11 de noviembre de 2025 - 18:06

Para el ministro de Salud de Mendoza, "la salud no es un derecho real en Argentina" y propone eliminar el PMO

Montero cuestionó la estructura del sistema sanitario y llamó a una reforma profunda para garantizar equidad y eficiencia.

La crisis del sistema de salud argentino no es nueva. Desde hace años, especialistas y funcionarios advierten sobre su fragmentación, su desigualdad y la falta de reformas estructurales que lo adapten a los cambios sociales y económicos de las últimas décadas.

En ese contexto, el ministro de Salud de Mendoza, Rodolfo Montero, realizó una fuerte crítica al modelo actual y afirmó que “la salud no es un derecho real en la Argentina.

En una reflexión sobre la organización sanitaria nacional, el funcionario sostuvo que el país vive una contradicción entre lo establecido y la realidad: “Para que algo sea un derecho tiene que ser igualitario, equitativo y estar garantizado por el Estado. Cuando hablás de derechos, el derecho es para todos por igual. Por eso digo que es un derecho nominal, porque está en la Constitución, está en las leyes, nos gusta hablar del derecho a la salud, pero no es un derecho real”, afirmó.

Lo hizo en diálogo con Los Andes, tras participar del Coloquio Líderes en Salud 2025, realizado ayer en Buenos Aires, organizado por el capítulo argentino de la red Women in Global Health, una entidad que tiene estatus consultivo ante la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Ministerio de Salud y Deportes: Lic. Rodolfo Montero Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Ministerio de Salud y Deportes: Lic. Rodolfo Montero  Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Ministerio de Salud y Deportes: Lic. Rodolfo Montero Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Montero argumentó que las marcadas diferencias entre provincias, obras sociales y niveles de ingreso demuestran esa desigualdad: “Si ves los resultados sanitarios, te das cuenta. En una provincia del norte tenés una tasa de mortalidad infantil de 12 puntos, y en otras de 6. Claramente no estás garantizando el mismo derecho”, señaló.

El asunto tiene un planteo de fondo complejo: ¿cómo garantizar un verdadero derecho a la salud en un país con profundas desigualdades y recursos limitados?

Un sistema de salud en crisis

Del evento también participaron Sergio Rodríguez, ministro de Salud de Chaco y Fernán Quirós, ministro de Salud de la ciudad de Buenos Aires, quienes repasaron el presente y futuro del sistema y coincidieron en la misma postura.

Quirós fue muy crudo en su análisis. Resaltó que el sistema está totalmente en crisis y prácticamente dejó entrever que es casi insostenible. “El sistema de salud argentino está absolutamente en crisis y quebrado. Y cada año que pasa, está peor”, aseguró. Así lo reflejó La Nación en una publicación en la que también replicó otro pasaje de su exposición: “Hay un problema severísimo de financiamiento en el valor crudo real en la Argentina (...) Hace 15 años que tenemos el mismo dinero por persona y por año para atender la salud. En ese período, el uso del presupuesto en remedios pasó del 12-15% al 30%, aumentó la población con demandas sociales, hay más soluciones para aumentar la longevidad y se vive más años, junto con otros indicadores que hacen que, en el mundo, cada año se necesite un 3% más de dinero por persona y por año para acompañar esas tendencias”. Además, apuntó que el presupuesto se redujo a la mitad con respecto a 2010 a nivel nacional.

“Es un momento político excepcional para plantear reformas estructurales, es necesario llegar a consensos e impulsarlas”, dijo en su alocución Montero. Se refirió a la inversión de las pirámides poblacionales con una mayor expectativa de vida, la caída de la natalidad o la velocidad con la que están surgiendo las innovaciones en técnicas diagnósticas y nuevas moléculas terapéuticas, que pueden resultar “una daga mortal” para el sistema de salud argentino. Destacó que Argentina lleva 40 o 50 años sin reformas estructurales serias y que eso también hace difícil implementar ciertas reformas.

Un sistema desigual e inequitativo

El ministro Montero describió cómo el sistema público opera bajo lo que llamó “restricciones implícitas”: “Decimos que cubrimos casi todo y después se restringe dentro del centro, con listas de espera o falta de servicios en lugares alejados. Es una forma muy injusta y muy inequitativa de acotar la cobertura. Normalmente se quedan fuera del sistema los que menos voz tienen”, remarcó.

