El mal fin de semana de Godoy Cruz e Independiente Rivadavia en el Apertura de la Liga Profesional de fútbol no parece una casualidad. Más bien una acumulación de errores y un bajo nivel colectivo e individual que atenta contra cualquier proyecto deportivo.
Para el Tomba, 108 días sin ganar
A esta altura, Godoy Cruz es un severo caso de análisis. Esta vez, aunque fue 4-2 en favor de River, el Tomba hizo méritos en el primer tiempo para obtener algo más que su octavo partido consecutivo sin triunfos en la temporada. Más de 107 días pasaron desde el último festejo bodeguero, allá por el 6 de mayo pasado, cuando le ganó como visitante a Sportivo Luqueño. Nadie imaginaría que aquel solitario gol de Agustín Auzmendi (quien anotó un doblete ante el Millonario) significaría la última vez en mucho tiempo que el Expreso celebró tres puntos. ¿Qué pasó en medio? El ex entrenador Esteban Solari nunca dio en la tecla con el armado del equipo, confundió a propios y extraños, aun cuando el equipo clasificó primero dentro de su grupo de la Copa Sudamericana, y terminó eyectado tras cinco empates y una derrota.
Godoy Cruz
Al Tomba le costó imponer presencia en la zona media y terminó sin poder contener los embates millonarios.
Gentileza
La llegada de Walter Ribonetto encendió la esperanza, más allá de dos derrotas consecutivas. ¿Alcanza? A esta altura, seguramente no. Los hinchas quieren algo más que el renovado y coqueto Feliciano Gambarte; ¡quieren resultados! Pero es cierto que tanto en Brasil como en el Monumental, Godoy Cruz se plantó firme en su intención de no defender cerca de su arco. Presionó, corrió y generó cuando encontró espacios para sorprender. Por lejos, Santino Andino fue el que mejor interpretó estos últimos dos compromisos. La joya de la cantera tombina anotó en la ida ante Atlético Mineiro y armó un desparramo en el primer gol de Auzmendi ante River.
Y aunque en ambos encuentros discutió la posesión en la primera mitad, para el segundo tiempo perdió el libreto y se hundió en las exigencias del rival. Los números de este incipiente ciclo de Ribonetto así lo expresan: 65% a 35%, vs. Mineiro y 63% a 37% vs. River. De momento, tuvo mejores arranques de partido que cierres. Y en ambos casos lo pagó caro.
Godoy Cruz
Andino inicia la carrera que finalizará con el primer gol de Godoy Cruz. El delantero fue de lo mejor que expuso el Tomba.
Gentileza
Lo inmediato exige una recuperación colectiva del rendimiento defensivo. Cada vez que River aceleró, más allá de la reconocida jerarquía que ostenta el equipo de Gallardo, el Tomba padeció. Con las buenas intervenciones de Franco Petroli no alcanza.
La Lepra debe recuperar su identidad
Este Independiente Rivadavia en nada se parece al del semestre pasado. Mantuvo la estructura, incorporó jugadores de jerarquía y apenas perdió a Luis Sequeira. Sin embargo, con el correr de los partidos, al menos por ahora, se nota la ausencia del volante ofensivo, quien supo ser el socio ideal del colombiano Sebastián Villa.
INDEPENDIENTE RIVADAVIA
Independiente Rivadavia sufrió una dura derrota ante Boca por 3-0. Tiempo de replanteo.
MARCELO ALVAREZ / LOS ANDES
Ante Boca, y frente a la ausencia del goleador Alex Arce, lesionado, Alfredo Berti no consiguió un reemplazo que sirviera como referencia ofensiva. "Una torre" a la cual buscar desde las bandas. Y sin peso para buscar líneas de pase por adentro, el Azul eligió repetirse por afuera, facilitando el trabajo de los defensores xeneizes.
En otro aspecto del juego, y reconociendo las enormes debilidades que exhibe este Boca, Leandro Paredes fue amo y señor del balón, sin una presencia fija en sus inmediaciones para impedir el pase entre líneas que tanto destaca al volante. Con Villa demasiado retrasado para intentar armar juego, Independiente Rivadavia perdió en campo rival más de lo que ganó. Tal cual le pasó en la derrota ante Estudiantes, recién en el complemento intentó algo distinto para torcer el rumbo del resultado.
Independiente Rivadavia
Independiente Rivadavia sufrió una dura derrota ante Boca por 3-0. Tiempo de replanteo.
MARCELO ALVAREZ/ LOS ANDES
Es cierto que mereció mejor suerte y que el 0-3 final es demasiado premio para el equipo de Miguel Ángel Russo (cortó una racha de 12 juegos sin triunfos), pero tampoco fue demasiado esperanzador lo que intentó la Lepra en ese inicio de segundo tiempo, donde Matías Fernández (su buen rendimiento pide más minutos en cancha) le dio otro aire al equipo.
"Agachar la cabeza y seguir trabajando", dijo el Gringo Berti en conferencia de prensa. Y de eso, el entrenador sabe mucho.