Lactancia: 73% de las madres se sienten juzgadas por sus decisiones sobre crianza y alimentación

Una encuesta realizada a nivel nacional a mujeres con bebés, expresó cuan presionadas se sienten respecto del tema y cuánto esto impacta en su salud emocional y en su hijo. Refieren sensaciones como falta de libertad, desinformación y culpa. Cómo afrontar esta etapa.

Los mandatos sobre la lactancia: 73% de las madres se sienten juzgadas por sus decisiones sobre crianza y alimentación
Los mandatos sobre la lactancia: 73% de las madres se sienten juzgadas por sus decisiones sobre crianza y alimentación

La crianza de los hijos, incluso algo que parece tan personal como la forma de alimentarlos cuando son bebés, parece una cuestión inherente al interior de cada familia y personal. Sin embargo, se trata de situaciones muy atravesadas por mandatos y estereotipos, como tantas otras en una sociedad, que impone modelos en los que hay que encajar. Encajar como una forma de lidiar con una presión social que resulta invisible, una vez más como tantos otros casos, el mecanismo que tiene el sistema para mantener el patrón aceptado como válido para la cultura hegemónica.

El asunto es que por invisibles justamente cuesta evadirlos pero determinan decisiones, incluso aquellas que a veces pueden implicar afectar la salud de la mujer y su hijo.

Esto se puso en evidencia en un trabajo realizado a nivel nacional en el que madres de bebés expresaron cómo viven la maternidad y la lactancia las mujeres en la primera etapa de la vida de sus hijos. Reflejó la presión que ejerce la mirada crítica ajena y la limitante que implica para la toma de decisiones.

El estudio fue realizado por la consultora de tendencias Trendsity sobre un total de 400 madres y padres de bebés de hasta 9 meses de todo el país. Lo que reveló es que la lactancia ocupa el primer lugar en el ranking de cuestionamientos: 7 de cada 10 madres con bebés menores de 9 meses afirmaron haberse sentido juzgadas en torno a la alimentación elegida para su bebé y un 86% declara que es uno de los aspectos que más causa sobrecarga y agotamiento. A pesar de esto, 4 de cada 5 madres declaran que les cuesta hablar de las dificultades o exigencias que implica la lactancia porque siente que en nuestra sociedad no está bien visto hablar del tema.

Estudio: El dato fuerte es que 73% de las madres se sienten juzgadas por otras mujeres de su círculo íntimo en torno a las decisiones de crianza y la alimentación elegida para sus hijos.
Estudio: El dato fuerte es que 73% de las madres se sienten juzgadas por otras mujeres de su círculo íntimo en torno a las decisiones de crianza y la alimentación elegida para sus hijos.

El dato fuerte es que 73% de las madres se sienten juzgadas por otras mujeres de su círculo íntimo en torno a las decisiones de crianza y la alimentación elegida para sus hijos.

Expresaron sensaciones como la falta de libertad, la desinformación o la culpa.

Declaran que la fuente de esa presión son muchas veces otras mujeres de su círculo social y esto se traduce en exigencias autoimpuestas.

Así las cosas, sucede muchas veces que lo que debería ser un vínculo entre una familia y un hijo únicos, se vuelve una carga pesada que debe adaptarse a un modelo y que se tiende mucho más allá de la primera infancia.

Entre el ideal y lo posible

Entre las cuestiones que generan mayor peso está el tema de la alimentación: es sabido que la lactancia materna es la opción más recomendada, con beneficios para la madre y sobre todo, para la salud del niño en diversos planos.

La lactancia materna es la forma óptima de alimentar a los bebés, ofreciéndoles los nutrientes que necesitan en el equilibrio adecuado, así como ofreciendo protección contra las enfermedades”, afirma la Organización Panamericana de la Salud (OPS), por citar un aval de los tantos que expresa tales beneficios. Eso es indiscutido.

Sin embargo, hay quienes no pueden hacerlo, quienes deben complementar con una leche de fórmula para cubrir requerimientos nutricionales e incluso por otras necesidades que pueden ser de salud o laborales. Sin embargo, tomar la decisión de optar por una alternativa a veces es relegada por culpa, por el juicio social, por creer que no cumplen con lo que se espera.

Micaela tuvo una experiencia complicada y de hecho hoy se pregunta si no es el origen de los problemas de alimentación y bajo peso que tiene su hijo.

“Yo obviamente quería darle teta”, pese a que en su familia varias no habían podido.

Contó que su hijo nació con más de 4 kilos, y que ni bien nació le dijeron: “metelo a la teta, no dejes que se duerma porque le puede dar una pico de azúcar y como que se iba a colapsar el niñito, imagínate recién nacido, te tiran eso, el gordo se quería dormir y yo lo empecé a presionar para que tomara la teta, evidentemente no la agarró, yo como madre primeriza no tenía ni idea de si estaba bajándome la leche o no”, rememora.

