María Marta Pardini será la Reina anfitriona de la Vendimia

La bella María Marta Pardini, representante del barrio Sanidad, se transformó anoche en la soberana vendimial de Capital, en el marco imponente de una fiesta que reunió a unas 15 mil personas en la plaza Independencia.

Electa entre 13 ilusionadas jóvenes, recibió la corona de su antecesora, Evelyn Ghisaura, y será acompañada de su virreina Yanina Buca, quien representó al Club Mendoza de Regatas. María Marta obtuvo 40 votos, tiene 21 años y es estudiante de Recursos Humanos. Con 30 votos fue coronada Yanina, de la misma edad y estudiante de Relaciones Internacionales.

“Estoy muy feliz, no lo puedo creer. Gracias a mi familia y a todos ustedes que hicieron posible esta noche”, fueron las primeras palabras de la flamante soberana. “Me comprometo a llevar esta corona lo más alto que pueda”, aseguró profundamente emocionada.

Hay que recordar que la nueva soberana oficiará de anfitriona de los actos centrales de la Vendimia, ya que no participa de la elección.

Espectáculo con compromiso
Puntual, desde las 22, "Mendoza, ciudad de los abrazos" desplegó sobre el escenario 300 bailarines y actores. En show espectáculo de una hora y media de duración se rindió homenaje a los personajes y lugares destacados de la historia de la Ciudad. Fiel al estilo de Laura Fuerte, la directora artística, y Hugo Moreno, el director general, fue una puesta muy dinámica, con gran despliegue y color, en la que abundó la música original.

El árbol, los edificios históricos y el general Don José de San Martín fueron los protagonistas privilegiados. El guión contó la historia desde la llegada del cemento y los avances que la posicionaron como ciudad moderna.

Marcaron presencia íconos como el Edificio Gómez y el Pasaje San Martín, que encarnados en actores contaron su historia y dialogaron entre sí. Ambos ocuparon la parte central de la escena junto a un tercer personaje: el árbol. Y fueron los encargados de relatar el surgimiento y crecimiento de la urbe así como la llegada de los medios de transporte.

No estuvo ausente la referencia histórica de la mano del General San Martín y su Ejército, de quien se destacó su rol en la conformación de la ciudad y las acequias.

El edificio Gómez fue relatando la historia de cada plaza que se enlazó con la llegada de los inmigrantes, cuadros que fueron acompañados por música típica de cada país. La plaza Chile y sus ritmos fue uno de los más aplaudidos.

Se recordaron además costumbres como el corso y la visita a una calesita. Pero sobre el escenario también tuvieron lugar las diferentes culturas urbanas y su música, cuadros con mucha fuerza y color que también fueron ovacionados por los espectadores.

“La ciudad es una fiesta” comentaron los dos personajes principales entre sí, para dar lugar a otro de los cuadros celebrados. Fue cuando la escena se llenó de jóvenes que bailaron conocidas canciones e incluso se acercaron al público para tentarlo a mover el esqueleto.

El homenaje al árbol lo destacó como patrimonio del oasis mendocino y parte de la identidad local. Sobre el final, adolescentes y niños ganaron espacio junto a este personaje, señalaron su importancia y lo calificaron como su mejor amigo. La intención fue destacar el compromiso ecológico de las nuevas generaciones. Este punto cúlmine guardó una sorpresa para el público: repentinamente desde el escenario los jóvenes y niños se acercaron a las autoridades y espectadores para obsequiarles un árbol: fueron 300 retoños en total.