Por la suba de los combustibles, los taxistas piden un mayor ajuste de la tarifa

A la espera de la audiencia pública, desde el sector ven como se ha reducido el margen de operación. Para los choferes es necesario recaudar más de $ 5.000 para cubrir los gastos.

Taxis y remises de Mendoza piden que se aumenten las tarifas de bajada de bandera.

Foto: José Gutierrez / Los Andes
Taxis y remises de Mendoza piden que se aumenten las tarifas de bajada de bandera. Foto: José Gutierrez / Los Andes

En febrero pasado la Asociación de Propietarios de Taxis de Mendoza (Aprotam) presentó un pedido al Gobierno para incrementar su tarifa en un 32%. Hoy, con el nuevo aumento de los combustibles, advierten que se necesitaría un ajuste aun mayor para que el negocio sea rentable.

En la petición, atada a la audiencia pública que se desarrollaría en abril, también se contempla la posibilidad de un ajuste cuatrimestral de los valores. En la calle, los conductores señalaron que deben aumentar las horas de trabajo para lograr un recaudación cercana a los $4.000 que les permita salvar los gastos. Por lo pronto, con una potencial ajuste del 32%, la bajada de bandera diurna, que cuesta actualmente $86,70, pasaría a un valor de $ 114,44.

Pedro Guerra, presidente de Aprotam, señaló que desde el último incremento de la tarifa (el 47%, para taxis y remises en setiembre pasado) el precio de los combustibles se ha ajustado en dos oportunidades. Ayer, con el último incremento del GNC, el valor del m3 se encareció de $ 3 a $ 4, dependiendo de la empresa expendedora. Es oportuno aclarar que los precios de referencia del gas están vinculados en forma directa al valor de mercado de la nafta súper.

Vamos a tener que actualizar nuestros costos porque la audiencia pública para evaluar el aumento de la tarifa será en abril. Hemos tenido dos aumentos del GNC entre medio y realmente trabajamos para pagar los gastos. El sector está bastante oprimido”, explicó Guerra.

En febrero, con los estudios de costos correspondientes, se presentaron ante el gobierno las peticiones de Aprotam y de la Asociación de Taxis y Remises del Sur (Atresur) de San Rafael. Para la entidad que nuclea la actividad en el Gran Mendoza el ajuste estaba en el orden del 32%. Fuentes del EMOP comentaron que “se recibió el pedido de Aprotam, para analizar costos y convocar a una audiencia (que aún no tiene fecha)”. La última actualización fue antes de fin del año pasado, y fue del 47,2%. En esa oportunidad, la bajada de bandera diurna llegó a $ 86,70.

Ajustes periódicos

La novedad en la presentación de las entidades sectoriales –inflación mediante- es el pedido de un ajuste cuatrimestral de las tarifas. “Le solicitamos al gobierno que nos de actualizaciones cada cuatro meses, para que no golpeé tanto al bolsillo del usuario. Generalmente nos daban un aumento de la tarifa en noviembre o en enero en torno al 45%. Queremos que los aumentos sean paulatinos, No queremos perder pasajeros”, sostuvo el presidente de Aprotam.

Cabe recordar que el año pasado los representantes de los propietarios y de los trabajadores de taxis y remises presentaron una nota para que se declare la crisis en el sector. El documento fue enviado al gobernador, Rodolfo Suárez y a la dirección de transporte bajo la cartera que conduce Natalio Mema.

Tanto Aprotam como el Sindicato de Obreros de Taxis (SOTM) advirtieron el año pasado una caída en la recaudación en torno al 60%. Solicitaron créditos blandos para plantear el recambio de las unidades y sanciones para los transportistas clandestinos, que de acuerdo a datos del sector superan los 4.000 vehículos.

Diario de un conductor

Iván es chofer de un taxi, además de desarrollarse como vendedor de catálogo para ayudar a su economía. “Antes del aumento de la nafta y el GNC estaba sacando entre $ 3.000 y $ 4.000 limpios, sin contar el gasto en combustibles, para salir a trabajar el otro día con el tanque lleno. Desde el último aumento me veo obligado a trabajar más horas”, aseguró. Iván reparte su tiempo entre los horarios pico, buscando la mayor cantidad de viajes posibles, porque el alquiler diario del auto cuesta $ 5.000.

Daniel, que es propietario de un auto y chofer, cuenta que los márgenes de rentabilidad se vinieron abajo, después de los tres primeros meses de aplicarse el ajuste en la tarifa. “Con el incremento de las tarifas también aumentan los costos para nosotros. El gasto en el contador, el seguimiento satelital, el seguro… cuando sube la tarifa sube todo y pasando los tres meses recién empezamos a ver una mejora”, contó.

De igual manera, explicó el taxista, la suba de los combustibles condujo a una situación más compleja, porque también aumentaron los repuestos y se hizo más caro el costo de mantenimiento del auto. “Es difícil poder generar un margen para cambiar el auto. Lo que se hace es para mantenerse”, comentó.

En su bolsillo, en forma diaria necesita lograr una recaudación mínima de $ 5.000 para –pagado los gastos- contar con los proporcionales para el seguro, ingresos brutos, un código de fiscalización –que se implementó en 2006-, y la jubilación (que es un aporte de $ 8.000 mensuales). “Para hacer cualquier tramite tenés que tener los ticket de libre deuda”, concluyó Daniel.

La competencia local

El año pasado Aprotam había informado que ya hay cerca de 4.000 autos trabajando en forma ilegal, sin cumplir con ningún requisito. Desde el Ente de Movilidad de la Provincia (EMOP), se señaló que creció la cantidad de los vehículos secuestrados por trabajar sin habilitación. En la actualidad el universo legal del transporte de pasajeros está formado por 1.500 taxis, 1.160 Uber habilitados, 550 vehículos Cabify y 500 remises.

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