23 de septiembre de 2025 - 14:13

¿Qué sucedió con la carne volcada en el accidente de Guaymallén?

El Departamento de Bromatología de Guaymallén determinó que la carne que quedó del accidente no era apta para consumo y dispuso su descarte.

Luego del accidente vial en el Acceso Este, a la altura de Guaymallén, cientos de personas se acercaron al lugar para quedarse con la carne que había sido expulsada del camión y que, evidentemente, ya no podía ser comercializada. Sin embargo, el Departamento de Bromatología de Guaymallén determinó que la carne no era apta para consumo y organizó el descarte.

"Vivimos una situación complicada porque la gente, debido a la situación económica, está atravesando dificultades y vio una oportunidad, pero nosotros como autoridad sanitaria estábamos seguros de nuestro procedimiento, que es asegurar el buen estado del alimento para garantizar la salud del consumidor" comentó Silvia Zárate, jefa del Departamento de Bromatología de Guaymallén.

Según Zárate, la carne que permanecía en el suelo tenía contaminación física debido a la presencia de tierra, polvo y ollín del asfalto. Además, había contaminación química por el contacto con productos de combustión propios de una zona de tránsito y por el sistema de frío del camión accidentado, que libera gases al romperse.

"Todo esto viola el artículo 6 del Código Alimentario, que dice que los alimentos se deben transportar y expender en condiciones higiénico sanitarias óptimas y en este caso no se daba" dijo, y agregó que "el artículo 255 establece que, al transportarse carnes, se deben conservar en condiciones de refrigeración adecuadas para mantenerse la inocuidad. Esto no ocurrió porque la carne estuvo volcada al sol más de 5 horas, por lo tanto la proliferación de bacterias patógenas letales fue aumentando, como escherichia coli o salmonela".

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El Departamento de Bromatología de Guaymallén determinó que la carne que quedó del accidente no era apta para consumo y dispuso su descarte.

El Departamento de Bromatología de Guaymallén determinó que la carne que quedó del accidente no era apta para consumo y dispuso su descarte.

El Departamento de Bromatología de Guaymallén, que dirige Zárate, procedió según lo indicado por la Ley Nacional 18.284, sancionada en 1969, que establece el Código Alimentario Argentino y regula la producción, manipulación y comercialización de alimentos para el consumo humano en todo el país. También por la Ley Nacional 22.375, sancionada en 1981 y conocida como Ley Federal de Carnes, que fija las bases para el control sanitario de los productos derivados de animales, garantizando su inocuidad.

"Nuestra labor es siempre preservar la salud del consumidor. Este producto estaba contaminado y había perdido la cadena de frío, por lo que todas las bacterias patógenas que son peligrosas se habían reproducido. Al estar en la calle y al sol, con una temperatura elevada, estas bacterias se reproducen exponencial y violentamente, no el doble, sino a la décima potencia, para que se entienda por qué es peligroso", explicó Zárate.

¿Qué sucedió con la carne luego de los incidentes?

Luego de que el Departamento de Bromatología determinara que la carne no estaba habilitada para el consumo, el servicio público de recolección de residuos procedió a trasladarla a una cámara frigorífica ubicada en la calle Severo del Castillo de Guaymallén.

"Allí se procedió a lo que llamamos inutilización, es decir, intervenir el producto mediante químicos para que no sea consumido absolutamente por nadie", dijo Zárate. La bromatóloga explicó que se aplicó azul de metileno y un desodorante químico de piso "con un olor repulsivo". El objetivo es que el consumidor note que el producto no es apto, ya que queda de color azul y con un olor desagradable y fácilmente identificable.

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El Departamento de Bromatología de Guaymallén determinó que la carne que quedó del accidente no era apta para consumo y dispuso su descarte.

El Departamento de Bromatología de Guaymallén determinó que la carne que quedó del accidente no era apta para consumo y dispuso su descarte.

Luego, los camiones de recolección compactaron el producto y lo trasladaron a Selfix SRL, una planta de tratamiento de residuos ubicada en El Borbollón, Las Heras. Según comentó Zárate, se trata de un predio muy grande donde se clasifican los productos recibidos según el tipo de residuo, su posterior tratamiento y, en caso de ser posible, reutilización.

A partir del aviso de Bromatología, los encargados de la planta de residuos destinaron el cargamento a la sección de alimentos o productos orgánicos. Antes de la llegada del camión recolector, ya habían realizado un pozo en la tierra con una retroexcavadora, por lo que al llegar, el personal municipal se limitó a realizar la descarga en la zona indicada y con la misma retroexcavadora se tapó el producto con tierra.

Campaña provincial para reducir la bacteria escherichia coli en carnicerías

La bacteria de escherichia coli es la causante del síndrome urémico hemolítico, una enfermedad que, a menos que la persona tenga las defensas comprometidas, no suele causar mayores problemas en adultos, aunque sí afecta a niños menores de 5 años. En esos casos, la enfermedad puede generar un cuadro muy grave, que requiera internación y muchas veces diálisis o transplante. Incluso puede llegar a ser letal para algunos niños.

En junio la provincia implementó el Programa de Detección de Escherichia Coli en carne molida de carnicerías de la provincia de Mendoza. Este programa, destinado a la prevención de la enfermedad, es coordinado por el licenciado Daniel Ravino y llevado adelante por los departamentos de bromatología de todos los municipios, siendo Guaymallén el que más muestras tomó debido a la cantidad de habitantes. Se recogieron más de 100 muestras en toda la provincia con resultados que Zárate definió como "alarmantes".

Los especialistas descubrieron que más del 50% de los casos daban positivo en la presencia de la bacteria. Entonces se procedió a implementar un POE o Procedimiento Estandarizado de las picadoras de carne. Luego de la implementación se procedió a tomar nuevas muestras y, aunque todavía falta analizar todos los resultados y sacar conclusiones, creen que lograron bajar bastante ese porcentaje.

"Tratamos de implementar un enfoque proactivo", dice Zárate. "Hasta ahora se abordaba de forma reactiva, cuando un niño era internado se levantaba una alerta alimentaria y se tomaban muestras del local que había distribuido el alimento. Este enfoque proactivo nos permite prevenir la proliferación del virus, con el objetivo es preservar la salud del consumidor, principalmente los niños", explicó.

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