Eran días de enero de mucho calor y se fue de alta. Ya en su casa, el niño lloraba permanentemente. Con el correr de las horas presentó la boca y los labios secos y fue a la guardia. Allí le dijeron que no le estaba bajando la leche y que el niño estaba con los primeros indicios de deshidratación. Ella pidió leche de fórmula para complementar pero le dijeron que esperara. “En el control el médico me dijo que yo tenía que hacer todo lo posible para darle la teta para protegerlo, o sea como que si yo no le daba teta lo estaba exponiendo a riesgos de salud en un futuro, divino: madre en puerperio, todos muy conectados con la madre y el proceso que está viviendo, sobre todo cuando yo quería darle la teta”. agregó.

La angustia es una sensación compartida por el 71% de las madres con bebés menores de 9 meses. El 93% coincide en que los profesionales de la salud deberían brindar más información acerca de los desafíos relacionados con la salud mental de las madres durante los primeros meses del bebé.

 Foto: Depositphotos / Sanatorio Allende
La angustia es una sensación compartida por el 71% de las madres con bebés menores de 9 meses. El 93% coincide en que los profesionales de la salud deberían brindar más información acerca de los desafíos relacionados con la salud mental de las madres durante los primeros meses del bebé. Foto: Depositphotos / Sanatorio Allende

“Me dijeron cosas que para mí son inconcebibles cuando uno lo mira después (...) Mandatos y casi hasta amenazas y culpabilizaciones por parte de los médicos”, resumió

Luego llegaron un consultorio de lactancia en el hospital, después le dijeron que tomara leche entera que a ella le cae mal, que comiera mucho maní, le indicaron comprimidos de levadura de cerveza y luego una medicación que tenía como efecto secundario el incremento en la producción de leche. Con esto último tuvo mayor resultado.

Hice todo lo posible para darle leche a mi hijo, engordé 15 kilos en el postparto, no en el parto, en el postparto, por todas estas cosas que yo comía para tratar de darle leche y bueno logré seguir dándole la teta hasta el año y ocho meses de mi hijo con una alimentación complementaria”, apuntó

Para Marisa Russomando, Licenciada en Psicología, especialista en Maternidad, Crianza y Familia, “hay una sobrevaloración de la lactancia materna en forma exclusiva sin tener en cuenta las distintas situaciones por las cuales una mamá o una familia pueden tomar otra decisión.

Salud mental y bienestar

En el abordaje, 67% de las mujeres declaró sentirse a veces con muy poca libertad o limitada en su vida cotidiana y estas cifras ascienden exponencialmente en los casos en los que los padres, parejas o familiares no se involucran en la alimentación y crianza de sus bebés, o directamente no son parte. Las que más presión social sufren son las que eligen o eligieron la leche de fórmula como fuente principal de alimentación (60%), y las que complementan o complementaron la leche materna con otras fuentes (50%).

La angustia es una sensación compartida por el 71% de las madres con bebés menores de 9 meses. El 93% coincide en que los profesionales de la salud deberían brindar más información acerca de los desafíos relacionados con la salud mental de las madres durante los primeros meses del bebé.

En el informe, se destaca que para el vínculo con el bebé, la salud mental de las madres es tan importante como su salud física. El cansancio, compatibilizar con su trabajo y lidiar con las tensiones de sostener la pareja son solo algunas de las tensiones de la maternidad mencionadas por madres con bebés de hasta 9 meses.

Estudio: El dato fuerte es que 73% de las madres se sienten juzgadas por otras mujeres de su círculo íntimo en torno a las decisiones de crianza y la alimentación elegida para sus hijos.
Estudio: El dato fuerte es que 73% de las madres se sienten juzgadas por otras mujeres de su círculo íntimo en torno a las decisiones de crianza y la alimentación elegida para sus hijos.

El asunto es el peso que implican las miradas externas. “La tolerancia al otro que trae su singularidad (...) hay mecanismos puestos al servicio de generar igualdad pero eso es imposible en sí mismo”, opinó la licenciada.

Despojarse de esos parámetros es un proceso y es un “trabajito” que hay que tomarse y querer hacer. “Por eso yo hablo tanto del propio estilo de ser mamá (...) es como un poco la clave del bienestar”, refirió.

La profesional brindó algunas recomendaciones para afrontar la situación de la mejor manera. Mencionó por un lado tratar de estar acompañada por un entorno emocional que se considere beneficioso para el momento, evaluar quién podría acompañar de la mejor manera y sumar, de ser necesario el apoyo de un profesional que sea afín a lo que uno desea de la maternidad y crianza. Siempre surgen los abuelos, por dar un ejemplo, que vienen a decir como lo hicieron ellos.

Será necesario un proceso de introspección para preguntarse a uno mismo qué se desea, preguntarse si uno solo repite y cumple. Y animarse a hablar del tema, lo que puede permitir saber que lo que se siente no es tan raro si otra mamá siente lo mismo. “Cuesta mucho la honestidad porque viene la crítica, porque está mal visto”, dijo la experta.

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