Con la declaración de impacto ambiental, El Baqueano quedó a un paso de iniciar el proceso licitatorio

El proyecto hidroeléctrico sanrafaelino fue avalado por la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial. Anteriormente había sido aprobado por la Legislatura.

Así será la presa El Baqueano en San Rafael. Foto: Prensa Mendoza
Así será la presa El Baqueano en San Rafael. Foto: Prensa Mendoza

El proyecto hidroeléctrico El Baqueano, emplazado en San Rafael, logró un nuevo avance con la obtención de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) por parte de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial. Se trata de un paso clave para dar inicio al proceso licitatorio de la obra valuada en U$S 550 millones, después de haber conseguido el aval legislativo anteriormente.

De esta manera, la Provincia está en condiciones de entregarle la DIA a la Secretaría de Energía que conduce Flavia Royón para que el convenio vigente, firmado entre el gobernador Rodolfo Suárez y el ministro de Economía, Sergio Massa, se transforme en resolución y se abroche el ingreso oficial de El Baqueano al programa hidroeléctrico nacional (y por ende que tenga tarifas de cobro de la venta de energía superiores por 15 años).

Según explicaron desde el Ministerio de Economía a Los Andes, tal procedimiento no impedirá poner en marcha el proceso licitatorio, ya que se necesitaba exclusivamente la DIA para comenzarlo. Pero antes del llamado formal habrá una etapa de “pliego participativo”, dónde las empresas interesadas y con capacidad de construcción, podrán realizar la observaciones pertinentes al proyecto técnico para su elaboración final.

El inicio de esta etapa se dará en los próximos días -aunque no confirmaron la fecha exacta- y tendrá un plazo estimativo de 60 días. Vale decir que la licitación como tal se demorará unos seis meses, por lo cual el próximo gobernador electo el 24 de septiembre tendrá la potestad de adjudicar la obra.

Los estudios de impacto ambiental

La evaluación comenzó hace dos años con un completo trabajo de estudios ambientales y sociales en todos los puntos donde se emplazará la obra, continuó con una audiencia pública el 17 de julio pasado y culminó con la Resolución de Ambiente, que detalla cómo será el cuidado de la flora, la fauna, el aire, la geología y el entorno durante el todo el proceso que demande la concreción de la obra.

La Empresa Mendocina de Energía (Emesa), encargada del estudio, desarrollo sostenible y concreción de obras de energía para Mendoza, llamó a licitación en 2021 para que se realizaran los estudios ambientales y sociales.

Del concurso público resultó adjudicada la consultora Serman & Asociados SA, con vasta experiencia en la elaboración de planes maestros de cuencas y con especialistas para todas las áreas que debían ser analizadas.

Los estudios, que incluyeron trabajo de campo, programas informáticos y de simulación e instrumentos para analizar el ambiente, se llevaron a cabo durante las cuatro estaciones, a fin de tener un muestreo exacto. Se iniciaron en primavera del 2021 y finalizaron en invierno del 2022.

En las conclusiones se destaca que la zona ya tiene actividad humana: aprovechamientos hidroeléctricos (Agua del Toro, Los Reyunos y El Tigre), ganadería extensiva y turismo.

Este nuevo proyecto no pone en riesgo de conservación especies de flora y fauna, ni abarca zonas con hallazgos paleontológicos o arqueológicos significativos. Tampoco abarca zonas con pueblos originarios ni requiere desplazar poblaciones, consignó el estudio.

Se hicieron extensos informes por cada una de las áreas: agua, aire, flora y fauna, sociedad, cultura, patrimonio, clima, calidad del aire y geomorfología y paisaje y geología. Los resultados, además de exponerse en la audiencia pública, están disponibles para consulta a través de la página web de El Baqueano.

Diferencias con Portezuelo

La realización de El Baqueano contempla algunas diferencias con respecto a Portezuelo del Viento, teniendo en cuenta de forma principal que el Gobierno “no pagará” a los posibles oferentes la obra; sino que el dinero deberá provenir mayoritariamente de los privados, quienes tendrán sus ganancias a raíz de la venta de energía.

En tanto, en un modelo en el cual Mendoza pueda aportar algún porcentaje de dinero (que saldrá del fondo de los famosos U$S 1.023 millones de Portezuelo), deberá ser reintegrado luego por los privados a la provincia.

“Con Portezuelo del Viento no estaba el concepto de la concesión de la obra pública, sino que la Provincia pretendía pagar el 100% de la obra a la empresa, y luego recuperaría el dinero con la generación de energía”, marcó a Los Andes el presidente de Emesa, Pablo Magistocchi.

Al contrario de Portezuelo, el modelo de El Baqueano será similar al de la construcción de la presa de Potrerillos, con lo que fue el Consorcio De Empresas Mendocinas Para Potrerillos S.A. (CEMPPSA).

La ganancia de las empresas, como se mencionó, provendrá de la venta de energía eléctrica, teniendo en cuenta que podrían tener por lo menos una concesión de unos 15 años como mínimo.

En esos 15 años, se calcula que el cobro por la generación de energía podría llegar a unos U$S 1.230 millones, tal como anunció el gobernador Rodolfo Suárez luego de firmar el convenio con la secretaría de Energía de la Nación.

Mendoza no va a pagar la obra de El Baqueano. La misma va a ser pagada por la demanda eléctrica en 15 años. Lo paga el mendocino en proporción a su consumo de energía, y el resto los usuarios a nivel nacional”, razonó Magistocchi, quien sostuvo que la obra tiene un objetivo de trabajo de por lo menos 100 años.

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