“Vikingos: Valhalla” ya está en Netflix y se reaviva la duda: ¿llegaron los vikingos a Argentina?

Desde hoy está disponible “Vikingos: Valhalla” en Netflix. Entre otras historias, se ahonda en la de Leif Erikson, señalado como el primer vikingo que llegó a América en el año 1000. En San Luis, Córdoba y Buenos Aires hay evidencia arqueológica y arquitectónica que refuerza las teorías de que estos pueblos estuvieron en suelo argentino casi 500 años antes que los españoles.

“Vikingos: Valhalla” ya está en Netflix y se reaviva la duda: ¿llegaron los vikingos a Argentina? Foto: Instagram @netflixvalhalla
“Vikingos: Valhalla” ya está en Netflix y se reaviva la duda: ¿llegaron los vikingos a Argentina? Foto: Instagram @netflixvalhalla

Llegó el día, ¡por fin es 25 de febrero!. Y los fanáticos de las series históricas, sobre todo aquellos que quedaron atrapados con la trama de “Vikingos” y con las historias, tradiciones y mitología nórdicas por fin pueden disfrutar de los 8 episodios de la primera temporada de “Vikingos: Valhalla”, la esperada secuela de la exitosa producción de Michael Hirst que ya está disponible en Netflix.

En total son 3 temporadas las anunciadas, por lo que serán 24 los episodios de este spin-off que centra su trama en 100 años después de la era de Ragnar y sus hijos -protagonistas de la primera serie- y que incluirá las expediciones, historias y batallas de algunos de los personajes históricos más impotantes de la era vikinga, como fueron Leif Erikson, Harald Sigurdson y Freydis Eriksdotter, interpretados por Sam Corlett, Leo Suter y Frida Gustavsson respectivamente.

Vikingos: Valhalla.
Vikingos: Valhalla.

Más allá de que la primera temporada de “Vikingos: Valhalla” comienza con la Masacre de San Bricio (ocurrida en 1002) y en lo que significó la primera gran matanza de colonos nórdicos en Inglaterra -y que derivará en múltiples batallas hasta llegar a la de Stamford Bridge, que marcó el fin de la Época Vikinga en 1066-, las expediciones por tierras inexploradas siguen siendo protagonistas atrapantes. De hecho, Leif Erikson, uno de los personajes centrales de la flamante serie de Netflix, está señalado como el líder de las primeras expediciones europeas que llegaron a América. Y aunque no hay un consenso histórico, hay evidencia que sitúa a los pueblos nórdicos en América del Norte (en la actual Isla de Terranova, Canadá) alrededor del año 1.000, cerca de unos 500 años antes de la llegada de Colón y sus carabelas en lo que ha pasado a la historia como el supuesto “Descubrimiento de América”.

¿Llegaron los vikingos a Argentina?

Reconstruir la Época Vikinga ha sido, desde siempre, una tarea por demás complicada en materia histórica. La falta de documentación fehaciente y de registros irrefutables han complicado en todo momento esta misión, y las Eddas y Sagas nórdicas -poemas que fueron escritos siglos después en base al boca en boca y a los relatos que combinan historia con mitología- son la principal fuente de inspiración. Incluso, el compositor Richard Wagner y su ópera “El Oro del Rin”, compuesta en el siglo XIX y centrada en la mitología nórdica, ha servido como fuente también para reconstruir esta época y sus creencias.

En cuanto a la llegada de Leif Erikson a América del Norte, en la actual Canadá se han encontrado restos arqueológicos que permiten inferir que en el lugar convivieron -aunque no de forma muy amistosa- colonos nórdicos con tribus autóctonas. Y que, tras incesantes enfrentamientos, los vikingos que se habían asentado en el lugar debieron regresar.

Una representación del desembarco de Leif Erikson en América del Norte en el año 1.000.
Una representación del desembarco de Leif Erikson en América del Norte en el año 1.000.

Sin embargo, hay historiadores que sostienen que no todos los expedicionarios regresaron a sus tierras luego de estas hostilidades constantes. Incluso, muchos grupos habrían iniciado -entre fines del siglo X y comienzos del siglo XI- a expandirse por el entonces inexplorado continente americano. Y eso los trajo al Sur. En Colombia, Perú, Paraguay, Brasil y hasta en Argentina se han hecho llamativos hallazgos, que datan incluso de antes de la época de la conquista, y que presentan múltiples similitudes con signos y huellas históricas hallados en el norte de Europa y característicos de los vikingos.

Rastros vikingos en San Luis, Córdoba y Provincia de Buenos Aires

Al igual que ocurre con la versión histórica que sostiene que Leif Erikson y sus colonos fueron los primeros en asentarse en América, no existe un consenso universal sobre la presencia de vikingos en Argentina. Sin embargo, hay indicios que -para algunos historiadores- son irrefutables.

Los Comechingones, pueblos originarios que habitaron las sierras centrales de Argentina y que -según registros históricos- son descendientes de los vikingos. Foto: ConstruirTv / Grupo Edisur
Los Comechingones, pueblos originarios que habitaron las sierras centrales de Argentina y que -según registros históricos- son descendientes de los vikingos. Foto: ConstruirTv / Grupo Edisur

En su libro “Mitología Nórdica: El camino de los Vikingos”, el ensayista y novelista argentino Marcelo Colombini cita a las distintas versiones que vinculan al pueblo de los Comechingones con ascendencia nórdica y vikinga. La reconstrucción de los rasgos físicos y corporales de los miembros de este pueblo originario que habitaba las sierras centrales argentinas (en la zona de las actuales San Luis, Córdoba y Santiago del Estero) difiere considerablemente de sus “vecinos” en otras regiones argentinas. “El color de su pelo era claro, eran altos, muchos de ellos de ojos claros y solían usar barba, como los nórdicos”, describe Colombini en su capítulo “Los Vikingos en Argentina (Sierras de Córdoba)”.

