iPhone: ese oscuro objeto del deseo que odiamos amar

“Con mi plata me compro lo que se me canta”, decía en televisión Manuela Castañeira, la precandidata a diputada por el frente Nuevo MAS, para justificar por qué tenía un iPhone 12. Su defensa era porque la acusaban de hipocresía al poseer uno de los símbolos más destacados del capitalismo siendo militante de izquierda.

Más allá de la postura política, la respuesta de Castañeira resume la esencia de la razón final por la que alguien decide comprar un iPhone a pesar de que otras grandes marcas ofrecen mejores funcionalidades a un precio más bajo.

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Hablar de iPhone es debatir sobre innovación tecnológica pero también sobre políticas económicas, fenómenos culturales y pasiones extremas.

Razones para amarlo

La fluidez es su mejor atributo. El teléfono pocas veces falla y todo corre sobre rieles. Además permite el uso intuitivo y hace que el usuario se familiarice rápidamente con su interfaz, sus apps y sus funciones.

Otro punto fuerte es su forma de hacer fotos y videos. Aunque Apple nunca pasó de los 12 mpx en sus cámaras -mientras que, por ejemplo, el Samsung Galaxy S21 Ultra tiene un lente de 108 mpx- se encargó de procesarlas de forma tal que da los mejores resultados en las comparativas.

Su larga vida útil y su valor de reventa son dos de las características que más aman sus usuarios. Que Apple haga su propio software y hardware le permite a cada iPhone recibir actualizaciones de sistema operativo hasta cinco años después de su salida al mercado, algo que en Android llega como máximo a tres años y sólo en ciertos modelos de alta gama.

Los iPhone usados son un mercado en sí mismos y muchas renovaciones se hacen gracias a que siempre hay interesados en tener uno, aunque sea de segunda mano.

Su ecosistema es mágico y lo saben quiénes tienen más de un producto de Apple. Aunque la empresa flexibilizó su conexión a productos de terceros, nada se acopla tan fluida y rápidamente como otro producto de Apple.

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Su valoración de la privacidad se ha vuelto en el último tiempo otro factor de peso a la hora de la compra ya que Apple pasó de las palabras a la acción a la hora de cuidar datos personales del usuario. Ofrece correos alternativos para evitar spam y robo de información, hizo que las aplicaciones pidieran permiso para rastrear a los usuarios y pusieron chips que procesan datos como huellas y caras que se almacenan en los equipos y no en sus servidores, para evitar filtraciones de datos.

Razones para odiarlo

Aquí no hay grieta: su precio es su peor atributo. Nunca fue “barato” pero cuando en 2017 el iPhone celebró 10 años, Apple decidió elevar su precio hasta los 1.000 dólares, algo inédito para un teléfono. Aunque ese precio es para la gama pro y los “comunes” rondan los 800 dólares, muchos se indignaron.

La batería es otra contra en los iPhone, aunque es un problema en muchas marcas. Excepto en los modelos Pro Max, la duración en el resto de teléfonos apenas alcanza para un día y Apple no ofrece carga rápida como otras empresas.

La falta de versatilidad de su software es otra crítica. Su entorno cerrado con poco margen de personalización y su reticencia a productos de terceros lo dejan en desventaja frente a Android.

Otro punto flojo es que con el discurso del cuidado ambiental, Apple quitó el cargador y los auriculares de las cajas. Se especuló que era más para maximizar ganancias que sustentabilidad ya que envolvían los equipos en plástico pero eso cambiará este año.

Su diseño con notch es anticuado. Esa pestaña negra impide que la pantalla sea más grande y marcas como Samsung o Xiaomi lo redujeron o eliminaron hace años para dar más espacio y critican a Apple por no hacerlo.

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Su puerto lightning también está entre lo peor. Todas las marcas usan conexión USB-C pero Apple se niega a quitar su puerto propio.

La pandemia trajo otro punto negativo al transformar una de las mejores funciones en una de las peores: el Face ID. El desbloqueo facial es el más veloz pero con tapabocas se volvió casi inútil.

Hay más contras -como Siri, el NFC bloqueado o su alto costo de reparación- pero no son tan relevantes como los mencionados.

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Apple no lidera las innovaciones pero sí las tendencias. Sus decisiones corporativas generan polémicas y burlas pero marcan el camino del mercado.

Remover la entrada de auriculares, eliminar el cargador de la caja, usar el rostro para desbloquear, poner cámaras llamativas o subir los precios es algo que las otras grandes compañías también implementaron a pesar de las quejas de los usuarios.

Como te ven, te tratan

En Argentina el iPhone es considerado casi un objeto de lujo y para muchos es símbolo de estatus social, ya sea para el alarde o para el reproche.

Sus altos impuestos en el país hacen que aspirar a uno implique tener alrededor de 200 mil pesos disponibles, un costo muy superior al precio de la alta gama de Motorola, Xiaomi o Samsung.

Pero hay alternativas gracias a tiendas virtuales que los traen desde Estados Unidos. El costo baja un poco pero siempre estarán por encima de los 100 mil pesos. Aunque hay opciones en cuotas y conversión a pesos argentinos.

En nuestro país las operadoras telefónicas tienen varios modelos de iPhone a la venta al igual que las grandes cadenas y algunos supermercados. También hay tiendas oficiales como iPoint, MacStation y OneClick.

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Además se vende en tiendas online como Mercado Libre, que es donde muchos importadores lo ofrecen a precios más o menos razonables.

Otras empresas, como Glic, TiendaMia o Grabr, permiten comprarlo en el exterior y recibirlo en el país.

Evento, tendencia y memes

El martes Apple lanzó el iPhone 13, el nuevo modelo y buque insignia de la compañía. Los fanáticos esperan deseosos septiembre -conocido como techtember por la cantidad de lanzamientos de productos- aunque las filtraciones arruinan las sorpresas y rara vez aparece una sorpresa. Sin embargo, esto no aplaca el furor.

Tras cada evento, las noticias se multiplican, los productos se vuelven tendencia, los memes estallan y las discusiones entre fanboys y detractores se calientan en las redes.

Esta vez los productos fueron los nuevos iPad y iPad Mini, Apple Watch 7 y cuatro modelos de iPhone 13. Las novedades fueron que los teléfonos ahora vienen de base con 128gb de almacenamiento, cámaras más potentes y un mejor rendimiento de batería.

La pantalla del iPhone 13 es Super Retina XDR con panel OLED y frontal protegido por el cristal Ceramic Shield.

Apple fabrica sus propios procesadores y la nueva versión es el A15 Bionic que, según ellos mismos anunciaron, es 40% más veloz en la CPU y 30% en la GPU que la competencia.

Son cuatro modelos: iPhone 13 Mini (699 dólares), iPhone 13 (799 dólares), iPhone 13 Pro (999 dólares) y iPhone 13 Pro Max (1.099 dólares). En otras palabras, hay un iPhone para cada bolsillo.

No apto para villanos

Un dato curioso sobre Apple es que su presencia se volvió reconocible no sólo gracias a los usuarios. Empezó a poblar series y películas hasta que alguien reveló un detalle impactante: los villanos de una ficción no tienen permitido usar iPhone.

Una fuente cercana a Apple reveló que la empresa cede sus equipos para las producciones con esa sola condición.