Renuevan Precios Justos, pero los productos casi desaparecieron de las góndolas

Mientras el Gobierno nacional se apuró a renovar los beneficios para las empresas adheridas a Precios Justos antes de que vencieran -el 31 de octubre- y los extendió hasta el 31 de diciembre, en los supermercados locales el programa es casi un recuerdo. Los comercios grandes conservan las listas de productos incluidos en el ingreso al local, pero en el interior cuesta bastante encontrarlos y lejos se está de contar con una opción en cada categoría.

El decreto 551/2023, publicado ayer en el Boletín Oficial, extiende hasta el último día de 2023 los beneficios fiscales para las empresas que adhieran al programa. Entre otros, la prórroga de los vencimientos para el pago del IVA y de las contribuciones de la seguridad social; la reducción al 0% de la alícuota del derecho de exportación para ciertas mercaderías; y la suspensión del pago de impuestos sobre la compra de billetes y divisas en moneda extranjera para determinadas operaciones de importación.

Esto, previo a iniciar las conversaciones con las principales firmas de alimentos, con el objetivo de renovar el acuerdo de precios, que también vence el próximo martes. Se debe recordar que, cuando la Secretaría de Comercio Interior de la Nación estableció, en agosto, de modo unilateral, la renovación, con un 5% de aumento mensual, hubo empresas que no se sumaron. Por el contrario, plantearon que, por la devaluación, los valores de ciertos productos de insumo masivo habían trepado bastante por encima de este porcentaje.

Un programa en papel

Desde hace un tiempo, las grandes cadenas de supermercados vienen señalando que hay problemas con el stock, ya que las entregas por parte de los proveedores tienen cupos. Esto se agudiza con la cercanía de las elecciones -porque se anticipa una posible disparada del dólar- y también en los días previos a una renovación de acuerdo de precios. Pero estas dificultades en el abastecimiento son aún más notorias en los productos cuyo valor está controlado.

En un hipermercado de Godoy Cruz, bien visible al ingresar al local, se puede consultar una extensa lista de cinco páginas de artículos dentro de Precios Justos. Pero cuando se buscan en las góndolas, la situación es bien diferente. Hay un papel de cocina incluido, pero ningún papel higiénico, ni detergente, ni limpiadores ni jabones para la ropa. Y en la zona de artículos de cuidado personal y perfumería, sólo se encuentra un acondicionador para el pelo con el cartel indicador.

Entre los alimentos se observa, con cierta frecuencia, recordatorios de que, al pagar con débito, se accede al reintegro del IVA, pero en Precios Justos apenas hay una opción de aceite y nada en galletitas, leches en polvo o líquidas, arroz, harina ni fideos. Tampoco se puede encontrar un producto señalizado en las heladeras, ya sea yogur, queso o manteca. Sí hay una importante cantidad de artículos en oferta, pero propia del comercio.

En otro hipermercado de Guaymallén también está el listado, cerca de la puerta de acceso. En este caso, de un poco más de siete páginas completas. Y hay un número mayor de productos en el interior. Pero resulta curioso que, en los extremos de algunas góndolas están, en una especie de bolsillo plástico, los papeles de Precios Justos de una gran cantidad de artículos, con la leyenda de que no hay stock.

De todos modos, tampoco se cumple con la premisa del programa, de que hubiera opciones en cada categoría de productos. Así, hay un paño franela, una rejilla, un limpiador desinfectante, otro de cocina y otro de baño, pero no papel higiénico ni detergente. Tampoco jabón de ropa ni suavizante.

Entre los productos de perfumería, hay un shampoo incluido y dos carteles más, de otro shampoo y un acondicionador que no están en la góndola. Hay una opción de protectores diarios y de toallitas femeninas, y una también de jabón de tocador.

Pero no se pueden encontrar leche en polvo ni líquida, ni manteca, margarina o yogur con precios controlados. Ni infusiones, café o yerba mate; ni galletitas saladas, aunque sí unas surtidas dulces y otras galletitas rellenas (con apenas cinco paquetitos al fondo del último estante); tampoco pastas secas, salsas ni conservas; y apenas una opción de harina integral. En cambio, hay una buena cantidad de productos que están con ofertas propias de la empresa.

Resulta obvio que algunos productos en Precios Justos aún están disponibles porque son de demanda acotada, mientras los de consumo más masivo se agotaron porque el consumidor los busca debido a que suelen tener un valor más accesible. Por ejemplo, sí hay bastoncitos de salvado, granas de colores para decorar tortas, adobos y especias, y una premezcla para preparar galletitas con chips de colores.

Aumentos

De acuerdo con un relevamiento de la consultora Focus Market, en septiembre todas las categorías de consumo masivo tuvieron aumentos de dos dígitos: alimentos subió 12,8%; bebidas, 11,8%; cuidado personal, 15,3%; y limpieza 17,8%. Pero se trata de un promedio y algunas categorías subieron bastante por encima de este porcentaje.

Los productos que más aumentaron interanualmente, en comparación con el mismo mes de 2022, son: azúcar (289%), snacks (228,5%), edulcorantes (227,2%), cervezas (221,2%), suavizantes (205,8%), arroz (199,1%), jugos en polvo (189,2%), desinfectante (187,7%), conservas (187,4%) y caldos (187,3%).

Esto explica que, según el análisis que cada mes realiza la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) sobre la evolución de las ventas minoristas, Alimentos y bebidas haya tenido un descenso del 8,1% anual en septiembre, a precios constantes, y acumule una baja del 2,6% en los primeros nueve meses del año frente al mismo periodo de 2022. Los empresarios consultados por la entidad se quejaron, además, por las demoras en las entregas de los proveedores y faltantes de harina, azúcar, yerba, café, entre otros productos.

Para contrarrestar esta situación, las empresas ofrecen diversas promociones. GDN Argentina (Híper ChangoMâs, ChangoMâs, Super ChangoMâs y MâsOnline) presentó Canasta Protegida: un set de 119 productos básicos, “al precio más barato de todo el canal moderno de supermercados”. Una propuesta propia de valores “cuidados” -señalizados en góndola con etiquetas y cartelería especial-, que incluye más de 40 categorías básicas de artículos de almacén, frescos, bebidas, higiene y perfumería.

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