Aunque se otorgan a corto plazo, es muy difícil conseguir turnos en el sector público de salud

La mayor demanda complica el acceso a turnos en Mendoza, que pueden darse a una semana. Líneas telefónicas ocupadas, pocos cupos y derivaciones erradas, parte del problema.

Si bien muchos otorgan los turnos por el 148, la gente conserva el hábito de asistir a solicitar un lugar, ante lo cual sólo les quedan los turnos excedentes de lo ya otorgado. | Foto: José Gutiérrez / Los Andes
Si bien muchos otorgan los turnos por el 148, la gente conserva el hábito de asistir a solicitar un lugar, ante lo cual sólo les quedan los turnos excedentes de lo ya otorgado. | Foto: José Gutiérrez / Los Andes

Una serie de circunstancias asociadas a la crisis socioeconómica y la que en particular atraviesa el sistema de salud, ha volcado la demanda de atención sobre el sector público, que en este marco afronta sus propios desafíos. Por ello, si bien se otorgan turnos en relativamente poco tiempo, es todo un desafío conseguir uno en centros de salud y hospitales de Mendoza.

En los centros de salud absorben la demanda apelando a varias estrategias y dan respuesta como pueden. Por su parte, los pacientes tienen que armarse sobre todo de lo que indica la palabra que los designa: paciencia.

Sucede que, a diferencia de lo que ocurre en el sector privado de la salud, donde las demoras para el otorgamiento de turnos pueden ser de hasta tres meses en algunos casos, en el sector público puede conseguirse lugar a menos plazo. Pero el asunto es llegar al turno.

La atención en un centro de salud puede obtenerse para el mismo día, o según explican en varios lugares consultados, si es en diferido, en un lapso no mayor a una semana, pero claro, cuando se logró acceder.

Guardia del hospital de pediátrico Humberto Notti
Guardia del hospital de pediátrico Humberto Notti

Obtener un dato de cuánto puede demorar en un hospital público fue más difícil, no hay un número que hayan podido informar, aunque en el hospital Central explicaron que el plazo máximo de dilación allí es de 15 días, ya que luego se cae la solicitud y debe volver al pedirse. Por parte del Ministerio de Salud no se obtuvo respuesta pese a haber sido consultado.

Pero la realidad es que los usuarios aceptan que aunque pueda ser más engorroso, la atención que reciben en el sector público es más rápida de la que muchas veces pueden obtener teniendo obra social o prepaga y acudiendo a un efector privado.

“Tengo obra social pero a veces prefiero levantarme temprano e ir al hospital, es un esfuerzo y dejar de ir a la facultad porque hay que hacer fila y esperar pero me atienden esa misma mañana, con la obra social me dan turno para mucho después”, comentó Victoria.

“A veces prefiero ir a lo público en pediatría o clínica porque en las obra sociales depende del médico que se encuentra y si recibe la obra social”, contó Daniela quien aseguró que en lo público cuesta mucho obtener un turno pero aún así a veces lo prefiere. “Muchas veces vas al médico por la obra social, cobran coseguros y uno no cuenta con ese dinero en el momento”, agregó.

Cintia en tanto relató que a los centros de salud a los que asiste hay que ir a las 5 de la mañana a hacer fila y entregan una determinada cantidad de turnos, si se terminan hay que volver. Dijo que dependiendo del médico y el centro pueden dar entre 5 y 15 turnos, aunque si se va “mal”, lo atienden. Si ya se hizo atender por un profesional, ese mismo médico le dice cuando tiene que volver y es más directo.

“Estuve más de un mes detrás de un turno en psiquiatría, a cualquier hora que fuera no conseguía, hasta que el psicólogo intervino y consiguió”, relató. “Es que antes no había tanta gente, ahora hay mucha que va al centro de salud (...) conozco a varios que tienen obra social y ahora están yendo a las salitas a llevar a pediatría a los niños o los llevan a la guardia del hospital de Maipú”, reconoció.

Estrategias y desafíos

El asunto es como entrar, aseguran. Es que el primer desafío es saber cómo hacerlo, muchos lo desconocen o no usan las herramienta digitales que se han implementado. Lo cierto es que comunicarse por teléfono con un centro de salud para que den información es difícil, tal cual pudo constatar Los Andes. En general no atienden, unos pocos dan ocupado o incluso el número publicado no corresponde a un abonado.

En un efector de Godoy Cruz comentaron que ellos dan turno por WhatsApp pero hay que escribir el lunes a las 7 de la mañana, “no antes” advierten. Entonces otorgan turnos para la semana siguiente, pero, ya es sabido, todos escriben más o menos a la misma hora y un poco después ya no habrá disponibilidad.

Algunos centros dan turno de manera presencial a quienes asisten pero para acceder a otros, hay que llamar a la línea 148 opción 6. Ahí empieza el otro desafío: lograr comunicarse, es que también suele estar ocupada. “En general estamos dando turno para la semana siguiente pero hay que tener paciencia para llamar porque cuesta” advierte la misma operadora.

