que peor cosecha tiene: José Luis Ramón tiene 20% de credibilidad, es decir que solo uno de cada cinco consultados le cree al fundador de Protectora, que ya ni con su ex socio y ex amigo Mario Vadillo se habla.

Un Consejo Económico… ¿de pospandemia?

Así lo califican con sorna y algo de malicia desde parte del peronismo. Lo cierto es que el Consejo Económico, Social y Ambiental sigue a las vueltas y todavía no logran ponerlo en marcha. Con la ley en la mano, aprobada ya hace más de un mes, todavía el Poder Ejecutivo trabaja en su reglamentación y esperan que antes de fin de año puedan lograr tener la primera reunión, ya con todos sus representantes.

Pero las diferencias y discusiones entre los partidos políticos afectaron a uno de los proyectos que viene pidiendo el PJ desde hace ya varios años; así como también lo que fue una propuesta de campaña de Suárez. Pese a haber tenido el apoyo tanto del oficialismo como de la oposición, la letra chica de la organización y conformación del mismo alejaron al peronismo de la idea radical.

Desde ya, la oposición se está encargando de decir que el Consejo Económico “no va a servir” porque llega “tarde y mal hecho”, y cuestiona a Suárez al decir que debería haberlo conformado para tratar la pandemia del coronavirus, y no luego. “¿El Consejo Económico cuándo funcionará? ¿Cuándo termine la pandemia? ¿Cuando llegue la vacuna?”, se preguntan irónicos.

Lo importante, para el oficialismo, es pensar una Mendoza de los próximos 20 o 30 años y no con una agenda marcada estrictamente en el combate de la pandemia. Pero para parte de la oposición, se pierde una oportunidad de haber tratado temas latentes de los que se requieren soluciones rápidas.

La ira de Dios (o de sus pastores)

Este fin de semana circuló un comunicado firmado por siete pastores evangélicos, titulares de asociaciones evangélicas a las que representa el senador de Cambia Mendoza (y también pastor) Héctor Bonarrico, un aliado del Gobierno en la Legislatura.

El comunicado despotrica contra la decisión del Gobierno provincial de restrigir el número de asistentes a los servicios religiosos que “deben funcionar con tan solo 10 personas por reuniones, sin importar y tener en cuenta el espacio físico con que los templos cuentan”.

En el comunicado, los pastores señalan que la limitación fue tomada “ignorando el señor Gobernador que la salud espiritual, mental y psicológica es primordial en la contención del ser humano, la cual merece ser respetada, alentada y atendida, junto a un conjunto de medidas para apalear al Covid-19”.

Los pastores no solo quieren darle una paliza al Covid-19, sino que también señalan que la “salud y buen estado espiritual y mental se consigue en los lugares de cultos religiosos, llámense musulmanes, judíos, testigos de jehová, católicos apostólicos romanos, evangélicos, adventistas, etcétera”.

En el comunicado, señalan que Suárez dijo que la decisión la tomó “luego de reunirse y consultar a sacerdotes, ministros religiosos y pastores. Los abajo firmantes ignoramos quiénes fueron los representantes que asistieron a la consulta”. Así los evangélicos toman la posta de lo que dijo el arzobispo Marcelo Colombo la semana pasada sobre las restricciones y supuestas consultas.

“Señor Gobernador: las medidas tomadas nos parecen arbitrarias, desacertadas, discriminatorias, persecutivas, amenazantes e intimidantes hacia la fe en conjunto” dicen, y luego señalan que las restricciones “se fundamentan en los casos que ocurrieron en el departamento de San Rafael, según la información que le hacen llegar al Sr. Gobernador son inexactas y que faltan a la verdad”.

Más allá de los errores ortográficos, los religiosos dicen que el pastor de San Rafael que contagió a sus fieles contrajo el virus por ir a visitar a una persona que trabaja en salud que padecía cáncer, lo que consideraron un “trabajo heroico y humano” que “arriesgó si vida en consolar a una persona ya muriente”.

¿La ira desatada de los evangélicos tendrá repercusiones políticas? Según señalan en el comunicado, las siete asociaciones que firman el comunicado representan el 80% de los fieles de ese culto y Bonarrico es su representante en la política.

Un cornejista opacado

El proyecto de Reforma Constitucional tuvo como mandato, por parte del Gobernador, que fuera su vice Mario Abed quien negocie con la oposición y también, a la hora de hablar con los medios, coordine voces y acciones.

Sin embargo, el senador Diego Costarelli no quiso perderse de dar su opinión al respecto de las modificaciones en la Carta Magna y envió una opinión a distintos medios, incluido Los Andes. La prensa que tuvo el legislador cornejista no cayó bien en el seno de Cambia Mendoza, justamente porque quienes refunfuñan sostienen que se salteó el protocolo.

“Está buscando el protagonismo que perdió porque no está más Cornejo”, dicen por los pasillos de la Legislatura con cierto malestar. Hay quienes sostienen que la caída de categoría de quien fuera jefe de bloque de Cambia Mendoza durante la gestión del ex gobernador “le pegó mal” y ahora quiere recuperar luces y flashes de aquella época.

“Antes era jefe de bloque, ahora es uno más y hace esas cosas por atrás porque no se banca la situación”, aseveran los correligionarios a los que no les cayó nada bien la jugada de Costarelli para lograr (según ellos) protagonismo mediático.

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