Hernán Cattaneo en Mendoza: “La música electrónica te mantiene la cabeza abierta todo el tiempo”

El afamado DJ argentino, Hernán Cattaneo, estuvo ayer con su par Sasha, y hoy se presenta nuevamente en Potrerillos, en un show que se convirtió en un clásico para los fanáticos de la música electrónica. En esta entrevista habla de sus duros comienzos, su experiencia en el extranjero y su perspectiva respecto a otros estilos musicales.

Hernan Cattaneo, DJ argentino de renombre internacional que brindara un doble show en Potrerillos.
foto: Mariana Villa / Los Andes
Hernan Cattaneo, DJ argentino de renombre internacional que brindara un doble show en Potrerillos. foto: Mariana Villa / Los Andes

El DJ Hernan Cattaneo está en Mendoza presentando su nuevo show “Cordillera de los Andes” que, como en otras oportunidades, propone un encuentro en Potrerillos donde el paisaje, la música electrónica y la experiencia sensorial se mixturan en una puesta única para los amantes del sonido y el color al aire libre.

Al igual que años anteriores -Cattaneo es un asiduo visitante- el encuentro se produce en el Gran Hotel Potrerillos (a partir de las 15) donde durante el día de ayer cuando se dio el primer show, y hoy, hubo más de 10 mil personas bailando al ritmo del Progressive House que propone este gran DJ argentino de proyección internacional.

Multitudinaria fiesta. Más de 10 mil personas entre los dos días que Cattaneo se presentó en Mendoza
Multitudinaria fiesta. Más de 10 mil personas entre los dos días que Cattaneo se presentó en Mendoza

Cattaneo nació en la localidad de Caballito, en Buenos Aires y según él mismo cuenta, desde muy chico se sintió maravillado con los sonidos de la música, despertando una irrefrenable vocación hacia el aprendizaje de las composiciones a través de samplers y sintetizadores.

Desde joven tuvo interés en bandas como Simply Red, Level 42, Depeche Mode y New Order. Según Cattaneo, Frankie Knuckles marcó gran influencia en su carrera como DJ y siente respeto y admiración por artistas y grupos como Knuckles, Inner City y Derrick May. Esto incentivó el rumbo artístico de Cattaneo, posicionándolo entre los DJs más reconocidos del mundo.

En Argentina es considerado DJ residente del festival Creamfields Buenos Aires, ya que año tras año se hace presente en Cream Arena Stage. También fue uno de los DJ que más participó del festival Moonpark, dándo inicio al mismo en marzo de 2003 junto a Sasha, otro gran DJ que el sábado se presentó con Cattaneo en Potrerillos.

Desde el 2004 es considerado el DJ hispanoamericano más reconocido y mejor posicionado del mundo. A comienzos del año 2018 ganó varias distinciones de los lectores de la revista DJ Mag Latinoamérica en los siguientes rubros: “Embajador por el mundo”, “Fiesta del año: Hernán Cattaneo en Forja, 1 de diciembre de 2017, Córdoba, Argentina”, “Mejor DJ de Progressive House” y “Mejor sello discográfico: Sudbeat”.

Pero para conocer al hombre detrás del nombre, Los Andes mantuvo una charla distendida en la que recordó su infancia de vacaciones en Mendoza, sus duros inicios en los que le resultó muy difícil proyectar este estilo de música y cómo fue el salto a la fama.

-Venís con frecuencia a Mendoza ¿Qué es lo que te conecta con esta provincia?

Yo vengo acá de chiquito. Tengo familia y venía a pasar vacaciones acá en la casa de ellos en el barrio Bombal.

Hernan Cattaneo, en entrevista con Los Andes
foto: Mariana Villa / Los Andes
Hernan Cattaneo, en entrevista con Los Andes foto: Mariana Villa / Los Andes

-¿Cómo fue el paso de que simplemente te gustara la música a convertirte en DJ?

Siempre tuve pasión por la música, estaba siempre pegado a los parlantes en mi casa. Después me di cuenta que había un tipo de música que me hacía sentir cosas especiales. Yo no tenía edad para entender lo que pasaba , porque tenía cinco años. La ventaja de tener hermanos mayores era que yo en vez de escuchar la música infantil que yo hubiera elegido, escuchaba el lado oscuro de Pink Floyd. Afortunadamente eso me entró y me fue generando algo por la música que yo no podía explicar pero que me apasionaba.

Yo era muy malo jugando al fútbol y era algo triste para mí, pero después me di cuenta que era valorado por mis amigos porque yo tenía música que ellos no, entonces empecé a invitarlos a mi casa a mostrarles mis discos. Sin saberlo, empecé a compartir música con los demás, que es lo que hace un DJ, hasta que a los 14 años vi por primera vez a un DJ profesional, que era Alejandro Pont Lezica, el más famoso de la Argentina de esa época. Ahí fue cuando me di cuenta que esa era la versión profesional de lo que yo hacía y que quería seguir haciendo.

Afortunadamente, como siempre fui muy cabezadura, desde ese momento me planteé hacer esto y me dije “mi norte es para allá”.

Su nuevo show "Cordillera de los Andes" combina música electrónica, paisajes y color
Su nuevo show "Cordillera de los Andes" combina música electrónica, paisajes y color

-¿Tus padres qué decían?

El primero que se puso como loco fue mi papá, que era hijo de inmigrantes italianos que vinieron acá y se recontra esforzaron para que sus hijos progresen. Para ellos progresar era ser abogado o contador, no DJ en los años 80 y yo estaba seguro que quería hacer esto, aunque no tenía información que me avalara.