Cintia contó que en el hospital es más fácil si se va de urgencia porque atienden en el momento, pero para otros servicios “el problema es entrar”, apuntó. Es que dijo que allí hay que ir a hacer fila más temprano, quizás a las 3 o 4 de la mañana, porque aseguró que dan pocos turnos y cuesta. “Pero cuando vos entraste y sacaste el primer turno, por ejemplo, para un clínico que te ve el mismo día, él directamente ya te deriva y te puede dar turno para que te vean el otro médico”, contó.

Guardia del hospital Central  (Ignacio Blanco / Los Andes)
Guardia del hospital Central (Ignacio Blanco / Los Andes)

Otro desafío que afrontan en los centros de salud es que si bien muchos otorgan los turnos por el 148, la gente conserva el hábito de asistir a solicitar un lugar, ante lo cual solo les quedan los turnos excedentes de lo ya otorgado. Ante esto, los efectores aceptan que tratan de responder con lo que tienen apelando a diversas estrategias como dar respuesta a lo más urgente en el día y diferir el resto. Pero, una referente de Las Heras reconoció que esto implica que al día siguiente también habrá dificultades para cubrir la atención y eso genera una cadena.

Al igual que en otro centro de salud de Maipú, reconocieron que cada vez llega más gente de otros departamentos que no han obtenido respuesta tras un largo peregrinaje. La mujer dijo que en parte influye la falta de médicos y que en pediatría siempre han sido pocos.

“En todos los centros de salud hay uno o dos médicos pero siempre es poco, influye que los sueldos son bajos y no quieren ir”, consideró. “Hay un caudal de gente importante en la comunidad y se suma la gente con obra social”, resaltó.

Dijo que en general en atención primaria se puede encontrar pediatría, clínica, odontología, psicología, fonoaudiología, nutricionista, cardiología y gineco-obstetricia y que si bien la planilla contempla 12 turnos diarios por médico pueden llegar a atender entre 15 y 18.

“Hemos notado una mayor demanda pero porque vemos pacientes de distintos departamentos y nos hemos organizado, nos interesa que toda la gente reciba una respuesta”, mencionó el responsable de un centro de Maipú.

Dijo que tienen un límite en la cantidad de lugares pero han implementado turnos protegidos para embarazadas, gente sin movilidad, ancianos y quienes viven lejos a quienes les dan diferidos para el corto plazo para que al menos haya valido la pena la espera.

Dificultades

La demanda ha aumentado en torno a 35% los últimos meses en la guardia, reconoció el director del hospital pediátrico Humerto Notti, Jorge Pérez. También aumentó en consultorios externos. Justamente pediatría es lo más demandado como reconocen en los centros de salud. Es además, una especialidad crítica no solo por falta de profesionales que se formen sino porque ha habido un éxodo asociado a condiciones de trabajo desfavorables.

La larga espera por turnos en el sector privado ha hecho que una parte de la demanda se vuelque al sector público. Pero además, las condiciones socioeconómicas han hecho de las suyas.

El paulatino y prolongado proceso de pérdida de poder adquisitivo ha hecho que muchos hayan tenido que bajar su plan de cobertura o directamente dejen de tenerlo. Un mercado laboral que prolifera en puestos de trabajo informal hace que aumente la proporción de trabajadores sin cobertura. En tanto, la decisión de los médicos de comenzar a cobrar coseguro influyó algo pero ya desde antes se apreciaba el fenómeno, incluso del cobro de coseguro.

Recientemente, la ministra Ana María Nadal mencionó que el porcentaje de la población que se está atendiendo en el sistema público asciende al 55%. En 2017 era de 50%.

“Acá hay especialidades críticas que son neurología, cardiología infantil y oftalmología”, dijo Pérez en cuanto a las que tienen una mayor demanda. “Pero el problema es más profundo y es que no hay contención en la periferia”, subrayó. En este sentido dijo que sucede que no tienen ciertas especialidades en atención primaria o son mal derivados directamente al hospital por otros médicos, o incluso desde el sistema educativo, por un problema de aprendizaje cuando el hospital se aboca a mayor complejidad y no debería intervenir. “Están mal derivados y nos hacen colapsar”, aseguró, pero sin embargo dijo que han logrado que no sea más extenso el tiempo con que se entrega un turno.

La mayor demanda complica el acceso a turnos en el sistema público pero responde más rápido que el privado. Pediatría es una de las especilidades más demandadas y críticas.
La mayor demanda complica el acceso a turnos en el sistema público pero responde más rápido que el privado. Pediatría es una de las especilidades más demandadas y críticas.

Comentó que al inicio de clases los chicos llegan a hacerse el control de niño sano al hospital porque incluye oftalmología y en los centros periféricos no hay.

“La demanda supera a la oferta desde hace años y ahora cada vez más, sobre todo en las especialidades troncales, como gineco, clínica, obstetricia y pediatría”, sostuvo una médica pediatra que trabaja en atención primaria. Entre las problemáticas se refirió a la escasez de profesionales, médicos que se jubilan y no se cubre el cargo, otros que deciden irse y llamados a cargos que no se cubren porque lo que se paga y las condiciones no tientan, como que no se ofrece un cargo efectivo.

En el hospital Central el otorgamiento puede caerse a los 15 días porque no se asignó quizás porque no había lugar pero también por malas derivaciones. Otro desafío es que los pacientes desconocen cómo usar los canales digitales que han implementado: una aplicación o a través de un código QR.

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