“Diego la vuole nera”: la insólita anécdota de Guillermo Coppola y Maradona que involucra a un Ferrari

Tras el estreno de “Coppola, el representante”, han salido a flote varias anécdotas entre el astro del fútbol mundial y su representante.

Diego Maradona y la historia de su Ferrari negra
Diego Maradona y la historia de su Ferrari negra

“Coppola, el representante”, es la serie del momento que se transmite por Star+ y que repasa la alocada, frenética y vertiginosa historia de vida del empresario Guillermo Coppola está dando que hablar en redes sociales.

Protagonizada por Juan Minujín en la piel de “Guillote” Coppola, los 6 episodios de la serie son sumamente atrapantes y entretenidos. Producto de esta exposición del exrepresentante, es que han surgido varias historias que algunos usuarios de la red social X han reflotado, transformándolas en Trending Topic.

Juan Minujín como Guillermo Coppola, Mónica Antonópulos como "Yuyito" González y, María Campos como Susana Giménez en "Coppola: el representante". (Foto: Prensa Star+)
Juan Minujín como Guillermo Coppola, Mónica Antonópulos como "Yuyito" González y, María Campos como Susana Giménez en "Coppola: el representante". (Foto: Prensa Star+)

Una de ellas tiene que ver con la mítica historia de la Ferrari negra que pidió Maradona. Dicha situación sucedió en la previa del Mundial del 86. Durante el viaje, el entonces esposo de Claudia Villafañe le dijo a su representante que quería una Ferrari, pero con la particularidad de que debía ser negra, siendo que la fábrica italiana no hacía autos de dicho color.

“Diego tenía algunos caprichitos”, expresó Coppola contando la anécdota para El Galpón. Intentando complacer a Maradona, el manager tuvo una reunión con Enzo Ferrari y Una vez que sellaron el acuerdo por una suma cercana a los 500.000 dólares, el amigo de la familia Maradona se acordó del detalle que le había pedido el jugador: “Diego la vuole nera (Diego la quiere negra)”.

Diego Maradona y la historia de su Ferrari negra
Diego Maradona y la historia de su Ferrari negra

“¿Negra? ¡No existe de color negra! ¡Mis Ferraris no pueden ser de un color que no sea rojo!”, respondió exultante Enzo a Coppola, que luego de unos segundos de analizar el pedido, encontró la solución. Envío la nueva Testarossa a Nápoles y le encargó a Pepe, el mejor pintor de autos de la ciudad, que cumpliera con la expresa solicitud de Maradona.

De esta manera quedó demostrado el alto poder de persuación de Coppola para complacer al astro. Pero esto no fue todo, ya que Coppola decidió redoblar la apuesta y le pidió al presidente del Nápoli, Corrado Ferlaino, que él se la regale, con el motivo de limar asperezas. Al decirle el valor del regalo para Diego Maradona, infló considerablemente el número a 870.000 dólares. Así, no solo consiguió cumplir el deseo de Diego sino que también pudo hacer una diferencia monetaria a su favor.

Tras obtener el Mundial de México, Maradona arribó a Italia, bajó las escaleras y lo primero que vio fue que aquel pedido estaba cumplido. “Se abre la puerta del avión, Diego la ve, se tira de paloma. ‘¡No, Guille, no!’, ‘¡No, Guille no, Corrado! ¡Te la acaba de regalar el presidente!’, ‘¡Caro presidente!’. Maradona abrazó y besó a Corrado. ‘¡Qué grande, presidente! ¡La máquina que yo quería!’”, recordó Coppola sobre la primera reacción del capitán argentino.

Diego Maradona y la historia de su Ferrari negra
Diego Maradona y la historia de su Ferrari negra

Una vez que Diego tuvo la Ferrari en su poder, lo invitó a Coppola a subirse. “¡Qué buena, Guille! Ferrari negra. Tapizado blanco. Todo como querías, Diego. La pagué 470 (mil dólares) y se la cobré un palo (1 millón de dólares)”, contó su representante. ¿Qué le respondió Maradona? “Comprate una”, le contestó el número 10 de Argentina. “No, si ya tengo la otra”, respondió Coppola.

Lo cierto es que la felicidad le duró poco a Diego, ya que se dio cuenta de que el nuevo modelo no tenía estéreo. Y que la puerta del conductor no estaba tapizada. “Diego, es un auto de carrera. No la tapizan, le quitan peso, ¿entendés? No sé cómo tiene espejo retrovisor. No tiene nada. El auto es de carrera”, le comentó Coppola. “¿Ah, es de carrera? ¡Ferlaino, usted y Coppola se pueden meter esta Ferrari en el…”, contestó el 10.

Por esta reacción y, según el propio ex mánager, al día siguiente al nuevo auto se le instalaron todos los cambios que había pedido el 10. Con el correr del tiempo, aquella joya del mundo Ferrari quedó en manos de un coleccionista español de autos de alta gama hasta que la vendió por una suma cercana a los 250 mil euros, con apenas 20.000 kilómetros.

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