Mendoza: presente, futuro y realidad de la economía local

El escenario de la provincia tiene diferentes interpretaciones y la inexistencia de una línea de evaluación consensuada de los hechos recientes es resultado de una desorientación plena. La autoridad provincial ha contribuido a esa incertidumbre.

El escenario de la provincia tiene diferentes interpretaciones y la inexistencia de una línea de evaluación consensuada de los hechos recientes es resultado de una desorientación plena. La autoridad provincial ha contribuido a esa incertidumbre.
El escenario de la provincia tiene diferentes interpretaciones y la inexistencia de una línea de evaluación consensuada de los hechos recientes es resultado de una desorientación plena. La autoridad provincial ha contribuido a esa incertidumbre.

La provincia registra la pérdida paulatina de posicionamiento en la estructura productiva nacional. La publicitada discriminación de parte de la administración central se podría trasmutar en un castigo auto infligido por incapacidad de recuperar la iniciativa productiva-comercial que caracterizó a Mendoza en tiempos pasados.

La deuda consolidada provincial al 31/12/2021, registra una importante porción de la misma en dólares (61,6%) y en UVA’s (14,6%). Estos dos componentes obligan a una asignación mayor de recursos al pago de intereses en desmedro de un adecuado diseño de política financiera con el objetivo de optimizar el desarrollo estructural de la economía mendocina.

En el período enero-noviembre de 2021 la provincia realizó pagos en concepto de amortización de la deuda por un importe de $ 6.892 millones, que representó el 2,8% de los ingresos totales. El pago de intereses y gastos en el mismo período fue equivalente al 3,5%. En 2015 los registros fueron del 5,6% y 2,8% respectivamente. Ambos valores permiten inferir que el volumen de la deuda provincial y su composición generan mayor desembolso de intereses que de amortización de capital. La postura de la dirigencia UCR-PRO, de pagar vieja deuda con nueva deuda (roll over) tiene un valor específico si la tasa de crecimiento del endeudamiento es menor o igual a la generación de recursos para el pago de nuevos compromisos. En caso contrario es un globo con demasiada presión y propenso a estallar en cualquier momento.

En el segundo trimestre de 2015 los asalariados registrados del sector privado (trabajadores formalizados) representaban el 14,3% de la población total de Mendoza. En igual trimestre de 2021 esa relación se redujo al 12,2%. La caída no se puede atribuir en su totalidad como las consecuencias directas del Covid-19. El Indec en sus registros expone que la tasa de desocupación del Gran Mendoza en el tercer trimestre de 2016 fue del 4,2%. En igual trimestre de 2021 el valor es del 8,4%. El total de los 31 aglomerados que mide dicho organismo en 2016 registró una tasa de desocupación del 8,5% y en 2021 del 8,2%, lo que implica una reducción del desempleo.

Mendoza futura

El tablero mundial más temprano que tarde se reacomodará y seguramente los que otrora eran jugadores con peso específico, en el nuevo ámbito internacional no podrán revalidar dicha condición. Es por esa razón que si la nueva hoja de ruta que intenta Argentina se consolida, su perspectiva en el comercio globalizado podría adquirir un valor significativo.

El conflicto entre Rusia y Ucrania implicará un encadenamiento de cambios en el comercio mundial y el movimiento mundializado del capital, con resultado dispar en la cuantificación conforme los sectores y actores involucrados. La República Popular de China aún no ha mostrado qué tablero propone para el futuro escenario mundial, por lo tanto el actual y la potencial proyección de la economía podría ser sólo una primera escenografía. Es evidente que el futuro de Argentina y, por consiguiente, el de Mendoza, no sólo se debe asociar a un acuerdo de refinanciación con el FMI. Dicho evento es sólo el comienzo de un camino de desafíos y resultados de magnitud sin una adecuada interpretación de diferentes realidades internas y externas.

Datos macroeconómicos nacionales permiten visualizar una paulatina recuperación. Ejemplo de ello: el empleo, la capacidad instalada de la industria, la balanza comercial, el Producto Interno Bruto (PIB). El gobierno provincial debe iniciar, sin demoras, una estrategia de integración y complementación de objetivos nacionales con las particularidades de la economía mendocina.

Mendoza y su realidad

El actual contexto social y económico de Mendoza registra dificultades que, sin una respuesta adecuada en el corto plazo, dará inicio a un ciclo de restricciones con impacto negativo y prolongado en el mercado productivo, comercial y laboral.

Se hace necesario el debate de diferentes propuestas. Ejemplo de ello es el análisis del postulado de instrumentar la reducción del empleo público que, en una primera lectura, no parece ser una solución en una economía que no logra recuperar dinámica. A la mano de obra que abandona el empleo público, ¿qué empleo privado la incorporará? si las estadísticas demuestran que la tasa de desocupación ha crecido significativamente en la provincia.

Las proyecciones económicas de Argentina y Mendoza están en relación directa al presente de la nación y la provincia. El diseño y las estrategias de intervención en la estructura productiva y comercial son diferentes entre el Presidente Fernández y el Gobernador Suárez. Mendoza y sus referentes políticos y sociales tienen una difícil tarea, que es proponer medidas tendientes a dar solución a un deteriorado y desigual proceso económico que se consolidó bajo una visión liberal.

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