Por la incertidumbre y la sequía, los productores de granos no quieren vender

El cortoplasismo local, que genera la inestabilidad del dólar libre, y la proximidad de la elección presidencial, llevó prácticamente a la paralización del mercado de granos.

Los productores de granos prefieren no vender el poco producto que les quedó por la sequía hasta que el panorama se aclare. Foto: La Voz
Los productores de granos prefieren no vender el poco producto que les quedó por la sequía hasta que el panorama se aclare. Foto: La Voz

“El productor prefiere demorar decisiones y quedarse con el poco grano disponible tras la seca, por lo que la demanda está reducida. Los compradores, por su parte, intentan colocar su capital de trabajo en granos, aun a pérdida, ya que esto les resulta más orgánico y hasta una pérdida menor que dolarizarse con activos financieros”, planteó el profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral Dante Romano para explicar los motivos que han llevado a una virtual paralización del mercado de granos.

“Todos quieren comprar, nadie vender, los precios suben, pero sin negocios. De hecho, ni siquiera la extensión del dólar agro y la inclusión de más productos logró despertar los negocios”, agrega el especialista. Detalla que la ampliación del dólar soja hasta fin de octubre incluyó también cebada, girasol y sorgo, pero el remanente de esos productos es menor y las operaciones están frenadas. De hecho, los precios de soja se dispararon y esto no traccionó ventas.

Todo lo contrario, se está operando menos de un tercio de lo que se trabajó el mes pasado. Y esto, debido al cortoplasismo, que generan la inestabilidad del dólar libre, y la proximidad de la elección presidencial.

Romano también indica que, en el frente internacional, la guerra en Israel provoca una gran incertidumbre económica a nivel mundial. “Los precios fueron empujados a la suba hasta tanto se tenga mejor noción de cómo seguirá el conflicto. En medio de todo esto, el USDA presentó un reporte de oferta y demanda con rindes más bajos que los esperados en maíz y soja. El trigo, en tanto, sigue cargado por una oferta muy barata y voluminosa de Rusia, aunque otros países como Australia y Argentina siguen bajando producción”, explica.

Siembra de trigo
Siembra de trigo

El clima, otro factor de preocupación

Las lluvias no llegan y afectan ya “gravemente” al trigo y, según explica Romano, despertando la expectativa de menor producción de maíz temprano, ya que se agota la fecha de siembra sin lluvias. “Lo que no se siembre de temprano iría en una proporción menor a soja”, estima.

Por la falta de lluvias, la Bolsa de Comercio de Rosario estimó que unas 400.000 hectáreas de maíz temprano pasarían a soja. Con respecto al trigo, pasó de 15 millones de toneladas a 14,3 millones. “Sobre este último grano, se dieron además heladas a fines de la semana pasada y se hace difícil estimar el impacto, ya que hay que esperar unos días, pero este episodio se produce en un momento en el que el cultivo es susceptible a este fenómeno”, puntualiza.

La recomendación de Romano es tener en cuenta que, en medio de la incertidumbre y justamente por ella, “los precios relativos se descolocan, y se generan desarbitrajes de tasas que pueden generar muy buenos negocios para quienes pueden vender en pesos al tipo de cambio futuro, descontar ese dinero a tasas de mercado y volver a dolarizarlo. También recomendamos seguir de cerca la rentabilidad que los precios a cosecha generan, y sin exponerse demasiado al riesgo productivo, capturar la misma”.

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