Vuelve a faltar combustible en las estaciones de Mendoza: cuáles son las 3 razones

En las últimas semanas se produjo una suma de factores que generaron desequilibrios entre la oferta y la demanda de naftas y gasoil en las estaciones de servicio, ¿hasta cuándo durará?

Quiebre en los surtidores: por qué se volvió a complicar conseguir combustible en Mendoza
Foto: Orlando Pelichotti
Quiebre en los surtidores: por qué se volvió a complicar conseguir combustible en Mendoza Foto: Orlando Pelichotti

Un día después de las elecciones nacionales generales, en las que Sergio Massa fue el candidato más votado y peleará la presidencia con Javier Milei en una segunda vuelta, YPF decidió aumentar el precio de los combustibles, el martes, Axion se sumó con su propia actualización para la mayoría de los combustibles, con la excepción del GNC (a $165,90), que no fue hasta este miércoles que se modificaron los valores en las pizarras.

Entonces, la lista de precios de YPF quedó así:

En Mendoza, la suba fue del 3% y los nuevos valores son los siguientes:

  • Súper: pasó de $271 a $279 el litro
  • Infinia: pasó de $343,8 a $354 el litro
  • Infinia Diesel: pasó de $374,7 a $386 el litro
  • Ultra Diesel: pasó de $293 a $302 el litro

En cambio, en las estaciones de servicio del sector privado, la nafta súper supera los $300, y el Diesel premium se vende en $412.

Un día después de las elecciones, YPF aumentó la nafta: cuáles son los nuevos valores
Foto: Orlando Pelichotti
Un día después de las elecciones, YPF aumentó la nafta: cuáles son los nuevos valores Foto: Orlando Pelichotti

¿Por qué cuesta conseguir combustible en Mendoza?

Fuentes del sector explicaron, que hay escasez producto de la suma de tres factores:

El menor precio de YPF hizo que la oferta se volcara a esas estaciones de servicio, dejando de lado a la competencia que, además, está poniendo menos producto a disposición de los consumidores.

Las importaciones de combustible, a las que acuden las estaciones de servicio por fuera de lo que le compran a YPF no están ingresando, y eso también hizo mermar la oferta;

El gasoil en el canal mayorista está más caro que en el canal minorista y las empresas transportistas también se volcaron a los surtidores que normalmente se destinan a conductores de vehículos más pequeños. “Si te llegan cuatro camiones, en unas horas te pueden vaciar la estación de servicio, y por unas horas te quedás sin combustible, hasta que llega la recarga”, sumaron.

Anteriormente, la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) había advertido sobre esta situación, con una solicitud para la urgente intervención de la Secretaría de Energía de la Nación para “normalizar el abastecimiento de gasoil”.

“La situación, que comenzó a agudizarse a partir de la fuerte suba en el precio del gasoil a granel respecto del que se abona en surtidor (mientras que en agosto el aumento del combustible mayorista fue de 35% en las estaciones de servicio el incremento promedió el 18%), produjo primero, un desvío natural en la modalidad de repostaje, y luego, aumentos injustificados, cupos y maniobras espúreas de diferente naturaleza”, dicen en el documento.

Los reclamos se repiten en octubre

Durante los primeros días de octubre, Los Andes mostraba los efectos de esta situación que se repite: las colas en ciertas estaciones de servicio, los carteles que informaban de faltantes y los cupos de entrega de las petroleras.

Entonces, Isabelino Rodríguez, presidente de Amena (Asociación Mendocina de Expendedores de Nafta y Afines), detalló por qué se da esta situación, teniendo en cuenta que, Argentina depende de las importaciones, ya que el 32% del combustible que se utiliza en el país viene de afuera. De ese total, el 20% corresponde a gasoil y el 12% a nafta.

Sin embargo, además de la falta de dólares para pagar esas importaciones, las petroleras se encuentran con que el barril Brett tiene un precio que ronda los US$ 90 y el criollo, uno de US$ 58, mientras que en el país los valores están congelados, lo que provoca un diferencial que hace que las empresas deban importar a pérdida para abastecer al mercado local. Para entenderlo, por un barco de 40 millones de litros, pueden llegar a perder US$ 10 millones.

Por otra parte, Rodríguez detalló que el programa Precios Justos sólo se aplica al sector minorista, mientras que el transporte de carga, el agro y otras empresas que tienen flota de vehículos (y cuentan con surtidor propio) deben pagar un 20 a 25% más por ese combustible mayorista. Por eso, están cargando en las estaciones de servicio, lo que refuerza los faltantes.

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