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Crisis en el sistema de salud

Crisis en el sistema de salud

“Nos gusta hablar del derecho a la salud, pero n o es un derecho real, porque si fuera un derecho real, todos tendríamos acceso más o menos a lo mismo, que es lo que hacen los sistemas públicos fuertes del mundo. Nosotros no tenemos eso, lo podés medir en términos de resultados sanitarios, cualquier indicador que vos compares en una misma provincia, o entre provincias, te va a dar distinto”, resaltó a Los Andes. “Claramente vos no estás garantizando eso, por ejemplo, en acceso, hay personas del sistema público de salud que acceden a tecnologías que no accede un ciudadano inglés, y hay muchas personas del sistema público que no acceden a nada”, analizó.

Las obras sociales

Para Montero, las desigualdades también se reproducen dentro del esquema de obras sociales, en función de lo que pueden aportar los trabajadores que las sustentan, lo cual genera enormes brechas en cuanto a los ingresos. Eso hace que para muchas sea muy difícil cubrir hasta lo esencial, que es el Plan Médico Obligatorio (PMO), prestaciones que obligatoriamente deben garantizar.

Hay obras sociales que no cubren ni el 25% del costo del PMO. Si vos las organizás por estructura productiva, vas a tener una salud que no es un derecho, porque no todas tienen la misma capacidad de compra. Hay gente con obras sociales excelentes y otros con obras sociales de miércoles”, dijo sin rodeos.

Para ilustrar la situación aportó algunos datos. En primera instancia explicó que la legislación establece que el PMO es obligatorio para las obras sociales nacionales sindicales. De ellas hay 300 a nivel nacional y dijo que alrededor de 200, un 70%, no puede cubrir el costo del plan médico obligatorio con sus ingresos. El valor de este plan por persona es de entre $65.000 y $75.000 al mes. Señaló que aún considerando los subsidios que reciben quedan 50% que aún así que no pueden cubrirlo. Sin embargo, dijo que el PMO fija un piso pero sin techo, porque desde que se creó, en 2001, se han sumado prestaciones sin analizar cómo se afrontará el costo.

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El ministro de Salud de Mendoza, Rodolfo Montero, realizó una fuerte crítica al modelo actual y afirmó que “la salud no es un derecho real en la Argentina”.

El ministro de Salud de Mendoza, Rodolfo Montero, realizó una fuerte crítica al modelo actual y afirmó que “la salud no es un derecho real en la Argentina”.

Y dio un ejemplo en el plano práctico. Explicó que en Argentina se sabe que hay unas 300.000 personas con hepatitis C. Se trata de una patología curable cuya terapia puede costar entre u$s 40.000 y 50.000 y debe extenderse a lo largo de 12 semanas. Sin embargo, dijo que curar a todas esas personas requeriría usar la totalidad del presupuesto anual del Ministerio de Salud de la Nación. Entonces preguntó, si esto se buscara, cómo se resolverían otras necesidades y por eso es que debe evaluarse si la estrategia es costo-efectiva. “A todos nos gustaría curar la hepatitis C, obvio, pero el problema es que tiene un costo por curar eso, que es dejar de vacunar, de comprar drogas, de hacer prevención, hay que cerrar hospitales, todo lo que hace el Ministerio de Salud de la Nación. Entonces, la discusión tiene que ser una discusión técnica en este sentido, no es que más le agregamos al PMO, sino, cómo establecemos un plan de beneficios que logre que le garanticemos a toda la población algo similar”, expresó.

Un “plan de beneficios explícito” de salud

En ese marco, el ministro planteó la necesidad de eliminar el PMO y reemplazarlo por un modelo más racional y equitativo. “Mi tesis es que hay que eliminar el PMO”, afirmó.

Con esto se refirió a un plan de beneficios explícito. El planteo aparece como algo escabroso ya que hay quienes consideran que se trata de un recorte.

Según explicó, la propuesta apunta a definir con claridad qué servicios puede garantizar el Estado a toda la población, con los recursos disponibles. “Los países normales y técnicamente solventes no dicen ‘cubrimos todo porque somos populistas hermosos’. Dicen: vamos a tener un plan de beneficio explícito. Con esta plata garantizo este plan, estas líneas de cuidado, para todos por igual. Ahí lo transformás en un derecho real”, sostuvo.

Montero consideró que el sistema actual gasta sin priorizar y sin medir el impacto de cada decisión: “Cada peso que vos gastás tiene un costo-oportunidad. Algo dejaste de hacer para gastar ese peso. Por eso tenés que gastar en lo que más impacto sanitario tenga para la mayor cantidad de población posible”, explicó.

El ministro mendocino también cuestionó la falta de transformaciones estructurales en el sistema: “Hace 30 o 40 años que no se hace una sola reforma de fondo del sistema de salud argentino. Solo se discute un piso de cobertura y nada más. Lo que hay que discutir es una canasta de prestaciones y un plan de beneficio explícito, para garantizar equidad con los recursos que tenemos”, concluyó.

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