El mendocino Dromi, quien trabajó para Menem y el kirchnerismo, ahora está cerca de Milei

Aparece como un “asesor externo” del presidente electo, a quien le ha ofrecido un paper sobre los contratos de las empresas estatales. También asesoró a Julio de Vido años atrás.

Influyente. Dromi tiene acceso al Gobierno a través del ministro Julio De Vido.
Influyente. Dromi tiene acceso al Gobierno a través del ministro Julio De Vido.

Roberto Dromi, el abogado mendocino de 78 años que tuvo a cargo el armado legal de las privatizaciones en los años ‘90, aparece como un “asesor externo” del presidente electo Javier Milei.

Según señalaron fuentes del entorno de Milei a Clarín, Dromi ofreció un “paper” a Milei y a otros candidatos en las últimas elecciones, tales como Patricia Bullrich, sobre las “estructuras contractuales” de las empresas estatales.

También se habría reunido hace algunas semanas con economistas cercanos a Milei, como Roque Fernández, quien, como Dromi, fue funcionario del gobierno menemista.

En La Libertad Avanza minimizaron su injerencia actual y sostuvieron que “por ahora” no es momento de referirse a esa agenda. Sin embargo, es un hecho que Milei ha hecho referencia en diversas entrevistas a que pretende privatizar los medios públicos (Télam, Radio Nacional y la TV Pública) y la petrolera YPF.

La figura del mendocino cuadra en ese contexto, más allá de que también fue asesor del propio Julio De Vido, en la gestión kirchnerista, que renegó de las privatizaciones menemistas.

Desde 2010, a través de su consultora Dysan, intervino en las ventas de gas licuado de Gas Natural Fenosa a Enarsa, la empresa de energía estatal que por entonces administraba el ministro de Planificación Federal. “Yo hacía el armado técnico-jurídico. Durante mucho tiempo trabajamos muy bien con De Vido”, señaló tiempo después, en declaraciones periodísticas.

Luego, según detalla también Clarín, asesoró a De Vido en una suerte de “privatización híbrida” de la petrolera YPF, por entonces en manos de la española Repsol. Finalmente, en 2012, la petrolera volvió al estado por impulso de Axel Kicillof (entonces ministro de Economía) y la propia Cristina Kirchner.

Dromi fue ministro de Obras y Servicios Públicos entre 1989 y 1991, durante el primer gobierno de Carlos Menem. Renunció junto a otros funcionarios por un escándalo de coimas.

Antes había tenido un cargo en Mendoza: entre 1981 y 1982 ejerció como intendente de la Capital por decisión de la dictadura militar.

Su frase más célebre fue: “Nada de lo que deba ser estatal permanecerá en manos del Estado”. La dijo cuando encaraba un amplio plan de privatizaciones en la era menemista, que abarcó la TV, los teléfonos y las rutas con la aplicación del sistema de peaje.

Luego, también asesoró a Menem sobre reforma del Estado. Y protagonizó otras causas judiciales. En los ‘90 lo denunciaron por coimas vinculadas a los peajes, pero Dromi hizo una contradenuncia por falso testimonio y la causa fue archivada.

En 2014 recibió otra denuncia, pero en este caso por su trabajo para De Vido en las compras de gas licuado. Fue la propia Bullrich quién impulsó, junto a otros macristas, aquella investigación que lo involucraba. En 2018 la Cámara Federal dictó la falta de mérito.

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