La historia de “Kate”, el emprendimiento gráfico de dos hermanas mendocinas que no para de crecer

Lo conforman Catalina y Amparo Burgos. Comenzaron a trabajar en el garaje de su casa y ahora planean expandir su negocio a Chile.

Kate Gráfica
Amparo y Catalina Burgos tienen una gráfica y realizan todo de forma artesanal.

foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Kate Gráfica Amparo y Catalina Burgos tienen una gráfica y realizan todo de forma artesanal. foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Todo comenzó en el 2016, cuando Catalina (28) estaba cursando su último año de la carrera de diseño de indumentaria. En ese momento, Cata trabajaba para una reconocida marca de trajes de baño pero le despertó cierta curiosidad por la gráfica, por lo que comenzó a realizar trabajos para sus familiares.

Primero hizo un porta CD para su papá, después se animó a hacerle un libro de recetas a su mamá y luego, para el día del amigo, decidió armar un cuaderno personalizado a su amiga invisible.

No fue nada fácil, tuve que imprimir el diseño mil veces porque era un desastre. Después del quinto intento puede encuadernarlo. Vi un tutorial en youtube y le saqué los esquineros a un cuaderno que no usaba más”, comentó Cata, en conversación con Los Andes.

A medida que iba realizando trabajos, los iba compartiendo en su red social @kategráfica, en donde rápidamente comenzaron las consultas tanto de gente conocida, como de gente anónima.

“Ahí me di cuenta que me encantaba el diseño gráfico. Me compré una computadora y empecé a hacer cursos de Illustrator con una amiga de mi hermana, porque en la facultad te enseñaban a usar otro tipo de programa”, agregó.

Kate Gráfica
Amparo y Catalina Burgos tienen una gráfica y realizan todo de forma artesanal.

foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Kate Gráfica Amparo y Catalina Burgos tienen una gráfica y realizan todo de forma artesanal. foto: Ignacio Blanco / Los Andes

De un día para el otro las consultas crecieron, la gente no paraba de hacerle pedidos, por lo que Cata tuvo que renunciar a su trabajo y a apostar a su propio emprendimiento. Fue en ese momento cuando nació “Kate”. “Elegí ese nombre porque me daba muchísima vergüenza que la gente supiera quién era. Se me ocurrió Kate, porque estaba un poco vinculado con mi nombre, pero muy camuflado”.

Fue todo un desafío, porque estaba renunciando a un sueldo fijo y no tenía mucha idea sobre la gráfica. No sabía nada de papeles ni de imprentas”, agregó.

Lo primero que hizo Cata, fue crear su propio espacio de trabajo, utilizó el garaje de su casa y comenzó a darle forma a su propio taller. A medida que iba aceptando pedidos, también iba ideando cómo hacerse más conocida, por lo que surgió la idea de participar en las ferias de Navidad que se realizan en el hotel Park Hyatt.

Eso me ayudó un montón a hacerme conocida. Es más, era el único momento en que me metía y la gente me conocía por ´la de la feria de navidad´. Durante todo el año yo realizaba trabajos personalizados”.

Kate Gráfica
Amparo y Catalina Burgos tienen una gráfica y realizan todo de forma artesanal.

foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Kate Gráfica Amparo y Catalina Burgos tienen una gráfica y realizan todo de forma artesanal. foto: Ignacio Blanco / Los Andes

KATE EN ACCIÓN

Tal era el crecimiento de su emprendimiento, que Cata decidió empezar a unir gente a su taller. Junto a su hermana, Amparo (30), se asociaron, ya que Ampi es contadora y juntas, hacen la dupla perfecta.

Cata se encarga de la producción y Ampi de los proveedores y del personal que trabaja en el taller.

Con el garaje de su casa explotado en mercadería, Cata y Ampi comenzaron a pensar en cómo expandirse, por lo que empezaron a buscar locales en ciertos lugares estratégicos de la provincia. “En febrero, un amigo me consiguió el contacto de la chica que se encarga de los locales de Palmares Open Mall, le presentamos nuestra propuesta y les encantó”, comentó Ampi.

Todo iba perfecto, las chicas contrataron a una diseñadora para que las ayude a crear su stand y tenían contrato para comenzar a trabajar en abril del 2020. Pero todos sus planes se vinieron abajo cuando llegó la pandemia a nuestro país en marzo de ese mismo año.

El local de Catalina y Amparo en Palmares Open Mall.
El local de Catalina y Amparo en Palmares Open Mall.

No nos imaginamos todo lo que venía, cuando arrancó la pandemia ya teníamos encaminada la producción para poder responder a la demanda del local”, agregó.

Con mucho miedo, pero con más pasión y amor por lo que hacen, las hermanas decidieron seguir adelante con su proyecto a pesar de la situación del país. Fue así cuando en junio del 2020, justo para el día del padre, abrieron por primera vez su stand y fue todo un éxito.

“Dijimos ya está, ya teníamos todo armado. Fue muy complicado porque teníamos que responder a todas las restricciones que había en ese momento: horarios de atención, barbijo, DNI”, siguió contando Ampi.

A casi tres años de su apertura en el mall, las hermanas no pueden creer todo el éxito que han tenido: “Nos sorprendimos, logramos superar cada uno de los obstáculos y seguimos muy felices en el mall, el cual es un punto estratégico para nuestras ventas”.

Ahora, Cata y Ampi están preparadas para dar un gran salto. Las hermanas quieren llevar sus diseños a Chile, por lo que se encuentran tratando con una gráfica del país vecino. “Vamos a ver como resulta, todavía no hay nada confirmado”, concluyeron.

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