"No me imagino a nadie que no continúe con las cosas que se vienen haciendo", afirmó Alfredo Cornejo cuando Los Andes le preguntó por la sucesión en la gobernación.
Alfredo Cornejo rompió el hielo con Ernesto Sanz, de quien estaba distanciado. Quiénes son los funcionarios que quieren aportar un candidato para 2027.
"No me imagino a nadie que no continúe con las cosas que se vienen haciendo", afirmó Alfredo Cornejo cuando Los Andes le preguntó por la sucesión en la gobernación.
En la entrevista publicada el domingo, el gobernador también dijo que "Mendoza necesita equipos que trasciendan el mandato de cuatro años". Fueron dos fuertes señales del escenario que se puede venir después de las elecciones legislativas, cuando empiece a asomar en el horizonte el siguiente y crucial reto en las urnas de 2027.
Cornejo confía en que el resultado de este domingo lo volverá a legitimar como líder del oficialismo provincial. Esto se suma a que, tanto propios como extraños, descartan que el gobernador vaya a ser un "pato rengo". O sea, alguien cuyo poder irá declinando rápidamente en la segunda mitad de su mandato, como les ha pasado a casi todos sus colegas.
Todo lo contrario: en sus últimos 24 meses Cornejo buscará consolidar un "legado" de gestión y se espera, entre otras medidas, que invierta casi todos los fondos que quedan del resarcimiento de la promoción industrial para sostener a la obra pública.
Como tiene la intención de retener el poder hasta el final, por supuesto que el gobernador incidirá fuertemente en la elección de su heredero, el continuador de la obra, quien a su juicio deberá cumplir con condiciones que, a priori, alientan más las chances de unos que las de otros.
Por ejemplo, Luis Petri no es alguien del equipo de Cornejo. Además, la definición de las candidaturas de la alianza de la UCR con La Libertad Avanza (que sacó al propio Petri de las filas del radicalismo) sumó mucho estrés a esa relación.
Otro radical encumbrado con quien se ha ido generando un distanciamiento es el intendente de la Capital Ulpiano Suárez. Cornejo le reprocha a Yayo haberse desmarcado de la alianza con Javier Milei, a pesar de que a la hora de tomar la decisión, no se había opuesto a ella.
Suárez, en efecto, quiere ser candidato a gobernador. Difícilmente se baje de esa carrera, aunque para que tenga la bendición de Cornejo, deberá por lo menos limar estas rispideces.
Mientras tanto, lejos de la rosca y en el corazón de la gestión, están los funcionarios jóvenes de Cornejo "pidiendo pista", dicen algunos. Nadie los ha bendecido, pero se comenta que cumplen con las condiciones que ha puesto el gobernador para aspirar a sucederlo.
La "liga generacional" se refleja en el partido como un grupo sólido y unido. Se trata de Natalio Mema (Gobierno), Jimena Latorre (Energía), Rodolfo Montero (Salud) Mercedes Rus (Seguridad) y Víctor Fayad (Hacienda), a quienes se suma el jefe de Gabinete de Hacienda, Facundo Biffi.
Mema es el articulador del equipo, por lo cual hay quienes ya lo ven como el mejor posicionado para 2027. Lo hacen por la suma de atributos, ya que Cornejo ni siquiera ha dicho si se inclinará por un ministro o un intendente para la sucesión.
"No hay nada de nada y falta mucho para 2027", desmiente categóricamente el ministro aludido.
La carrera será larga y la venia de Cornejo no va a alcanzar por sí sola. Los propios radicales reconocen que el o la candidata tendrá que legitimarse afuera y, por sobre todo, construir una nueva "narrativa", después de tres gestiones radicales sucesivas.
La alianza electoral de Cornejo con Javier Milei no es necesariamente un contrato de por vida. De hecho, el gobernador se encontró no hace mucho con uno de los radicales de Mendoza que más han cuestionado al Presidente: Ernesto Sanz.
Todo arrancó con una reunión en San Rafael para resolver la posición partidaria respecto del proyecto de autonomía municipal de los hermanos Félix. El gobernador invitó a Sanz a disertar respecto de si los radicales debían o no presentar lista de convencionales para la elaboración de la nueva carta orgánica municipal, categoría que se votará en febrero, ya que las elecciones departamentales fueron desdobladas por el peronismo.
Cornejo y Sanz coincidieron en que había que presentar candidatos a convencionales aunque el proyecto peronista no les gustara, porque no hacerlo perjudicaba a los candidatos a concejales de la lista.
Tras romper el hielo (llevaban años sin hablarse), el gobernador invitó a Sanz a un almuerzo en Casa de Gobierno que se hizo poco después y sobre el que nunca hubo difusión.
El diálogo entre ambos fue bueno, ya que, a pesar de las diferencias, comparten las mismas críticas respecto de la conducción de la UCR nacional y tienen otras coincidencias.
Se abrió de esta manera un canal de diálogo entre Cornejo y Sanz, puente que no existe, por ejemplo, con otro radical detractor de la alianza con Milei: Julio Cobos.
Sanz entiende la unión de Cornejo con Milei para esta elección como una necesidad práctica: comparten el mismo electorado en Mendoza y presentarse por separado los hubiese hecho dividir los votos.
Sin embargo, el sanrafaelino opina que, a futuro, el radicalismo tiene que construir una alternativa "progresista" a La Libertad Avanza ¿Qué opinará sobre eso Cornejo?