Fueron unos años medio turbulentos durante la adolescencia, hasta que entendí que lo mejor era terminar la secundaria y dejar a mi papá contento, porque yo tenía claro que no iba a ir a la universidad.

-¿Cómo fueron tus primeros trabajos?

Empecé a trabajar a los 15 años y a ganaba un poco de plata, que me daba algo de seguridad, después entré en una empresas de música, trabajando de plomo -el que carga los parlantes- hasta que pasó lo típico: faltó un DJ y me preguntaron si me animaba a reemplazarlo. Por supuesto que sí, porque yo ya lo hacía pero en lugares mucho más pequeños, a nivel de hobby.

Hernan Cattaneo recuerda su adolescencia, sus inicios y la resistencia de su familia
foto: Mariana Villa / Los Andes
Hernan Cattaneo recuerda su adolescencia, sus inicios y la resistencia de su familia foto: Mariana Villa / Los Andes

Después, en 1985 me llamaron para trabajar en una discoteca en Villa Gesell, en una época en que la temporada de verano arrancaba a mediados de diciembre y terminaba a finales de febrero. Entonces eran 70 noches llenas de gente y eso me sirvió muchísimo para aprender el oficio en serio y para poner música para mucha gente.

En ese momento yo tenía 23 años. En mi casa mi papá seguía teniendo esperanzas de que estudiara y mi mamá que era una persona más vinculada al arte entendía lo que me pasaba, lo que yo sentía con la música y me ayudaba.

-Pero el éxito todavía era lejano

Claro, en esa época empezó el fenómeno de lo que se llama la música House, la Música Electrónica, y todo se radicalizó en el resto del mundo, pero en Argentina era un futuro que estaba lejísimo. Nos echaban de los lugares, cuando nosotros llegábamos a poner música se vaciaban las pistas, la gente se iba porque querían escuchar música tradicional y nosotros veníamos con esto que les parecía ruido.

Afortunadamente los que hacíamos esto estábamos tan determinados que seguimos insistiendo. A partir de los 90 que había un par de radios en Buenos Aires que nos daban un poco de difusión, se escuchaba en las discotecas y empezó a salir una música electrónica popular, como Technotronic, que me permitía mezclar con otras cosas que a mí me gustaban, como Depeche Mode.

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-¿Cómo fue el salto?

Yo estaba feliz, trabajando en discotecas grandes en Buenos Aires. En el año 1991 vinieron por primera vez DJs extranjeros a la Argentina, entre ellos uno de la Haçienda de Manchester, ahí todos los DJs de acá vimos que había una vara mucho más alta pero también un mundo mucho más grande y eso nos dio un montón de entusiasmo. Yo vendí mi auto que era lo único que tenía y con ese dinero me compré un pasaje a Estados Unidos para ir a aprender de ellos.

Después, en el 93, el Pachá de Ibiza, que era una franquicia de una discoteca extranjera abrió en Buenos Aires y yo entré a trabajar ahí, donde ya no era un DJ que quería poner esa música sino que era una empresa entera que venía con esa cabeza de cómo era una discoteca internacional, porque acá ir a bailar era una cosa social y para nosotros era ir a escuchar música y mover el cuerpo. Así empezó el concepto de que la música era el epicentro de lo que pasaba en una fiesta.

Hernan Cattaño, DJ argentino de renombre internacional que brindara un doble show en Potrerillos.
foto: Mariana Villa / Los Andes
Hernan Cattaño, DJ argentino de renombre internacional que brindara un doble show en Potrerillos. foto: Mariana Villa / Los Andes

-¿Viviste mucho tiempo en el extranjero?

Eso fue gracias a estar en el lugar y el momento indicado. Un día el DJ más importante del mundo, Paul Oakenfold, vino a tocar a la Argentina y necesitaban un telonero. Él justo estaba por empezar una gira mundial, venía de trabajar con U2 y con Madonna, le gustó lo que yo hacía y me ofrecieron ir con él en la gira. Imaginate, yo no había tocado ni en Brasil. Obviamente, me fui con Paul por tres meses y literalmente volví 15 años después casado y con hijas. Durante todo ese tiempo, la agencia de él me había ofrecido mudarme a Londres, donde me quedé trabajando cinco años, luego en Barcelona ocho años más y recién ahí volví a Argentina. Eso es lo que todos conocen como mi carrera internacional.

-¿Tenés algún vínculo con expresiones culturales andinas?

Desde hace muchos años voy a un festival en el desierto de Estados Unidos que se llama Burning Man que es de expresión cultural y artística más que de música, y ahí empecé a conocer un montón de chamanes y gente más del mundo espiritual. A su vez, mi mujer es profesora de yoga para chicos, y me fui conectando con eso.

Es uno de los DJs más reconocidos del mundo
Es uno de los DJs más reconocidos del mundo

-¿Cómo mixturás esto con la música electrónica?

Hay un concepto erróneo de ver la música electrónica como algo de discoteca y lo que yo estoy tratando de demostrar es que va mucho más allá. La música de discoteca es una parte, porque la música electrónica, de todos los géneros musicales, es uno de los más abiertos al ser uno de los más nuevos, al contrario de los más conservadores que son más cerrados. Artísticamente podés hacer lo que quieras. Creo que la conexión con distintos mundos nuevos o viejos tiene que ver con eso que tiene la música electrónica. Te mantiene la cabeza abierta 100% todo el tiempo.

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