Soñar con Vincent

El Art Institute de Chicago recreó el dormitorio en Arlés, de Vincent Van Gogh que recibirá huéspedes hasta mayo, al menos. Las reservas son por Airbnb.

Estar frente a la obra, resignificarla. Trasladarse al mundo representado, a la tormentosa mente de Vincent a través de sus vibrantes colores, eso, la mínima de una visita a un museo o a la apertura de una Exposición. Ahora, querer meterse en la obra, ser parte de ella pueden ser las maneras de las intervenciones artísticas de algo del arte moderno, donde incluso cada presencia modifica el acto mismo de la creación, que pasa a ser colectiva.

Pero el marketing de una muestra es otra cosa. ¿Quizá otra forma de arte? ¿Esnobismo? ¿Las ilimitadas búsquedas de nuevas experiencias? Usted sacará sus propias conclusiones después de saber que es posible pernoctar en el dormitorio en Arlés que Vincent Van Gogh pintó en 1888 y recreó un año más tarde.

Vamos de a poco: resulta que el emblemático cuadro cobró vida gracias a la astucia del Art Institute de Chicago, que lo recreó para promocionar la inauguración de la exposición Van Gogh’s Bedrooms y, no conforme con ello, lo puso en alquiler en el sitio Airbnb. La demanda de fanáticos del arte y de amantes de locas experiencias no tardaron en tomar todas las reservas de febrero, y así siguen contratando noches, tanto que el instituto decidió mantenerla al menos hasta mediados de mayo.

“Esta habitación te hará sentir como que vives en un cuadro. Está decorada en estilo post impresionista, que evoca al sur de Francia y a tiempos pasados. Su mobiliario, sus colores brillantes, y sus obras harán que sea la experiencia de tu vida”, dice el anuncio subido a la web. La habitación está en River North (Chicago), y cuesta 10 dólares por noche para dos personas.

Sobre la pieza
Van Gogh pintó "El dormitorio en Arlés" en 1888, pero como una inundación en el hospital de Arlés (Francia) donde él estaba internado lo deterioró mucho, un año más tarde lo replicó. Quedaron las dos copias: una está en el museo de Orsay, en París y la otra, en Chicago.

Le escribió a Théo, sobre la sencillez de su dormitorio y el simbolismo de los colores. “Los muros lila pálido, el suelo de un rojo gastado y apagado, las sillas y la cama amarillo de cromo, las almohadas y la sábana verde limón muy pálido, la manta roja sangre, la mesa de aseo anaranjada, la palangana azul, la ventana verde” y agregó en la misiva a su hermano: “Había querido expresar un reposo absoluto mediante todos estos tonos diversos”. Es dudoso que se pueda recrear el ambiente de Arlés representado por Vincent, pero hay quienes lo piensan.

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