Un mercado de compras y gastronomía abre en Godoy Cruz en los ex talleres de Pescarmona

Cuando, en los ‘70, Impsa se muda al carril Rodríguez Peña, el amplio predio que los talleres metalúrgicos ocuparon en pleno corazón de Godoy Cruz quedó semi abandonado. La familia Pescarmona ideó un nuevo uso para ese espacio, que combina un mercado de productos frescos y gastronomía, un edificio de oficinas y departamentos residenciales. La primera etapa de ese ambicioso proyecto, el mercado Planta Uno, inaugura el mes que viene.

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Al ingresar por Ceretti -tendrá entradas por esta calle, por Colón y por Hualpa- se pasa a través de una amplia nave industrial amarilla, en la que todavía se aprecia el puente grúa original (de 1975) en uno de los extremos, y se llega a las tres naves más pequeñas, donde, en pocos días, los mendocinos podrán acceder de una variada propuesta para realizar sus compras cotidianas, disfrutar de un café, una pizza, un vino o sentarse en una mesa a compartir diferentes opciones gastronómicas.

Sofía Pescarmona, quien lidera este proyecto, menciona que hace 5 años llamaron a un concurso arquitectónico internacional para el desarrollo de un complejo de viviendas, oficinas, recreación y compras. La idea original era comenzar por la construcción de los espacios de trabajo, pero llegó la pandemia y, con el auge de la gastronomía, entendieron que debían enfocarse primero en el mercado.

La propuesta arquitectónica y urbanística ganadora del concurso fue del estudio Arlic – Galindez – Capacciolli, que apostó a poner en valor las naves industriales y a la reutilización de un gran porcentaje de las estructuras existentes, lo que no sólo implica una revalorización de esa etapa de la historia del departamento, sino también apuntar a la sustentabilidad.

El espacio ocupa unos 3 mil m2, alberga 30 locales y tiene unos 360 lugares de estacionamiento. Aunque Pescarmona indicó que no tienen bien en claro cuál ha sido la inversión total a lo largo del tiempo, resaltó que las marcas han destinado unos $250 millones a equipar cada local y que durante la construcción han empleado unas 100 personas y estiman que, cuando abra al público, trabajarán entre 100 y 120 en forma permanente.

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En la calle interna, que cruza el predio de sur a norte y planean sea peatonal en un futuro, se han concentrado los servicios: habrá un supermercado premium de Millán, la cafetería Bröd, un local de la Mercantil Andina, la estética Sabatié Salon y consultorios médicos. También se encuentra aún en obra un espacio de coworking, que ocupará lo que eran las oficinas de Impsa; de hecho, Sofía comentó que recuerda a su abuelo trabajando en ese lugar.

En el otro extremo, hay un amplio local de la cadena de cerveza artesanal y cocktelería Ground. Y, probablemente en octubre, abrirá sus puertas Chipirón, un restaurante de mar de Francisco Rosat, creador del reconocido Lo de Fran, en Mar del Plata, y que abre en Mendoza su segundo local.

Todo el exterior está parquizado con plantas que tienen un bajo requerimiento hídrico, como coirón y romero, y árboles de acacia frisia, pero también se plantaron jacarandá, que eran parte del arbolado típico de esa zona del departamento.

Ya en el interior de las tres naves -construidas en la década del ‘40-, el proyecto de la arquitecta Valentina Monteverdi, con la dirección técnica y gerenciamiento de Sposito y Asociados -a través del arquitecto Jorge Lazo-, conserva el estilo industrial, combinado con la calidez que le aporta la madera, los colores de las cerámicas y la luz que ingresa por los enormes ventanales.

Las marcas

Dentro del mercado, el visitante podrá encontrar diversidad de opciones gastronómicas: un Wine Bar de Universo Vigil, donde la propuesta es sentarse en la barra a degustar vinos y comer algo, Pizzería Popular, Burger Bar & Café (BBC), Arabian Nights, Panko Sushi, y Criolla, una parrilla tradicional “como las de barrio) con platitos para compartir y una variada carta de vinos.

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También, varios locales para tomar un café y comer algo dulce: el café Shelby, Möm Patisserie e Innamorato Helados. Y Planeta Chipá, que, además del tradicional bocadito, ofrecerá sanguches con este panificado. Algunos de los locales tendrán mesas exclusivas para esa marca, pero también habrá 460 lugares comunes, distribuidos por Planta Uno.

La propuesta apunta a que los mendocinos puedan ir a tomar un café y hacer las compras, a trabajar en el coworking y almorzar en el mismo lugar, o reunirse para comer algo. En definitiva, que sea un punto de encuentro cotidiano, emplazado en la trama urbana.

Por eso, también hay negocios de productos frescos y del consumo diario: la pescadería Lagus, La Embajada Carnes, La Salamanca Fiambres, Laur, Entre Dos, Alcaraz Gourmet, Almacén Olive Gluten Free, la dietética New Garden, una verdulería y Alma Pasta (La Cuyanita). Y un par de espacios de compras: el de cerámicas artesanales de la artista mendocina Anabel Simionato y el del Vivero Lunta.

Sofía Pescarmona menciona que se eligieron marcas mendocinas reconocidas -con la excepción de una franquicia, pero cuyo dueño es local-, pero idearon dos espacios para dar a conocer a otras. Mendocina Cocina será un lugar que trabajará con chefs itinerantes y que podrán alquilar quienes quieran mostrar su gastronomía. Es un local completamente equipado y que incluso contará con un ayudante. El otro sitio es Vida Mendocina, donde se venderá una amplia gama de artículos de emprendedores locales, como indumentaria y diseño.

Etapas posteriores

En cuanto abra el mercado, las tareas de construcción se concentrarán en el coworking y en un área abierta que da a calle Hualpa, donde esperan que se sumen dos o tres marcas más, con una propuesta estilo patio cervecero.

Sin embargo, el plan integral original incluía también tres edificios de departamentos sobre calle Colón -lo que demandará hacer estacionamiento subterráneo-, otro de oficinas y espacios de deportes. Pescarmona comenta que seguirán analizando estos proyectos, para ver si es necesario reformularlos y, sobre todo, en función de qué suceda con la economía del país.