Los pingüinos de Madagascar: superespías con nombre propio

Skipper, Kowalski, Soldado y Rico debutan con película propia en este film donde deberán sumar fuerzas para evitar que el villano Octavius Salitre, un malvado pulpo-científico, se apodere del mundo.

Según Eric Darnell, codirector de esta nueva aventura animada para el estudio DreamWorks, darle entidad propia a estos personajes fue “pan comido”, porque ya sobresalían en las tres entregas previas de Madagascar “por sus fuertes y distintivas personalidades” que les daban rasgos memorables.

Darnell es el único director que se mantuvo en su puesto en los tres largometrajes previos y con éste llegó a su cuarto.
Su colega en este film, Simon J. Smith, añadió que para él los personajes principales "son como una banda de hermanos que, sobre todo, valoran su amistad, código moral y el amor por los demás". Pero lo fundamental para ellos fue que los encuentran muy graciosos.

“Lo más interesante de este proyecto era experimentar el humor en relación a los personajes y a la historia”, añadió el productor Mark Swift.

La franquicia de películas iniciada por “Madagascar” en 2005 y continuada en 2008 y en 2012 lleva miles de millones de dólares recaudados en todo el mundo. Sin embargo, subsiste la anécdota de que a uno de los dueños de DreamWorks no le gustaba del todo la original. ¿Estará contento de haber separado su gusto personal del olfato para los negocios? También desde 2008 se exhibe una serie con ellos por televisión.

Tom McGrath es uno de los directores que en esta ocasión no estuvo tras las cámaras, pero sí continuó con la particularidad de hacer voces para la versión en inglés. Interpretó nada menos que la de Skipper, el líder del grupo pingüino. Bajo su guía, los muchachos venidos del frío se unen a una organización de espías para enfrentar al doctor Octavius Brine, un villano con ascendencia en el profundo mundo marino de los pulpos.

“Habíamos pensado en una estrella rutilante que lograra algo que descollara con su caudal de voz, pero cuando eso no sucedió directamente optamos por mí, que además soy mucho más barato”, bromeó McGrath.

is Miller, realizador de “Shrek 3” y “El gato con botas”, es otro que puso las cuerdas vocales. Lo mismo Conrad Vernon, artífice de “Shrek 2”, “Madagascar 3” y “Monstruos versus aliens”. Todos tenían experiencia previa como actores.

Equipo de frac

“La suma de los pingüinos es mayor que las partes”, dijo Darnell. “Los chicos trabajan muy bien como grupo, mucho mejor de lo que serían como individuos. Son como cuatro partes de un cerebro completo: el liderazgo de Skipper, el corazón de Private (Soldado), la inteligencia de Kowalski y el valor de Rico”.

“Están impulsados por una vocación más profunda”, expresó Chris Miller. “Skipper, Kowalski y Rico no quieren ser como cualquier otro pingüino esperando en la cola y desfilando alrededor de la Antártida. Ellos saben que tiene que haber algo más por ahí”.

Darnell consideró que “Los pingüinos de Madagascar” están “en la tradición de las grandes películas de equipos, como ‘Brigada A’, ‘Los doce del patíbulo’, ‘Viaje a las estrellas’ o incluso los films de los hermanos Marx”.

“Son estas grandes personalidades en un pequeño paquete”, dijo. “Y al igual que muchos equipos de pantalla grande, son empujados fuera de su zona de confort. Se embarcan en una aventura de trotamundos donde se encuentran con personajes que realmente hacen a los pingüinos intensificar su juego”.

Una perla para cinéfilos es la voz del director alemán Werner Herzog haciendo una parodia de los documentales por los que él es famoso, dos de los cuales entre los más o menos recientes -”Encuentros en el fin del mundo” o “The Wild Blue Yonder”- tienen que ver con lugares como la Antártida, los polos o los glaciares.

Una de las tantas aventuras se inicia por un llamado del estómago. Para los pingüinos, la merienda amada vale más que su peso en oro -literalmente-, como lo demuestra su incursión en Fort Knox, la instalación más segura en América del Norte, donde se guardan las reservas en oro de los Estados Unidos, para una celebración muy especial de cumpleaños de Private. A ellos no les interesan los lingotes, sino una excepcional máquina expendedora de comida chatarra.

Tentáculo peligroso

Cuando planeaban quién sería el villano que enfrentara a los pingüinos, los realizadores recordaron a un famoso espía británico.
"Dave es un villano como los de la tradición clásica de las películas de James Bond", dijo el productor Mark Swift. "Él tiene grandes objetivos, es un tipo que quiere cambiar el mundo", para mal, por supuesto.

Tenían a una criatura ligada a los pulpos en mente y la referencia directa los llevó a “Octopussy”, un film de 1983 donde Roger Moore encarnaba al mítico 007. En esta película, Octopussy (apelativo que hace referencia a ocho brazos) es una bella mujer interpretada por la actriz Maud Adams, quien comanda a un grupo de artistas de circo. Bond pretende llegar hasta ella como parte de su plan para atrapar a un ladrón de joyas que quiere financiar un atentado de escala mundial que viene desde Oriente Medio.

En "Los pingüinos..." querían algo por el estilo, pero con un actor que diera al personaje una "presencia cómica más grande que la vida".
Querían a alguien que fuera nuevo para las películas de dibujos animados y que trajera calidad y, por supuesto, diversión para el personaje.

Se orientaron al nominado al Oscar John Malkovich. Este prestigioso actor tuvo roles en films de variada gama, que van desde el cine de época de “Relaciones peligrosas” a paradas de la saga “Transformers”.

Malkovich describió así a su villano: “Es bastante quijotesco y puede cambiar los estados de ánimo y puntos de vista de forma casi instantánea. Así que él es resbaladizo en todos los sentidos (como los pulpos). Emocionalmente y físicamente”.

El rendimiento físico del actor mientras grabó el papel impresionó tanto al equipo de DreamWorks Animation que levantaron partes de él para crear el rendimiento de animación final.

“Moverse en la cabina al tiempo que expresaba el papel era algo natural, porque el malvado es tan resbaladizo y gelatinoso”, dijo Malkovich. “Me pareció muy útil tener esa manifestación física”, concluyó.

Para el final, una magnífica descripción de la personalidad de los pingüinos y lo que será materia de diversión en el film. “Ellos están ciento por ciento comprometidos con cualquier cosa que hagan -asegura Simon J. Smith- y están convencidos de que van a hacer siempre lo correcto y si no les sale bien no les importa. Probarán otra cosa y se comprometerán de la misma manera. Los pingüinos no dejan que las percepciones de los otros los determinen; ellos prueban que cualquiera es capaz de ser un héroe y enfocarse en eso. Eso es lo que amo de ellos”.

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