El gobernador Alfredo Cornejo anunció esta mañana, a través de una publicación en la red X, que, a partir del 1 de mayo, quedarán excluidos del régimen de retenciones Sircreb quienes tengan un buen historial fiscal. “Esta medida representa un alivio concreto para 12.500 contribuyentes de Mendoza”, detalló.
“En nuestra vocación por seguir aliviando la carga tributaria y fortalecer el vínculo de confianza con los contribuyentes que cumplen”, expresó. “Estamos así desarmando distorsiones que se consolidaron desde 2012, en línea con una política fiscal más justa, transparente y orientada al crecimiento”, planteó.
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Y resaltó que, además, se reducen los requisitos para solicitar la no retención, de seis a tres meses con saldo a favor, y adecuaron las alícuotas de retención en distintas actividades, “para que en ningún caso superen la alícuota legal del impuesto”.
Desde el sector empresario vienen insistiendo en que, si bien es cierto que el Gobierno provincial ha ido reduciendo de modo paulatino las alícuotas de Ingresos Brutos, todavía se encuentran en niveles altos. También plantean que se trata de un impuesto muy distorsivo, porque se va aplicando en todos los eslabones de la cadena, y señalan que el Sircreb añade un elemento más de distorsión.
Alfredo Cornejo
Ramiro Gómez / Los Andes
Exceso de tributación
El contador especialista en tributación Carlos Schestakow detalló que el Sistema de Recaudación y Control de Acreditaciones Bancarias es un régimen de percepción, en realidad de retención, de Ingresos Brutos. Cada vez que alguien deposita en la cuenta del contribuyente, el banco retiene una parte para asegurar el pago del impuesto.
Si el contribuyente es local, añade, ese monto retenido queda en Mendoza, pero si también tributa en otras jurisdicciones, el importe se distribuye según lo que establece el convenio multilateral.
Schestakow señaló que, a su juicio, “el Sircreb ha beneficiado en demasía a los distintos fiscos y perjudicado a los contribuyentes”. Esto, explicó, porque si bien obliga a declarar la renta, al tener una retención anticipada, no impide que quien paga (o deposita) también retenga Ingresos Brutos, lo que genera un saldo a favor que, si bien está prevista su devolución, en la práctica es un problema.
En este sentido, consideró que su eliminación es bienvenida, ya que provoca un exceso de tributación. Pero también advirtió que habrá que esperar unos meses para ver cómo funciona, porque hay beneficios que ha establecido el Gobierno que terminan siendo de difícil aplicación.
Un empresario manifestó que esperará a poder analizar en detalle la medida, para poder evaluar cómo será su aplicación, en particular en lo que se refiere a la alícuota de retención diferencial para distintos rubros (que hasta ahora era del 1% a 2,5% y pasó a ser del 0,1% al 5%). Pero adelantó que, si está incluido el rubro comercio, se trata de una excelente noticia.
ATM, Administración Tributaria Mendoza. Nicolás Ríos / Los Andes
Insuficiente
Mauricio Badaloni, integrante de la mesa directiva de la UIA (Unión Industrial Argentina), detalló que el Sircreb va generando saldos positivos que después son casi imposibles de recuperar. Comentó que analizaron el tema en la Mesa de Producción y Empleo, y se planteó que la disminución de seis a tres meses de saldos favorables para dejar de retener Ingresos Brutos de forma automática es una medida favorable.
Consideró que también es positivo que se haya ajustado el porcentaje de la retención a la alícuota máxima que paga el contribuyente. Pero resaltó que, desde la Mesa, proponen la eliminación de ese “anticipo” y que los saldos acumulados se puedan utilizar, a modo de compensación, para pagar otros impuestos, como el inmobiliario o el automotor.
Opinó que la modificación del esquema es un correctivo, e implica una pérdida menor, pero que en realidad no corresponde que se les vaya generando un saldo a favor a los contribuyentes.
"Los ingresos brutos son la herramienta que tiene el Gobierno Provincial con mayor potencial para realizar políticas económicas" indicó Silvia Jardel.
Excluidos
Mas allá del anuncio del gobernador, hoy fue publicada en el Boletín Oficial la resolución 29 de la Administración Tributaria Mendoza (ATM), que establece que es necesario incluir nuevas condiciones y exclusiones en el sistema. Y que, en concordancia con la política tributaria provincial de disminución de la presión fiscal, corresponde modificar las alícuotas de retención de Ingresos Brutos a determinadas actividades. También, que se excluyan de este régimen a ciertos contribuyentes con bajo riesgo fiscal.
La norma establece que los agentes de recaudación deberán retener el impuesto a los contribuyentes radicados en la provincia, con la excepción de los que estén exentos o gravados con alícuota cero por la totalidad de las actividades que desarrollen; sujetos comprendidos en el Régimen Simplificado de Ingresos Brutos; y los que posean saldos a favor en el impuesto, en las últimas 3 declaraciones juradas vencidas en forma consecutiva.
También, quienes se encuentren incluidos dentro del Sistema de Perfil de Riesgo de ARCA (Agencia de Recaudación y Control Aduanero), en la categoría A, de riesgo muy bajo; siempre que no estén designados como contribuyentes de alto riesgo fiscal en ATM.
La resolución establece alícuotas de retención que van del 0,1% al 5%, según las actividades que desarrollen los contribuyentes. Y fija que, cuando las recaudaciones sufridas originen saldos a favor del contribuyente, su imputación podrá ser transferida a la liquidación de los anticipos siguientes.
Baja impositiva
Desde el Gobierno provincial plantean que la reducción progresiva de las alícuotas de Ingresos Brutos en los últimos ocho años ha implicado un ahorro para el sector privado de unos mil millones de dólares; importe equivalente a los fondos del resarcimiento. También resaltan que se definió un régimen de disminución paulatina del impuesto a los Sellos que llevará ese tributo al 0% en 2030.
Sin embargo, un informe del Consejo Empresario Mendocino (CEM) muestra que la presión tributaria provincial pasó del 3,2% del PBG en 2004 a un pico del 7,9% en 2017, para bajar al 6,7% en 2023; con lo que aún estaba en más del doble de la de 20 años atrás.