Dos hermanas emprendedoras de San Rafael pusieron en marcha un taller multiespacio

Madres y trabajadoras, las hermanas Andreola, de San Rafael, pusieron manos a la obra en un local familiar que ellas mismas repararon y crearon un espacio donde se dictan talleres de todo tipo.

Las hermanas Vanina y Gisela crearon un multiespacio en San Rafael
Las hermanas Vanina y Gisela crearon un multiespacio en San Rafael

Hacía tiempo que las hermanas Gisela y Vanina Andreola, madres y comerciantes, sentían un profundo deseo de armar un proyecto propio, algo que les permitiera “correrse”, aunque sea algunas horas, de la rutina signada por “de la casa al trabajo y del trabajo a la casa”.

Ambas, nietas de talabarteros que representan una tradición en San Rafael, se encontraron tiempo atrás con un local familiar inutilizado. No tenían demasiados recursos para poner en valor ese salón que había quedado en malas condiciones luego de años de haber estado alquilado. Y decidieron poner manos a la obra sin prisa ni pausa. “Ni en nuestros sueños más remotos imaginamos lo que finalmente logramos, todo a pulmón: un multiespacio al que denominamos Muma, es decir, ‘Mujeres Madres’, donde 10 talleristas enseñan diferentes disciplinas a 120 alumnas en total”, relató Gisela a Los Andes.

Taller de tejido en el multiespacio Muma, de San Rafael
Taller de tejido en el multiespacio Muma, de San Rafael

Si bien en un principio pensaron en talleres de talabartería, las ideas se fueron ampliando y hoy se extienden a tejido, costura, cocina, moda, inglés y muchos más.

“Nos miraban raro, nos decían que era un sueño loco, pero nosotras seguimos hacia adelante con la convicción de que se puede cambiar la realidad de uno mismo si realmente uno se lo propone. Confiamos en ese proyecto aun sin recursos y con todos los pronósticos en contra”, reflexionó.

Las fundadoras y directoras son las hermanas y cuentan con una coaching ontológica, Mariana Cuello, que es la coordinadora institucional.

“El local está en pleno centro y estaba disponible, aunque en malas condiciones. Nos pusimos a hablar seriamente entre las dos y dijimos que era la oportunidad. Con tutoriales nos pusimos a trabajar en albañilería, pintura, carpintería y hasta electricidad. Hoy es una alegría ver que muchísimas mujeres con deseos de aprender talleres se acercan al multiespacio”, señaló.

La maternidad, el hogar, el trabajo y las obligaciones las mantenía “relegadas”, dijo Gisela, que es orientadora familiar.

Como madre y mujer una va llevando una mochila cada vez más pesada, nos vamos posponiendo y el tiempo va pasando. Dijimos: ‘basta’, vayamos detrás de este sueño”, puntualizó.

En realidad, aclaró, la idea es trascender con los talleres y que el espacio se transforme en innovador, sustentable y sostenible.

Aprender pero con la idea de emprender, capacitarse. Ese es el fin de este espacio que sentimos como una semilla que plantamos y está germinando a pasos agigantados. Se está convirtiendo en un jardín. Acá no casemos en el asistencialismo, sino en el emprendedurismo y la capacitación”, diferenció.

Muchas veces, cuando se acercan mujeres que desean un rato para ellas, aprender, dialogar, sentirse acompañadas y emprender, Gisela siente que ella pasó por esa situación.

“Hay muchas historias de vida increíbles y muchos deseos de progresar. Hoy la mujer tiene otros objetivos y ese es nuestro fin, que lo puedan descubrir. Existe un espacio donde se pueden derribar creencias y cambiar la propia realidad”, subrayó.

Días atrás, las hermanas Andreola recibieron la visita del ministerio de Economía de Mendoza para conocer el lugar y hasta replicar el proyecto. “No lo podíamos creer. Sin darnos cuenta armamos un lugar sostenible, porque reutilizamos los materiales y trabajamos con moda circular. Esto nació del corazón y llegó a un lugar impensado”, dijo.

Hoy, el proyecto es llevar a cabo nuevos talleres productivos para vender lo que se produce y ser proveedores de comercios. “Siempre con materiales reutilizables, cuidando el medio ambiente y trabajando con un fin solidario”, sostuvo.

Próximamente se abrirán nuevos talleres, como el de fotografía de productos y márketing para emprendedores. “Esto, además, es un punto de venta ya que todos los productos los ubicamos en mesones afuera del local para vender. Por eso pensamos en capacitaciones relacionadas con el armado de un negocio, el registro para vendedores, monotributo, etc.Asimismo, los sábados estarán destinados a los niños a través de talleres de cocina, dibujo, inglés y “emociones”.“Sí, emociones, algo muy importante para todos. Queremos que todos vuelven aquí sus potencialidades”, remarcó la emprendedora.

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