El arte asoma bajo las ruinas: hallan copia de un famoso mosaico

Experto asegura haber encontrado una copia desconocida de la obra la “Navicella”, creada por el gran artista italiano Giotto. Fue encontrada en una iglesia derruida de Transilvania. Todos los detalles.

El mosaico original fue compuesto por el artista florentino en torno al año 1300 para adornar la basílica de San Pedro en Roma.

La composición de la “Navicella” representa la escena bíblica de Jesucristo caminando sobre las aguas.

Hasta ahora se conocían tres reproducciones realizadas en la misma época: una cuidadosamente resguardada en Estrasburgo, en Francia, otra en Florencia y una última en Pistoia, también en Italia.

“Esta es la cuarta”, aseguró el especialista Szilard Papp, un historiador que trabaja para la fundación Istvan Moller que busca preservar el patrimonio de Budapest.

Arquitecto y pintor italiano, Giotto fue el primer creador italiano en superar las tendencias bizantinas de la pintura de su tiempo y explorar unas orientaciones que acabaron por desembocar en la gran revolución artística del Renacimiento.

El templo donde se produjo el hallazgo, abandonado desde hace décadas, está casi totalmente destruido. Se encuentra a merced de la lluvia y el viento, en la pequeña localidad de Jelna, a 430 kilómetros de Bucarest.

En una visita al templo en 2014, unos fragmentos de un fresco descolorido captaron la atención de Papp.

Sus investigaciones confirmaron su intuición inicial de que había encontrado una copia antigua y hasta ahora desconocida del célebre mosaico.
La iglesia de Jelna fue construida a mediados del siglo XIV. Pintado de blanco durante la reforma protestante del siglo XVI, el templo ocultó el fresco, lo que según el historiador pudo contribuir a que cayera en el olvido.

Para el historiador rumano Ciprian Firea, del Instituto de Arqueología y de Historia del Arte de Cluj-Napoca, esta hipótesis es "perfectamente plausible". 
Según Papp, la obra de Jelna podría haber sido hecha por uno o por varios artistas locales a partir de bocetos traídos por los peregrinos.

“Es sorprendente encontrar una obra de este tipo reproducida en un pueblo que entonces estaba en la periferia del mundo cristiano, muy lejos de Roma”, dijo maravillado.

Desde la caída del comunismo en 1989 se han descubierto otros frescos en iglesias en ruinas en Transilvania.

Ahora Firea espera que el descubrimiento de su colega en Jelna “haga sonar las alarmas” y llame la atención de las autoridades.

“Si no intervenimos ahora, en uno o dos años todo va a desplomarse”, advirtió el historiador, en referencia al lastimoso estado de las ruinas, ya casi sin techo y lastradas por pintadas hechas con aerosol.

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