La anti-dieta: un secreto a la mano de todos

Rechazar la postura alimentaria que te obliga a querer bajar muchos kilos en pocos días cambiando de fondo los hábitos y estilo de vida.

La anti-dieta: un secreto a la mano de todos
La anti-dieta: un secreto a la mano de todos

La dieta de la luna, la del sol, la de las estrellas, o cuanto nombre insólito se les quiera poner, pululan desde hace siglos... “No comas nada de harinas”, aconsejan muchos, “Comé un poco de todo”, arriesgan otros.

“Hacé la cetogénica, con la que bajás muchísimo en una semana”, parafrasean hombres y mujeres de todas las edades, a la hora de “bajar de peso” a como dé lugar.

Un vicio que se basa en un error, y que no sólo puede terminar por ocasionar (a mediano o largo plazo) un efecto rebote, sino que repercute de manera perjudicial en nuestro cuerpo.

¿Por qué no terminar con las dietas de moda, y optar por la “anti-dieta”, simplemente teniendo otra visión de la vida, con permitidos incluidos, pero sin ser “talibanes” de calorías? ¿Por qué no apostar a los cambios de hábitos y derribar mitos de muchos alimentos?

Aquí, algunos consejos para poner en práctica

¡Cambiá el foco!

Como explica la licenciada en nutrición Carina González, “todo el mundo busca la baja de peso de manera rápida, cuando en realidad tiene que haber un cambio de conciencia en este sentido, ya que de lo contrario, se buscan dietas de choque, tan malas para el cuerpo como para mantener el peso.

–¿Cuál debería ser el pilar de una dieta?

–La hidratación permanente con agua (un litro a la mañana, y otro por la tarde) luego de las comidas principales. Si bien parece algo obvio, pocos lo llevan a cabo.

–¿Qué sucede con la actividad física? ¿Es conveniente hidratarse antes o después?

–Lo ideal es tomar agua mientras se trabaja, o se realiza actividad física, ya que se pierden sales, y mucho más cuando comienzan los días más calurosos.

–¿Qué alimentos tienen mala prensa pero nos ayudan con sus propiedades?

–La banana es uno de ellos. Y también el huevo completo, con yema y clara. Se puede llegar a consumir una banana por día, siempre y cuando se haga ejercicio.

Con esta simple fruta se previenen calambres, nos sentimos saciados, además de consumir un hidrato de carbono que no es como el pan. La banana es de fácil digestión, aporta energía, vitaminas y minerales, y se puede hasta comenzar el desayuno con ella.

Algo que nos ayudará a suprimir un poco las harinas. Puede ser cualquier otra fruta, como mandarina, pera o manzana. Lo importante es lo que llevamos a nuestro cuerpo y su aporte.

–De esa manera evitamos caer en los clásicos panificados...

–Hoy se habla mucho en cómo el gluten contamina el cuerpo e intoxica el cerebro... Lo cierto es que este último necesita hidratos de carbono y gluten, al igual que el cuerpo. Requerimos de esa cuota de hidratos de carbono de fácil digestión, pero optando por los que nos aportan nutrientes.

Por ejemplo: las frutas, los copos de maíz sin azúcar, las verduras como la lechuga, o la acelga (que tiene mucha  fibra y viene de la familia de hidratos de carbono).

En fin se trata de llevarnos a la boca alimentos que nos hacen bien, y por ende que al hacer ejercicio no nos hagan engordar. Se trata de un cambio de mirada y de hábitos.

Alimentos que conviene evitar

–¿Qué sacarías de una alimentación, básicamente?

–Las frituras y cortes de carnes como el hígado, que provienen de animales mal alimentados y que pueden perjudicar a nuestro organismo en lugar de ayudarlo. También evitar los grasosos.

Por otro lado, las gaseosas o bebidas de ese estilo son opciones a desechar, ya que tienen  calorías vacías y aditamentos nada saludables.

–¿Y la sal?

–Otro punto fundamental es el uso indiscriminado de sal, así como las harinas fortificadas. El exceso de la primera, y el uso de los aditivos artificiales (como los caldos de sobres light) también deben evitarse.

Lo ideal es prepararlo uno mismo con todas las verduras y desgrasado, para no optar  por estas alternativas artificiales. Por último, hay que lograr olvidarse de los fiambres y embutidos, al igual que de las vísceras de animales. Pero no de los quesos y  leches descremadas.

–¿Y el pollo? ¿Es mito lo de las hormonas?

–En el caso del pollo, para estar seguros de lo que comemos, hay que acudir a una avícola confiable que esté supervisada. Nos acerca a un alimento magro y bueno para nuestra dieta.

–¿Pastas? ¿Sí o no?

–Sugiero que si se comen sea sólo una vez a la semana, sobre todo las que sean rellenas de verdura o ricota. Como  con todo, darnos permitidos, sumando siempre actividad física, pero teniendo un estilo basado en la saludable, es el mejor plan anti- dieta que puede existir.

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