Caso Fortunato: pidieron entre 14 años y perpetua para Julieta Silva

Por su parte, la querella pidió la pena máxima o 20 años de cárcel. Hoy argumentará la defensa.

Caso Fortunato: pidieron entre 14 años y perpetua para Julieta Silva
Caso Fortunato: pidieron entre 14 años y perpetua para Julieta Silva

El juicio a Julieta Silva por haber atropellado y matado a Genaro Fortunato ingresó en la etapa de definiciones y ayer se escucharon los alegatos de la parte acusadora.

El que volvió a dar la sorpresa fue el fiscal en jefe de Homicidios de Mendoza Fernando Guzzo quien acusó formalmente a Silva por homicidio agravado por el vínculo. Pero, frente a todos los pronósticos, introdujo un atenuante: el de la emoción violenta. En consecuencia solicitó que sea condenada a 14 años de prisión.

El abogado de la familia Fortunato elogió y compartió todos los aspectos que ofreció la fiscalía para sostener que la imputada es culpable. Sin embargo, se apartó de Guzzo al momento de las calificaciones y las penas.

Tíndaro Fernández pidió que le atribuyan a Silva el delito de homicidio agravado por el vínculo, que prevé reclusión perpetua. Y, como alternativa, 20 años de cárcel si el tribunal considera la figura de homicidio simple con dolo eventual.

Tanto el fiscal como el abogado querellante no dudaron en marcar expresamente que, en caso de una condena, se cumpla en una institución carcelaria.

El tribunal concedió un cuarto intermedio por petición del abogado defensor Alejandro Cazabán por lo que hoy a las 9 realizará la exposición final.

Una vez concluidos los alegatos, los jueces Rodolfo Luque, Julio Bittar y María Eugenia Laigle podrían dictar sentencia entre esta tarde y el próximo lunes.

Los argumentos de la fiscalía

En una exposición que se extendió poco más de dos horas, el fiscal Fernando Guzzo comenzó desarticulando gran parte de las declaraciones que hizo Julieta Silva en la apertura del debate a las que calificó de falaces.

Usando al "trapito" como punta de lanza para rebatir los dichos de Silva, el fiscal afirmó que quedó claro que hubo una discusión entre la pareja desde la salida del boliche hasta el auto. Que Genaro nunca se subió al auto y que Silva lo dejó tirado cuando arrancó.

Guzzo cuestionó duramente que la acusada no mencionara hasta 50 minutos después a quien había atropellado y matado.

Otro aspecto en que se enfocó la fiscalía fue en los problemas de visión de Silva. Si tenía "visión en tubo" por efecto del alcohol, como mencionó el forense, "Fortunato estaba tirado en medio de la calzada casi enfrente y estaba dentro de la visión en tubo", apuntó Guzzo.

Dijo también que Silva habitualmente conducía sin lentes y entrenaba y jugaba al hockey sin usar gafas y no tenía problemas. "¿Podía ver correr sin lentes (una bocha de 5 cm de alto en una cancha de 90m por 50m) pero no vio el cuerpo de Fortunato?", cuestionó.

Luego citó los resultados de las pericias psicológicas que la describieron con una personalidad agresiva, inmadura, impulsiva, con rasgos antisociales, peligrosa para sí y para terceros.

Ese aspecto lo añadió a la declaración que realizó en la etapa de investigación Pablo Tabanera, la ex pareja de Silva. El hombre dijo que era “manipuladora, mentirosa, persona de carácter fuerte, que minimizaba todo y no era una mujer responsable”. “¿Cuál de estos rasgos no coincide con la mecánica del hecho?”, lanzó el fiscal.

Pese a todo el cúmulo de pruebas que presentó, el fiscal afirmó que no podía determinar el motivo que llevó a Silva a actuar de manera “deliberada” y es ahí cuando encuadró la figura de la emoción violenta como atenuante del homicidio agravado por el vínculo.

“Todo fue normal hasta que ellos salieron y en 200 metros algo pasó. Este algo no vamos a poder conocerlo, pero es evidente que pasó. Lo que sí me demuestran los hechos es que esto provocó una reacción súbita en una mujer alcoholizada, propensa a que no tuviera frenos inhibitorios, a regirse por sus propios principios”, justificó Guzzo.

El pedido de la querella

El abogado querellante ahondó en otros detalles, como el de la relación de pareja. Pero también remarcó que Silva no podía desconocer haber dejado tirado a Genaro. "Había restos de tejido en el retrovisor", afirmó Tíndaro Fernández y trajo a colación los dichos del cuidacoches que había testificado que el rugbier iba colgado del espejo.

“Tardó de 5 a 10 segundos en ir, hacer la ‘U’ y regresar al lugar. ¿Quién otro que no fuera Genaro iba a estar tirado en la calle?”, se preguntó el letrado.

Por último, Fernández consideró que la figura de emoción violenta no cuadra porque "coloca a Genaro como disparador del estado de exaltación de la imputada". "Fortunato no fue el disparador de una actitud homicida de la imputada; no hay una sola prueba de eso", afirmó el abogado querellante.

Para Fernández “la declaración de Silva fue una puesta”, plagada de contradicciones o mentiras porque “la preocupación era el resultado del proceso y la pérdida del trofeo, porque Genaro era su trofeo”, concluyó.

A sala llena, Julieta rompió en llanto y solicitó retirarse

El fiscal Fernando Guzzo hizo reproducir el audio de cuando Julieta Silva llamó al 911 dos veces. En ese lapso, ella primero rompió en llanto y después pidió retirarse de la sala de audiencias.

A sala llena

La sala de audiencias del Palacio Judicial de San Rafael estaba al tope de su capacidad y quedó gente afuera. Para ser imparcial con las dos partes, y ante la capacidad escasa del salón, la Policía permitió ingresar sólo a 12 familiares o amigos, tanto de Fortunato como de Silva.

Se quejaron

Cuando el abogado defensor Alejandro Cazabán solicitó posponer hasta mañana el alegato,  desde el sector donde las autoridades ubicaron a los familiares de Fortunato protestaron. "¡No vale!", se escuchó gritar.

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