Vuelve el gran clásico: los hinchas disfrutan

De repente, la tranquilidad del Parque General San Martín se ve interrumpida por los bocinazos de los transeúntes. "¡Aguante el Lobo"!, grita un conductor al pasar. "¡Arriba la Lepra!", vocifera otro mientras ellos, el "Cato" y el "Miky", dos fieles exponentes de la pasión hecha colores, inician la peregrinación con las camisetas del Lobo y la Lepra, respectivamente, a flor de piel.

" Va a ganar bien Gimnasia, va a ganar 2 a 0. Pero lo más importante es que el hincha va a ser feliz por este presente. Ojalá el clásico se dé en la Superliga." Eduardo 'Cato' Aguilar

" Los clásicos no hay que perderlos. Sé que vamos a ganar 1 a 0, pero Gimnasia está muy bien porque tiene un muy buen equipo y un gran entrenador." Héctor 'Miky' Benegas

Porque se nota a la legua que la llevan tatuada en la dermis y grabada a fuego en el corazón. ¿Quién será el dueño del Parque este domingo? Después de tres años, Gimnasia e Independiente volverán a protagonizar el superclásico mendocino en la segunda categoría del fútbol argentino. Y ellos, dos locos sueltos por el Parque, lo palpitaron junto a Más Deportes.

"Tengo 73 años y fui por primera vez a la cancha de Gimnasia el 6 de marzo de 1949; debo ser el socio vitalicio más joven", cuenta el Cato.

"Tengo 61 años. Cuando tenía 10 años venía de San Rafael a La Consulta y mi tío Oscar Benegas me traía a ver los partidos de verano de Independiente Rivadavia. Ahí me enfermé de Lepra y desde la década del 80 lo sigo a todos lados", rememora el Miky.

-¿Se conocían?

-Benegas: Personalmente no. Aunque nos debemos haber cruzado en algún momento.

-Aguilar: Nosotros durante 20 años nos juntábamos con los Caudillos y jugábamos a la pelota en la cancha de Gimnasia. Iban el Chocolate, el Robertito Reale, el Negro Coma y varios más. En esa época terminaban los partidos y nos juntábamos todos en el Automóvil Club; éramos amigos. Eso sí, para que no hubiera problemas jugábamos mezclados.

-¿Quién es el hincha más representativo de Independiente Rivadavia?

-MB: Si en algún momento hay que poner un ícono de Los Caudillos para no herir susceptibilidades ni herir sentimientos hay que poner al Chocolate.

-CA: Y otro que fue Caudillo de verdad es el Hugo Mémoli. Nunca me voy a olvidar cuando hizo la gran Passarella. Nosotros le cantábamos “Cirilo, Cirilo, no valés ni un cuarto de kilo” o “Caballón, caballón, nunca vas a ser campeón”, que era lo más agresivo que había en esa época. En eso, el Gringo se nos arrima y cuando todos lo estaban insultando se levantó la camiseta de Independiente, abajo tenía la de Gimnasia, se la besó y se ganó una gran ovación.

-¿Qué fue lo más loco que han hecho por sus clubes?

-CA: Infinidad de cosas. De los clásicos recuerdo que habíamos ganado una final a Independiente en la cancha de Godoy Cruz y entré al vestuario al grito de “¡y llora, Lepra, llora!”. Cuando me di cuenta me quería morir, me había equivocado de camarín, era el de los Azules. Lo miro al Gringo Mémoli, que era mi amigo, y le digo compungido: “Perdoname, Hugo, me equivoqué”.

Me defendió y pidió: “No le digan nada, el Cato no es de cargar de esta manera”. Le di un abrazo y me fui al vestuario del Lobo. También hice otras locuras, como parar una final contra San Martín cuando ganábamos 2 a 1 y faltaban dos minutos. Me metí a la cancha, le saqué la camiseta a Muñoz y empecé a gritar “¡Dale campeón, dale campeón!”

En un momento dado, los jugadores de Gimnasia se empezaron a abrazar y se vinieron los hinchas de San Martín, me metí al camarín y estuve hasta las 12 de la noche sin poder salir. Me querían matar. Estuve diez años sin ir a San Martín.

-MB: El año pasado viajé más de 46 mil kilómetros, seguí a mi querida Lepra por todo el país. Como la situación con el promedio estaba fulera, hice una promesa: si nos salvábamos me pintaba la barba (chiva) de color azul. Es feo decir estás festejando por no descender. Nosotros lo único que hemos festejado son dos ascensos.

-AC: Sí, y uno fue por escritorio.

-MB: Bueno, pero no contás que por ese ascenso se salvó Gimnasia del descenso. El que tiene la culpa es el “5” que jugaba en San Martín, Bustos.

-Cato, ¿por eso lo quieren tanto a Vila en Gimnasia?

-No, lo queremos porque es hincha de Gimnasia. No sé si hincha, pero socio seguro. Aunque sé que también tiene su corazón en Boca de Bermejo.

-¿Qué es lo mejor del superclásico mendocino?

-CA: En realidad lo que yo más extraño es que no estén las dos hinchadas. Y te lo digo yo, que siempre éramos minoría. Ibas a la cancha de Independiente y éramos un grupito en el medio que estábamos rodeados, pero no pasaba nada.

- MB: Coincido totalmente. Qué lindo es volver a ver el verdadero clásico mendocino, con una historia de más de 100 años a cuestas. Es una lástima que no se pueda jugar con las dos hinchadas.

Eduardo “Cato” Aguilar

Norberto Eduardo Aguilar es un singular personaje de la historia del Lobo. Con 73 años, es actor, ex empleado de la aduana y periodista deportivo. Es papá de Mariana, a quien suele llevar al Legrotaglie, y posee una colección con más de 300 camisetas de varios deportes. En 2012 recibió la distinción provincial en la Legislatura, en la categoría Obra Artística.

"El teatro, la actuación, me dio fuerza para seguir en la lucha, me devolvió la vida", destaca el hombre, un claro ejemplo de que -como él mismo dice- "nunca se es viejo para nada".

Héctor “Miky” Benegas

Héctor Agustín Benegas nació en San Rafael hace 61 años. Saltó a la fama en el ambiente leproso por ser el mentor de Plan Cien años, una página de Facebook que nació en 2012 y desde donde promovió diferentes campañas solidarias para ayudar a los que más lo necesitan. 

"Fuimos dos veces a una escuela de Lavalle y a otra de Guaymallén. La que más recuerdo es una visita que hicimos al Hospital Notti en la que fue todo el plantel", cuenta quien conduce un programa de Independiente que se emite todos los martes de 21 a 22.30 por Radio Noticias.