Una escala amable buscando la ruta al balotaje

Pese a la adversidad, en el peronismo mendocino mostraron una imagen de unidad con la visita de Massa, quien eligió territorio amigo para desarrollar su actividad y arrojar algunas promesas, como la eliminación por ley de las retenciones para las economías regionales o el gasoducto para Malargüe.

Massa en Mendoza
Massa en Mendoza

El peronismo mendocino parece destinado a seguir conformándose con el tercer puesto en este largo año electoral. En el orden provincial lo relegó el surgimiento de La Unión Mendocina como principal alternativa a Cambia Mendoza y en el nacional, fue la nueva fuerza de Javier Milei la que lo condenó a ese doloroso puesto si se tiene en cuenta el histórico protagonismo del PJ. Aclaremos que el oficialismo provincial también sufrió el rigor de los números en las PASO de agosto por culpa del furor por el libertario.

Por ello se supone que la reciente visita del ministro-candidato del oficialismo, Sergio Massa, no debería aportar mucho de cara a un electorado que parece haber resuelto su voto cuando se expresó en agosto.

Se trata de un último esfuerzo del presidenciable oficialista para anotarse en la segunda vuelta de noviembre, basándose en la gran mayoría de las encuestas, que lo ubican como el casi seguro rival de Milei en balotaje, siempre que éste no sorprenda y defina la elección dentro de una semana. Esta última es una posibilidad; el libertario viene diciendo públicamente que no cree que los votos le alcancen para definir en esta primera instancia, lo que puede significar una estrategia interesante para animar a votarlo a muchos que tal vez todavía dudan.

En su breve visita, Sergio Massa eligió territorio amigo para desarrollar su actividad y arrojar algunas promesas, como la eliminación por ley de las retenciones para las economías regionales, el gasoducto para Malargüe, etc. Y diagnosticar que para controlar la inflación, que él se encargó de engrosar en su poco más de un año al frente del Palacio de Hacienda, hace falta exportar más para que ingresen dólares y así se refuerce la moneda nacional. ¿Habrá dejado la letra chica de ese reiterado recetario?

Pese a la adversidad, en el peronismo mendocino mostraron una imagen de unidad. Estuvo la mayoría de los sectores internos más representativos, incluyendo al golpeado camporismo, que aún conduce el partido en la provincia. Pretendieron dar una clara sensación de rápida recuperación luego de la caída de setiembre.

¿Por qué eligió el massismo a San Rafael para la corta actividad? Porque allí juega de local, dijeron allegados. Tiene como anfitriones a los hermanos Félix, cercanos, sin ninguna duda, no ocasionalmente sino desde hace mucho tiempo. A ello se sumó saber que en la zona Sur de la provincia el peronismo, más allá de su declive a nivel provincial, tuvo el aliciente del triunfo en Malargüe, logrado a través del reciclado Celso Jaque. Eso también le puso un matiz interesante a la fugaz escala proselitista del candidato oficialista. El descontento malargüino fue bien canalizado por el ex gobernador y eso lo aprovechó Massa para lanzar propuestas. En materia de votos todo suma, dicen peronistas no resignados del todo.

En su rápida visita Massa también insistió con lo del gobierno de unidad nacional que imagina y promete. Al menos lo promete en medio del escenario adverso en el que está ubicado. Todos pueden estar presentes en un gobierno de coalición, es su argumento. En ese marco se justificó la presencia de massistas no peronistas, como Jorge Difonso y el intendente electo de San Carlos, Alejandro Morillas. Ese departamento del Valle de Uco pasó a ser desde hace varios años reducto invulnerable del “difonsismo”, que se dispone a encarar con Morillas la quinta gestión municipal consecutiva.

Lo de Difonso y sus seguidores en línea con Massa no debe sorprender, ya que se trata de un vínculo que no se quebró a través de los años, a pesar del regreso del candidato presidencial al justicialismo. Aunque en la cercanía de Massa dicen que en realidad nunca dejó de ser el líder del Frente Renovador y fue este espacio el que se sumó en su momento al Frente de Todos. Detalles nomás, porque, gane o pierda en estas presidenciales, es indudable que Massa está llamado a pelear la conducción del peronismo, tal vez en una nueva etapa de caída del kirchnerismo.

En cuanto a La Unión Mendocina, espacio en el que Difonso ocupa un lugar preponderante detrás de su creador, Omar de Marchi, aseguran que esta reciente presencia con motivo de la visita de Massa no afecta al nuevo espacio, porque La Unión Mendocina es netamente local y pensada para hacer política para Mendoza. Además, lo que se acordó en su momento fue dar libertad de acción en el apoyo a los candidatos nacionales que eventualmente tenga cada partido. Así como Difonso y los suyos están con Massa, también los hay detrás de la candidatura de Patricia Bullrich y de Milei, ya que libertarios y demócratas son, además, los que sostienen a La Libertad Avanza en esta provincia.

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