Este año llovió menos de la mitad del promedio en Mendoza

A menos de 15 días para que finalice el año, la estación meteorológica de El Plumerillo registra 82 mm de agua acumulados durante el año, menos del 40% de los 220 milímetros anuales.

Este año las lluvias fueron escasas en gran parte del territorio provincial.

Foto:  Orlando Pelichotti
Este año las lluvias fueron escasas en gran parte del territorio provincial. Foto: Orlando Pelichotti

Fernando Jara, pronosticador independiente, informa que hasta hoy han precipitado 82 milímetros de agua en forma de lluvia en el Gran Mendoza. Eso marca la estación meteorológica con base en aeropuerto de El Plumerillo, dependiente del Servicio Meteorológico Nacional. Eso representa algo más del 37% por debajo de la media anual para este sector de la provincia, establecido en 220 mm. Sin embargo, Jara aclara que siempre existe para fin de año la posibilidad de una tormenta fuerte en el llano que pueda incrementar el líquido acumulado en el pluviómetro mendocino, pero todo indica que no se alcanzará a los valores “normales” para el año calendario.

A la hora de hacer un análisis de los escasos registros obtenidos a lo largo de los doce meses, el pronosticador del tiempo mendocino señala que hay que retroceder a principios de 2023 porque allí está la respuesta. Se registraron pocas lluvias y de baja intensidad que no movieron la aguja del pluviómetro oficial del Gran Mendoza. El impacto de la sequía se notó en el primer trimestre, época donde se acumula gran parte del agua precipitada, después comenzó el período seco: desde mayo a setiembre y finalmente desde es mes hasta la fecha nos encontramos en la otra etapa de fuertes lluvias. Fernando Jara sostiene que noviembre y diciembre han sido meses normales, el promedio de lluvias para diciembre es de 28 mm y ya llevamos acumulados 27. “De todas maneras hay que tener en cuenta que hay años más húmedos y otros más secos, con valores inferiores como en este caso, de 82 mm, pero también hemos tenido años de 300 y 400mm, es decir casi más del doble de la media. Pero si uno analiza la situación, durante los últimos 20 años, podrá observar que el promedio anual de lluvias para el Gran Mendoza, sigue manteniéndose de 220 mm”.

Más lluvias de acuerdo a la región

Raúl Besa, de la Dirección de Contingencias Climáticas del sur provincial, explica que el territorio mendocino es muy amplio y la cantidad de precipitaciones en forma de agua es muy variable de acuerdo a la zona. Y da como ejemplo que en el Gran Mendoza el promedio anual es de 220, en zonas de San Rafael y Alvear, específicamente la zona productiva, el promedio de lluvias es mayor y se ubica entre los 370 y 390mm de acuerdo al sector. En el Este provincial, en San Martín por ejemplo es menor que esa cifra y pero mayor a la del Gran Mendoza. Informa que la media anual de lluvias en San Rafael (oeste) es de 362mm, 399 en General Alvear y 308 en Malargüe. Y detalla que comparando los años 2022 y 2023 hasta noviembre, en el Gran Mendoza hay una diferencia de 111mm a 75,3mm según sus informes. La estación de medición de Las Paredes, de San Rafael, registró 239mm en 2022 y 167,3 mm en 2023, mientras que en Malargüe llovió menos el año pasado: 172mm frente a los 262mm que precipitaron hasta noviembre de 2023.

El profesor e ingeniero agrónomo comenta que hay que diferenciar entre un año calendario y una temporada de lluvias. En este caso, el año calendario muestra cifras que comenzaron en época de sequía, que se extendió hasta los primeros meses de 2023. “Con el correr de los meses, observamos que la atmósfera alta comenzó a llenarse de humedad”. El especialista añade que esto es lo que permite considerar que para los próximos meses habrá más precipitaciones y tendremos un año más húmedo que los tres anteriores, que estaban bajo la influencia de una fuerte sequía. Pero ahora, con el fenómeno del Niño en plena acción, este proceso comenzó a revertirse.

Cabe agregar que probablemente este fenómeno del Niño haya tenido efecto en los Andes, luego de las abundantes precipitaciones en forma de nieve registradas en alta montaña, que permitirá un año hidrológico normal después de 10 años de escasas nevadas y, en consecuencia, escasa disponibilidad de agua en los ríos mendocinos. Otro dato curioso es la situación de viento Zonda, que se mantiene presente hasta final de año. Es que, generalmente, el fenómeno se presenta mayormente entre los meses de mayo y fines de octubre.

Más lluvioso y caluroso

De acuerdo a lo que informa el pronóstico trimestral del Servicio Meteorológico Nacional, existen grandes posibilidades de que tengamos un verano más caluroso y con más lluvias que lo habitual. Hay hasta 45% de posibilidades de que haya registros de temperaturas y precipitaciones superiores a lo habitual para esta época. Este informe marca una tendencia para este mes, enero y febrero de 2024 y, según especialistas, al fenómeno del Niño que ya está presente hay que sumarle otra variable: el cambio climático, que informa sobre un aumento de las lluvias en la provincia. Según un artículo publicado en Los Andes hace dos semanas, no se descarta la ocurrencia de olas de calor como ya ocurrió recientemente en Brasil, pero sobre todo durante el verano del hemisferio norte, con temperaturas extremas en China, Europa y América del Norte.

”No se descarta que hacia el extremo norte y noroeste del país continúe observándose una mayor frecuencia de temperaturas máximas extremadamente altas pudiendo favorecer eventualmente la ocurrencia de olas de calor”, resalta ese informe del SMN. Sintéticamente, especialistas explican que hay ola de calor cuando se registras durante al menos tres días temperaturas mínimas superiores a las normales de la época. Así, por ejemplo, para diciembre en Mendoza, la mínima promedio es de 17 grados, la semana pasada se registró una ola de calor, con mínimas que oscilaron entre los 20 y 21 grados durante tres días.

Diciembre y enero, este último especialmente, son los meses “más lluviosos”, aunque el periodo se extiende hasta febrero y marzo. “El mes con más días mojados en Ciudad de Mendoza es enero, con un promedio de 6,2 días con por lo menos un milímetro de precipitación. La temporada más seca dura 8,8 meses, del 22 de marzo al 14 de diciembre”, informa el sitio weatherspark.com

Sobre los números finales de precipitaciones para la temporada 2023, Jara, comenta que hay que ver “cómo se presentará la situación a fin de año, que generalmente sorprende con alguna tormenta para alguna de las fiestas”. Es que diciembre comenzó con una acumulación de 63 mm, pero una fuerte tormenta durante la primera semana hizo trepar el pluviómetro 19 mm más. Y el chaparrón de la madrugada del último viernes sólo llovió 0,6 milímetros, de acuerdo a lo informado por la estación meteorológica ubicada en el Parque General San Martín. “En la del Plumerillo sólo se registraron trazas”, cuenta Jara y reitera que no hay que descartar una nueva tormenta importante, porque estamos en la época. Como ejemplo de una gran tormenta, tanto Jara como Besa recordaron que hace unos años sólo en un día precipitó 80 milímetros o que durante febrero de 1998 llovió todo el mes. Tras el agobiante sábado de Zonda y considerable mejora del tiempo ayer, el Servicio Meteorológico Nacional anuncia que este lunes y los próximos días el tiempo estará más fresco con temperaturas mínimas entre los 17 y 19 grados y máximas que treparán hasta los 28 grados. Así se mantendrá hasta la llegada del verano, el próximo jueves, con un salto de la temperatura máxima hasta los 32 grados. De acuerdo al informe del SMN, no están pronosticadas lluvias hasta el viernes.

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