El Gobierno mostró que bajó la deuda en dólares y se comparó con la Nación

El ministro de Hacienda, Víctor Fayad, aseguró que se debe al superávit de la Provincia y dijo que el descalabro del dólar paralelo no afecta en tal sentido.

Ministro de Hacienda y Finanzas, Víctor Fayad
Foto: Orlando Pelichotti
Ministro de Hacienda y Finanzas, Víctor Fayad Foto: Orlando Pelichotti

En medio de un día complejo por el descalabro cambiario, el Gobierno difundió los índices de deuda pública en dólares de la provincia y los comparó con los de la Nación. Según informaron, en Mendoza se redujo 29% con respecto a diciembre de 2019 y por el contrario, a nivel nacional aumentó un 23% durante el mismo periodo.

Cuando asumió Rodolfo Suárez la gobernación, la deuda era de U$S 1.378 millones y a marzo de 2023, se ubicó en U$S 976 millones, informaron. En contrapartida, Alberto Fernández comenzó su gobierno con U$S 323.065 y el primer trimestre de este año cerró en U$S 397.788.

El ministro de Hacienda, Víctor Fayad, explicó a Los Andes que la baja de la deuda se debió a un superávit constante de la gestión. “Cuando tenés superávit pagás deuda y cuando hay déficit, la aumentas”, indicó.

Nadie que no tenga superávit puede desendeudar, salvo que te sientes con el acreedor y te saque una parte de lo que debías. Son procesos de recorte, que solo desde el punto financiero pueden ser positivos en corto plazo, pero generalmente traen un problema social grande”, amplió.

Y ratificó que “no existe ninguna administración que se pueda desendeudar sin superávit. También no se puede pagar, es decir defaultear, pero la deuda va a seguir existiendo”.

Eso ha ido ocurriendo en los últimos años. La baja la medimos en moneda dura para hacerla más razonable la comparación. Pero básicamente, bien medida la deuda, ha bajado tanto en dólares como en pesos constantes. Obviamente con inflación todo sube, pero la deuda ha subido menos que la inflación”, sostuvo Fayad.

Además prometió que los índices seguirán bajando en el último año de gobierno: “Nosotros vamos a pagar las amortizaciones en tiempo y forma como corresponde. Eso tendrá su impacto en la deuda general. Por la Ley de Responsabilidad Fiscal tenemos que entregar nuestra gestión con una deuda menor”.

Y se defendió de las críticas, al sostener que “no se puede olvidar de dónde viene la deuda”. Dijo que a principios de 2016, durante el gobierno de Alfredo Cornejo, tras la presidencia de Cristina Kirchnerno existía mercado local y no existían ahorristas”, entonces debieron hacerse cargo de una “bola de nieve gigantesca de compromisos” que había dejado Francisco Pérez.

“Nosotros lo hicimos porque no había otra fuente y porque la brecha de cambio no era tal y las perspectivas eran otras”, aseguró.

No afecta la corrida cambiaria

El ministro dijo que la disparada del dólar blue, no tiene correlación con el pago de la deuda, ya que ellos la abordan al cambio oficial. “Desde 2016 hasta ahora, en cada vencimiento de nuestra deuda con moneda extranjera hemos podido acceder al mercado oficial de cambio para pagarla. Por lo cual, aunque el riesgo sea mayor, la deuda ha salido bastante barata”, comentó.

Y dijo que “con las cuentas ordenadas nunca fue un problema. Para algunos puede serlo, porque los inversores no confían en ellos. Pero la deuda es perfectamente sostenible”.

Lo que criticó el ministro del “desmanejo monetario” del gobierno nacional es que “los importadores no consigan los insumos para producir, que las empresas no tengan la capacidad de importar maquinarias para ampliar sus instalaciones y contratar más gente”.

“Ni hablar de medicamentos importados o los repuestos para el transporte público, son elementos que van deteriorándose y cada vez son más difíciles de conseguir”, comentó.

Y agregó: “Me preocupa que los exportadores reciban un tipo de cambio que es la mitad de lo que podría ser y la inflación del orden que tenemos”.

En cuanto a la deuda de la Nación, sostuvo que “es la consecuencia de un déficit creciente que tiene el gobierno nacional y no hace nada para modificarlo”.

“Lo único que se les ocurre es inventar nuevos impuestos, a contramano de lo que hacemos nosotros. Desconociendo que es tanta la presión fiscal que la gente se corre y deja de pagar”, consideró.

Y enumeró “los aumentos de gastos públicos deliberados en un contexto en el que nada sobra, una cantidad enorme de nombramientos en organismos públicos, déficits de empresas públicas, moratorias y medidas que van en contramano. En consecuencia, la deuda sube”.

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