La fiscalía había pedido para las tres imputadas, acusadas de participar en abusos contra niños entre 25 y 10 años de cárcel. Kumiko Kosaka, Asunción Martinez y Graciela Pascual, sobreseídas.
Cuando eran adolescentes y estaban en un noviciado, dos mujeres fueron abusadas sexualmente por su maestra en un convento de Santa Fe. La vida cruzó sus caminos, lucharon por justicia y escribieron un libro sobre sus padecimientos. El jueves estrena una película sobre el aberrante caso.
Además del pedido de cárcel a Graciela Pascual también se solicitó 10 años de prisión para la monja Asunción Martínez. Fueron imputadas por omisión de prestar auxilio a las víctimas y encubrimiento de los abusos.
La Asociación Civil Obra San José, responsable del Próvolo en Mendoza e intervenida por el Vaticano, acordó el pago de un monto millonario para evitar una inminente sentencia en contra. Fue en uno de los juicios que las víctimas llevan en el Fuero Civil. Por los abusos fueron condenados dos curas.
Los datos fueron dados publicados por la misma institución religiosa en un informe público llamado “Para dar luz”. En total, 728 miembros de la Iglesia fueron acusados. La mayoría de los casos fueron en los ‘70.
En junio de 2017, contó que el padre de un alumno denunció en el instituto que su hijo había sido abusado. En 2008, la ex representante legal agregó que el hombre sacó un puñado de balas para amenazar al abusador, hoy condenado. Además, los investigadores del Vaticano habían recomendado dimitir al sacerdote.
La religiosa japonesa Kumiko Kosaka (48) está imputada como autora de abuso sexual grave en el Próvolo mendocino, entre otros delitos. La pena máxima para este delito es de 50 años. Hoy comienzan los alegatos en el juicio que, además, tiene a otras 8 ex trabajadoras como acusadas.
Seis autoridades del Colegio del Salvador y de la Compañía de Jesús (Jesuitas) fueron denunciadas como encubridores de abusos de un religioso que falleció en Mendoza en 2015. El abogado de los acusados insiste en que ellos desconocían los abusos e, incluso, iniciaron el proceso para dimitirlo cuando se conoció la primera denuncia.
El sacerdote denunciado es directivo de una escuela religiosa y está entre los investigados por haber encubierto a César Fretes, quien abusó a -al menos- 10 chicos en Buenos Aires y luego fue trasladado a Mendoza, donde murió.
En junio, dos ex alumnos del Colegio del Salvador (CABA) hicieron públicos los abusos que sufrieron de parte de un religioso en 2002. Desde el establecimiento trasladaron al acusado a Mendoza en 2003 y lo expulsaron en 2007, tras confirmar los hechos. Sin embargo, nunca se denunció en la Justicia.
La investigación fue iniciada en 2021 por la iglesia de ese país y se lograron demostrar que al menos 4.815 menores fueron abusados desde el año 1950.
Se trata del sacerdote Fernando Pascual, que formaban parte de la comunidad de las Hermanas de San José, en el barrio porteño de Núñez. Más de una docena de religiosas dieron testimonio.
Los dos jueces que han intervenido luego de que se solicitara que comience el juicio contra los monjes Roqué y Portillo dictaron el sobreseimiento de los imputados. Al denunciante le queda ir a la Corte provincial. La causa civil también avanza.
Luego de que se conociera que un religioso abusó de, al menos, 10 ex estudiantes en un colegio de Buenos Aires y que a raíz de ello lo enviaron a Mendoza antes de expulsarlo, exalumnos y familiares les pidieron explicaciones a las autoridades. Reclaman que el tema se ocultó durante 20 años y piden que se explique cuáles fueron las medidas que se tomaron para evitar que los ataques continuaran.
Dante Braida estuvo en el Arzobispado de Mendoza en 2018. Tras conocerse las denuncias de un joven que denunció haber sido abusado en el monasterio de Tupungato, el abogado de la víctima denunció a Braida y a otros sacerdotes por encubrimiento.
Luis María de la Calle fue abusado a los 12 años en ese instituto por un religioso. Ocho años después le contó la situación al cura que estaba al frente, aunque nunca se llevó la denuncia a la Diócesis de San Rafael. Recién en 2017 la Iglesia supo del tema, intervino y el abusador fue expulsado por el Papa.
El pontífice inicia este domingo uno de sus viajes más difíciles debido a las atrocidades cometidas por la Iglesia contra los nativos.
En abril de 2021 fue condenado a 12 años de prisión por abusar de una chica. Estuvo un año libre.