De acuerdo a estas versiones -compiladas por el ensayista argentino-, a muchos de los conquistadores españoles les llamó la atención no solo la fisonomía de estos pueblos, sino el uso de cuchillos de hierro para la caza cuando el hierro no se conocía todavía en estas tierras.

“La antropología actual considera a esta tribu (NdA: los Comechingones) como un grupo particular de huarpido. El rasgo que más asombró a los investigadores fueron sus características caucasoides (los hombres tenían una barba tupida como desde los 13 años), medían más de un metro setenta centímetros de estatura, lo cual era muy elevado (recordemos que el promedio de altura de los españoles de la época era de un metro sesenta centímetros”, se explaya Colombini en su obra, quien acota que los números científicos lograron evidenciar que 10% de los integrantes de esta tribu tenían ojos verdes o azules.

Claro está que estas características no eran propias de todos los vikingos, ya que no todos respondían a esta descripción estereotipada -y fomentada en series y películas-; sino que eran las características de quienes llegaron de Escandinavia. De hecho, en Europa y Asia se han encontrado restos vikingos con otra fisonomía y rasgos, puesto que los pueblos se fueron asentando y diseminando en distintas regiones y mezclando con los pobladores de cada región.

En la Reserva Cultural Natural “Cerro Colorado” se han encontrado registros pictóricos de arte rupestre con representaciones nórdicas. ConstruirTv / Grupo Edisur
En la Reserva Cultural Natural “Cerro Colorado” se han encontrado registros pictóricos de arte rupestre con representaciones nórdicas. ConstruirTv / Grupo Edisur

Los menhires, las primeras obras arquitectónicas vikingas en Argentina

No solo en el centro del terrritorio argentino se ha encontrado evidencia de la presencia de vikingos en Argentina desde antes de la llegada de los conquistadores españoles.

También al sur de la provincia de Buenos Aires, al margen de la actual ruta 51 y a la altura de Coronel Pringles, sobresale el cordón serrano de Pillahuinco. En el lugar, la presencia de menehires -piedras alargadas y colocadas de forma vertical, con tallados mínimos en su superficie- son parte de la evidencia principal en que se sostiene, precisamente, la presencia de vikingos en esa región y también desde hace, al menos, 10 siglos. Y que, según coinciden varios lugareños, mantienen cierto poder de energía cósmica. Claro que esto último se trata de esos relatos en que, simple y llanamente, hay que “creer o reventar”.

“Las sierras esconden muchos secretos, existen menhires y monumentos magalíticos muy extraños”, resumió la exploradora y guía de montaña y turística Paola García en una nota al diario La Nación publicada en diciembre de 2020. “Suena descabellado, pero los menhires podrían ser la prueba de la presencia de vikingos en Buenos Aires”, agregó García, quien vive en el paraje Fra Pal.

Menhires en el Sur de la Provincia de Buenos Aires, prueba que alimenta las versiones que los vikingos llegaron hasta el lugar. Foto: La Nación.
Menhires en el Sur de la Provincia de Buenos Aires, prueba que alimenta las versiones que los vikingos llegaron hasta el lugar. Foto: La Nación.

Según describe Leandro Vesco -autor de la mencionada nota de La Nación-, a lo largo de los 40 kilómetros en que se extiende el cordón serrano en este punto de la Provincia de Buenos Aires sobresalen varios menhires, algunos en formación lineal, otros circulares y algunos siguen diseños raros y aparentemente inexplicables. “Estas construcciones son propias del conocimiento mágico, hermético y metafísico de los pueblos de origen indoario, existen en diferentes lugares del planeta”, agregó García.

Al momento de explicar la historia y origen de estas construcciones, García se refiere a la versión histórica de que los vikingos llegaron a América del Norte desde Dinamarca entre los años 1000 y 1100, y que poblaron lugares que llamaron Vindland y Markland en esa zona. Luego continuaron sus exploraciones hasta llegar al Sur, donde habitaron, levantaron estos monumentos y hasta dejaron su influencia.

“Se trató de una horda en movimiento con un bagaje cultural que se fue perdiendo con el tiempo, a la vez que adaptándose con otras razas”, contó a La Nación la guía, quien se ha especializado en el estudio de diferentes escritores y antropólogos que trabajaron esta teoría. Se cree que estos primeros habitantes nórdicos se asentaron en el Altiplano de la actual Bolivia a comienzos de 1100.

Leif Erikson, el primer navegante nórdico en llegar a América. Foto: Twitter @zCluzz
Leif Erikson, el primer navegante nórdico en llegar a América. Foto: Twitter @zCluzz

“Los vikingos que llegaron del norte, en nuestro país, terminaron convirtiéndose en los Comechingones, los ‘indios blancos’”, describió la referente en la citada entevista.

Pictografías y runas nórdicas

Tanto Colombini en su libro sobre mitología nórdica como la guía de montaña Paola García (quien ha estudiado los menhires en el Sur de la Provincia de Buenos Aires) resaltan que a los rasgos físicos y antropomórficos, así como también a los mencionados menhires, se les suman otros hallazgos que no hace más que alimentar la teoría de los vikingos en Argentina.

En el Cerro Colorado (Córdoba) se han hallado pictrogramas -dibujos- con semejanzas a las runas nórdicas, así como también otros que representan a jinetes a caballo y con yelmos. También se han encontrado otros grafismos con forma de drakkars (embarcaciones vikingas) e, incluso, algunos que representan ritos propios de la mitología nórdica.

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